Así es por
esta tierra. Hoy llueve y ventea, mañana el sol nos desequilibra por el calor y
pasado mañana vuelve a llover. Nubes que están y que desaparecen. Un vaivén de
temperaturas al que parece que nunca nos vamos a acostumbrar. El contraste al
que tantas veces nos hemos referido. Por eso hemos cambiado la foto de hoy, iba
a ser otra, pero hemos querido dejar testimonio de tales cambios.
Hoy tenemos la
tercera entrega del cuento “Olas del mar”, de Pólux (las tres primeras entregas juntas están en la página de este blog "Las olas del mar, por Pólux", al que accederéis desde el enlace lateral). Seguramente la siguiente
entrega, la cuarta no podamos publicarla hasta el lunes, pero ya mañana os lo
diremos con seguridad, siempre con el permiso del tren que debe traernos (o
llevarnos, como gusten) a ese mañana.
El campo está
exuberante, y la lluvia que ha caído esta madrugada lo revitalizará más. Los
brotes de los pinos parecen largas agujas clavadas en sus copas. ¿Qué sería de
todo ello sin una conciencia que lo pensara? Sería lo mismo que es, porque todo
es prescindible, hasta la vida. Pero mientras haya…, seguiremos con nuestro
“rollo”. Buen fin de semana.
Por Cástor y Pólux.
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