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sábado, 4 de julio de 2015

INTELIGENCIA: ¿VENTAJA O DESVENTAJA?

Siempre hemos creído que la inteligencia es una ventaja adaptativa que favorece claramente a quien más la posee. Tal vez en un mundo igualitario, en el que existiera una relación directa entre capacidades y consecuencias, podría ser así, pero en la vida y el sistema social que tenemos las oportunidades son aleatorias y en muchos casos dependen de personas que no saben apreciar las capacidades de los demás.

Recuerdo, por ejemplo, como en mi clase del colegio, siendo aún pequeño, había algunos compañeros que destacaban claramente por su inteligencia, sus capacidades para comprender, estudiar, memorizar. Sacaban las mejores notas. Y así sucedía curso tras curso.

En el transcurrir de la vida he visto como muchos de ellos no han destacado lo más mínimo en sus vidas. Las razones pueden ser muy variadas, pero estoy convencido de que en bastantes casos no han sido valorados ni por las personas a cargo de esa valoración ni por las pruebas que deberían hacerlo.

Vivimos en un mundo lleno de oportunidades, que normalmente suelen estar más al alcance de los oportunistas que saben aprovecharlas que de las personas más capacitadas que sacarían un mayor partido de ellas.

La inteligencia debe ser una ventaja, y lo es, pero no siempre posibilita alcanzar una mejor posición ni personal ni social, simplemente porque hay otros condicionantes que tienen más peso.

Al menos pensaríamos que la inteligencia no es una desventaja, y tal vez no lo sea, pero es cierto que hace a algunas personas más sensibles a comprender, sentir y plantearse ciertos problemas sin los que se vive mejor, y eso no sé si es una ventaja adaptativa.

Por Pólux.

viernes, 3 de julio de 2015

PSICÓLOGOS Y PSIQUIATRAS.

No acabo de entender a los psicólogos y los psiquiatras, especialmente a éstos últimos. En realidad lo que no entiendo es la prepotencia con la que muchos de ellos actúan, tanto por su incapacidad para pensar que puedan equivocarse como por su extrema seguridad en que no se equivocan en su diagnóstico.

En psiquiatría, más que en ninguna otra rama de la medicina, el diagnóstico es difícil y difuso, lo entiendo. Pero es que esos doctores no juegan con un hueso roto, sino con la salud mental, con nuestra capacidad para ser personas plenas, maduras y felices. Y es que tal vez esa tarea sea demasiado pretenciosa y difícil de llevar a cabo.

Pero también he de reconocer la labor de grandes profesionales de la psicología  y la psiquiatría que he visto ejercer su profesión con dedicación, conocimiento y, lo más importante, la intuición tan necesaria en ese trabajo.

Por Pólux.

jueves, 2 de julio de 2015

VIVIR EL SUEÑO DE OTROS.

El eterno anhelo de lo que no se tiene... Otra muestra de inseguridad y debilidad.

Un proyecto de vida maduro pasa por una valoración coherente y realista de nuestros objetivos y necesidades, y de la posibilidad de satisfacerlos.

Ha de anhelarse lo que puede obtenerse de forma realista según nuestras posibilidades, aún siendo dificultoso, lo demás es un sueño, una quimera que intenta llenar el vacío de la falta de objetivos reales que alcanzar.

Anhelar lo que no se tiene sólo por no tenerlo, es vivir el sueño que pueden tener otros.

Por Pólux.

miércoles, 1 de julio de 2015

POESÍA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

 CÉNIT

Yo no seré yo, muerte, 
hasta que tú te unas con mi vida 
y me completes así todo; 
hasta que mi mitad de luz se cierre 
con mi mitad de sombra 
—y sea yo equilibrio eterno 
en la mente del mundo: 
unas veces, mi medio yo, radiante; 
otras, mi otro medio yo, en olvido—.

Yo no seré yo, muerte, 
hasta que tú, en tu turno, vistas 
de huesos pálidos mi alma.


martes, 30 de junio de 2015

UNA PSICOLOGÍA QUE "DESMONTA" A DIOS.

Siempre he creído, y aún sigo haciéndolo, en la psicología como el único método válido para conocer la mente humana e indagar en ella. Ni la parapsicología, ni la filosofía ni la religión han dado los resultados de la psicología.

Podría pensarse que es gratuita esa comparación de la psicología con la filosofía, y más aún con la religión, pero en modo alguno así lo creo.

En épocas pretéritas en las que la psicología no había nacido o era tan sólo una semilla sin germinar, la filosofía ocupaba su lugar, como "ciencia del pensamiento" o "ciencia del conocimiento", y, pareja con ella, la religión daba explicación a cuestiones hoy propias de la psicología, como  la autoría de nuestras ideas o el origen de nuestros pensamientos y nuestra forma de actuar. La moral y la ética eran una cuestión religiosa, y Dios el patrón que explicaba todo ello.

Pero con el tiempo la psicología, de la mano de la ciencia, ha mostrado un camino distinto y un método diferenciado al de la religión, de forma que, a  mi modo de entender, ésta no es válida explicación para lo que hoy aquélla explica con solvencia.

El espacio de la religión va estrechándose entre la ciencia y la psicología. Es más, la psicología puede explicar la necesidad y la dependencia que tiene el ser humano de la religión y de Dios. La psicología no puede explicar a Dios, ni afirmarlo ni negarlo, pero puede "desmontarlo" describiéndolo como una necesidad mental más. Lógicamente, esto es un punto de vista, pues quien cree en Dios no admite la psicología en ese sentido. Pero creo que es lícito admitir la transcendencia que tiene este psicologismo al explicar a Dios como una necesidad más de nuestra mente, y asimismo creo que no debiéramos desdeñarlo sin más reflexión que la que lo descarta por ir en contra de nuestras creencias.

Por Pólux.


lunes, 29 de junio de 2015

MOSTRAR LO MEJOR DE UNO.



Todos somos maravillosos hasta que demostramos lo contrario. Tarde o temprano lo demostramos porque acabamos siendo como somos, no podemos fingir siempre, pues si pudiésemos hacerlo no fingiríamos entonces.

Es muy humano querernos mostrar lo mejor posible, incluso mejor de lo que somos, porque queremos impresionar y conseguir a los otros, que nos tengan en alta estima, y no digamos ya si queremos obtener su amistad o nos enamoramos.

Pero cuando las situaciones se normalizan y la monotonía empieza a hacer acto de presencia es prácticamente imposible mantener esa fachada maravillosa. Llegan entonces las decepciones, el sentirse engañado por falsas esperanzas, en definitiva la realidad, la más cruda realidad.

Así es nuestra naturaleza, y nada hace pensar que podamos cambiarla.

Por Pólux.


domingo, 28 de junio de 2015

"YIHADISMO Y OTROS TERRORISMOS: DIFICULTAD POR SER UNO MISMO", POR PÓLUX.

YIHADISMO Y OTROS TERRORISMOS: DIFICULTAD POR SER UNO MISMO"
Por Pólux (28 de junio de 2015)


Los extremismos nunca son buenos, porque tienen una visión sesgada de la realidad. Sólo tienen en consideración la parte de la realidad que se encuentra en su extremo, teniendo una visión borrosa del punto medio y nula del otro extremo o forma de ver y afrontar los problemas que aborda o trata de resolver desde su extremo.

El extremismo es radical pues la única base que fundamenta su punto de vista, su única o principal razón de ser y el único argumentario que está en la base de su sistema, es su tesis, negando cualquier otro punto de vista.

Todos los extremismos dan una visión irreal del mundo y de los problemas que tratan de abordar, sea desde un punto de vista político, racional o religioso, precisamente por su carácter extremo.

Y ese es el problema de fondo del yihadismo, ejemplo de todo lo dicho, esa corriente del islam que pretende extender e imponer su religión basada en el Corán. La yihad (esfuerzo, lucha) siempre fue parte de esa religión, como esfuerzo por la perfección espiritual o como lucha por extender la religión en lo que el propio Corán define como guerra santa. Pero todo tiene un contexto, hasta la aludida guerra santa. Los islamistas extremistas que abrazan el yihadismo interpretan que ellos y su religión han sido agredidos y ultrajados, y por tanto se defienden conforme refiere el Corán. Esa es precisamente la visión extremista. Razones tienen, claro que sí, pero las de la locura colectiva y la manipulación de unos dirigentes que interpretan la religión según su interés y que no se inmolan ni se sacrifican, pero que no tienen reparos en ordenarle a otros que lo hagan.


Las víctimas son siempre las mismas.
Es una de las vergüenzas del ser humano, la de matar y asesinar a sus semejantes alegando razones que sólo convencen al asesino. Los animales matan por su supervivencia, los humanos, además, por cuestiones ajenas a ese instinto. Y tenemos tantos ejemplos..., los muertos por las ideas políticas extremistas de ETA, los muertos por las descabelladas e igualmente extremas ideas del nacionalsocialismo de la Alemania Nazi, los muertos en aras a las palabras de Alá (Dios) interpretadas radicalmente a su antojo por los extremistas yihadistas...

Quiero saber qué pasa por la mente de esos terroristas de "ideologías" radicales, quiero entender cómo se pueden cometer tantos asesinatos sin sentido con tanto convencimiento.

Y creo que lo que pasa por sus cabezas es el convencimiento en una ideas que les han sido facilitadas porque carecen de otras, como también carecen de la fuerza y seguridad necesarias para decidir por sí mismos. Es más fácil dejarse conducir que conducir uno su propia vida. El problema es que las ideas que adoptan no están en consonancia con la realidad porque normalmente están al servicio de intereses particulares, que encuentran en las personas desencantadas, sin futuro o simplemente débiles de espíritu, su caldo de cultivo. Es lo que siempre se ha llamado manipulación. Si bien el manipulado es el terrorista asesino, el verdadero peligro está en el manipulador, igualmente terrorista y asesino, porque el manipulado ejecuta su acción y normalmente es abatido o apresado, acabando ahí su historia, pero el manipulador, el cabecilla que sabe atrapar a los demás con falsos pero convincentes argumentos, enviará una y otra vez a sus manipulados a cometer asesinatos.

No voy a ir más allá, desengranando las barbaridades, brutalidades y asesinatos crueles y repugnantes que pueden llegar a hacer estos terroristas, de lo que además se jactan, pero no debemos olvidar a qué extremos están dispuestos a llegar en esa locura inducida que convierte al ser humano en el ser más depravado que pueda imaginarse. Y es que matar es muy fácil si en nada se respeta la vida ajena, tan fácil como apretar un gatillo.

El respeto por la vida debe ser el más importante de los valores humanos, e inculcarlo está en nuestra mano. Nadie nace terrorista, pero la experiencia nos va enseñando que en determinadas condiciones no es tan difícil llegar a serlo.


Artículo relacionado en este blog: 
- "El yihadismo y la renuncia a la libertad", por Calíope (22 de marzo de 2015