FOTOGRAFÍAS.


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No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...

sábado, 26 de octubre de 2013

ADONIS, PLATÓN E INJUSTICIA SOCIAL.

Ya tenemos aquí otro vez el sábado. Un día más para aprovechar.

Hoy hemos incluido en nuestra galería de fotos 8 de las 17 fotografías que Adonis publicó con sus artículos entre el 18 de febrero y el 16 de junio de 2013 (podéis leer sus artículos en su página "La mirada de Adonis"). La semana que viene añadiremos las restantes 9 hasta completarlas todas. Os recomendamos que las veáis, pues son fotografía de calidad, muy artísticas y con un gran contenido emocional. Son, sin lugar a dudas, las mejores fotografías que hemos publicado en Obtentalia, y ello gracias a Adonis, que generosamente quiso compartirlas con todos nosotros. Os recomendamos asimismo la lectura de sus artículos donde las comenta personalmente, sin duda una oportunidad única para entenderlas en sus facetas técnica y artística.

La fotografía de hoy de cabecera de nuestro blog nos hace pensar en el famoso "Mito de la Caverna", de Platón, en sus mundos de los sentidos y de las ideas. La foto de hoy, en su reflejo en el agua de la orilla, parece referirse a las sombras del mito de Platón, reflejo de la verdadera realidad. Es un mito muy aleccionador, si bien no estemos totalmente de acuerdo con las enseñanzas últimas que quiere explicar el gran filósofo griego, seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles, aunque de ese tema tal vez hablemos más adelante, no ahora.


Solemos entender como injusticia social el que algunos colectivos cobren ingentes cantidades de dinero cuando hay personas que pasan necesidad. Solemos fijarnos en los colectivos más mediáticos, como futbolistas, modelos, actores, cantantes ... "Si se repartiera ese dinero, ¡cuánta gente se podría beneficiar!", "no hay derecho que unos ganen tanto y otro tan poco", escuchamos frecuentemente.

Si tuviéramos que elegir creo que la gran mayoría elegiríamos la injusticia de ser el beneficiado. Eso es normal y aceptable. Pero entonces habría que ver si estaríamos dispuestos a repartir nuestro dinero.

Por otro lado, llama mucho la atención cuando la diferencia entre el dinero de unos y otros es grande, como en los ejemplos antes dichos, pero no solemos fijarnos en los casos en los que la diferencia es menor, pero igualmente importante. Por ejemplo, no solemos considerar una injusticia tan "importante" lo que ganamos la mayoría, digamos pertenecientes a una clase media, frente a los que ganan muy poco o pasan necesidad. Igualmente si repartiéramos todos los beneficios de la clase media entre ésta y los no pudientes tal vez el sacrificio de lo que tenemos que dejar no fuera tan grande. Pero no nos lo planteamos, seguimos diciendo que con lo que gana un gran estrella se arreglaría mucho, mientras que si reparto lo que yo gano se beneficiaría a sólo uno o dos. ¿Y cuál es la diferencia? ¿Acaso no tiene importancia para ese uno ser beneficiado?

Nunca nos sentimos aludidos cuando hablamos de la injusticia social sino es para sentir que somos los perjudicados.

Otro argumento utilizado en nuestro descargo es que quien tiene mucho dinero puede repartir un poco sin renunciar a sus lujos, mientras que nosotros tenemos que renunciar a nuestros lujos para repartir un poco. Pero siempre el que está por debajo piensa que el que está por encima debe renunciar a algo más que él, ¿por qué habrían de repartir sólo los que están en la cúspide? Creemos que la cuestión no es un tema puramente de dinero, sino de renuncia al bienestar que se disfruta, sea mucho o poco, aunque lo uno implica lo otro, y nadie quiere aceptar esa renuncia.

Por Cástor y Pólux.

viernes, 25 de octubre de 2013

LA SOLEDAD MÁS ÍNTIMA.

Solos, estamos solos, rodeados de miles de personases, pero solos en nuestro interior.

Esa soledad deriva de nuestra íntima conciencia, de la interiorización simbólica intransferible que del mundo hace nuestra mente. Sí, podemos comunicar lo que sentimos, pero no el sentimiento mismo, podemos comunicar un pensamiento, pero no la elaboración misma de ese pensamiento.

Somos seres sociales con una vida íntima que va aumentando con el tiempo, con cada mentira, con cada vivencia que nos guardamos, con cada humillación que no queremos reconocer, con cada pensamiento que sería socialmente reprobable.

Es esa parte más íntima, que con tanto esmero escondemos, la que nos define en última instancia, la nos hace actuar delatando parcialmente nuestro verdadero talante, nuestra verdadera intención.

Pero también esa soledad íntima nos defiende de los demás, de sus censuras y  de sus juicios.

Por Cástor y Pólux.

jueves, 24 de octubre de 2013

¿DEFENSA PROPIA?

"Rompiose el silencia cuando la tapadera cayó al suelo. Me quedé inmóvil allí sentado, como si toda aquella situación me fuera ajena. El ruido metálico que produjo me alejó por un momentos aquéllos pensamientos de culpabilidad.

Sé que no estuvo bien, pero no podía dejar que nadie destrozara mi vida, y menos un insensato como aquél. Aquéllos eran mis secretos, mis mentiras, y nadie tenía derecho a husmear en ellos, menos aún a chantajearme. Pagar con su vida fue un alto precio, sí, pero de no haber sido así habría tenido que pagar yo con la mía. No tuve elección. Ni siquiera hubo dilema moral, aunque no acabo de quitarme de encima este molesto sentimiento de culpa.

No fui yo quien inició la situación, no fui yo quien quiso aprovecharse. No supo valorar el alcance, el verdadero alcance de lo que produciría en mí su presión. No hace daño quien quiere, sino quien puede, y él no podía, no conocía mi fuerza y mi determinación.

Ante todo tenía que salvaguardar lo mío y a los míos, y bajo ningún concepto podía dejar salir a la luz lo que llevaba acompañándome en soledad tanto tiempo. Antes me hubiera dejado matar que permitir que sucediera, pero finalmente su debilidad me abrió una puerta, tal vez cruel pero no creo que injusta."


Fragmento de un escrito de un colaborador ocasional de Obtentalia que quiere permanecer en el anonimato, presentado por Cástor y Pólux.

miércoles, 23 de octubre de 2013

LA ATRACCIÓN DE NUESTRA ATALAYA.

Parece que ya llega el mal tiempo, o el bueno, según se mire. Lluvia, fresco (frío lo que se dice frío aún no nace), aire, cielo nublado …

Desde nuestra atalaya apreciamos claramente los cambios estacionales, y es que se muestra muy sensible al clima. Tal vez esa sensibilidad y su apego a la naturaleza que le rodea sea lo que tanto nos atrae de ella, lo que unido a la profunda soledad que la cobija exalta pensamientos olvidados y vivas recreaciones de fantasías imposibles que nos hacen reverdecer el deseo de sentir y de comprender. Queremos empaparnos de la sustancia misma de nuestros pensamientos. ¿Qué es esa sustancia?, ¿realmente existe?

En nuestra atalaya estamos solos, incomunicados, olvidados, perdidos, ajenos, todo lo cual nos facilita fundirnos con ella. ¿Será la ausencia de pensamiento lo que nos atrae de este lugar?



A veces tan seguros, otras tan perdidos. Momentos fuertes, momentos débiles. Azarosa vida de la que huimos a este refugio que es nuestra atalaya.

Por Cástor y Pólux.

martes, 22 de octubre de 2013

INICIATIVAS PARA POTENCIAR LA ASISTENCIA A LAS SALAS DE CINE.

Desde aquí queremos dar la enhorabuena a las distintas iniciativas encaminadas a promover la asistencia a las salas de cine. El sector de la explotación de las salas de cine ha sido, como tantos, muy sensible a la crisis, además de la guerra particular que libra con la piratería en internet. De hecho se han cerrado muchas salas.

Lejos de subir precios, que se ha hecho, en esta ocasión se facilita el acceso con tarjetas a precio económico o, como sucedes estos días (ayer lunes, hoy marte y mañana miércoles) ofreciendo las películas a un precio muy reducido (2,90 € frente a los 7 € u 8,50 € entre los que suelen oscilar los precios) con sólo registrarse en una página de internet. Es lo que se ha dado en llamar "fiesta del cine" y que ya se ha probado otros años.

Desde aquí aplaudimos estas iniciativas originales y positivas con las que se atraen clientes ofreciéndoles un beneficio real. Como la tarjeta para ver películas en una determinada cadena de cines a cinco euros durante todo un año, una forma muy positiva de fidelizar clientes. Parece que ha costado algo lanzar la iniciativa, pero mejor intentarlo que no quedarse cruzados de brazos hasta cerrar, como han hecho algunas salas sin visión comercial ninguna.

Nosotros ya nos hemos registrado en internet para estos días y tenemos nuestra tarjeta especial para todo un año. Ya sólo nos queda estudiar como vamos a hacer para no gastarnos en palomitas y bebidas lo que nos ahorramos en el cine, porque ese negocio, el de las "chuches" en el cine, sigue siendo una "clavada".

Por Cástor y Pólux.

lunes, 21 de octubre de 2013

DIGNIFICAR EL CARGO.

Hoy día muchos cargos, especialmente institucionales, resultan ser un trampolín personal para quienes los ostentan, y no está mal siempre que se demuestre la valía personal. En su sentido más original la mayor responsabilidad de un cargo es la de dignificarlo. Pero poco a poco se ha ido desvirtuando hasta el punto de que es el cargo el que dignifica a la persona.

Son los hechos, como no puede ser de otra forma, los que revelan la verdadera naturaleza de las personas. Tener un cargo o un título no demuestra nada si no va seguido de los hechos y actos que lo justifiquen.


Sí, el hecho de ser candidato a un cargo significa la presunción de ciertos valores, que tal vez hayan sido demostrados, pero como las circunstancias y la vida cambian hay que volver a demostrar la valía supuesta o demostrada, pues es corre el riesgo de vivir de las rentas.

Por Cástor y Pólux.

domingo, 20 de octubre de 2013

"PRISIONEROS", FELICIDADES Y PALABRAS GRATUITAS.

Bienvenidos todos. ¡Qué sentimiento de libertad nos provoca el pájaro de la fotografía de hoy de nuestra cabecera! Aquí en nuestra atalaya es lo más cercano que conseguimos estar de esa libertad.

Hoy os presentamos un nuevo comentario de cine de nuestro colaborador habitual Prometeo. En esta ocasión nos habla de la película que podemos ver estos días en las salas de toda España "Prisioneros", un thriller estadounidense que trata sobre la desaparición de dos niñas. Pero mejor que nos lo cuente Prometeo, quien por cierto cumple este mes un año colaborando con nosotros. En ese tiempo ha comentado en exclusiva para Obtentalia un total de 21 películas, razón por la cual le estamos agradecidos y le felicitamos públicamente desde aquí. Y como hacemos con todos los cumpleaños y felicitaciones, aquí le dejamos nuestro monstruito bailón.


Podéis ver el comentario de la película tras esta entrada (a golpe de rueda de ratón) o en su página "La película de Prometeo".

Ayer os hablamos de lo que se ha dado en mal llamar periodismo rosa o del corazón. Dimos nuestra opinión personal, como la damos hoy de otro tema que seguidamente trataremos. Desde aquí podéis ver esa entrada del sábado. También os sugerimos que leáis las entradas de esta semana, de lunes a viernes, que también tenéis al alcance de la rueda del ratón.

Hemos renovados las "Sugerencias" y "Hace un año", para que le echéis un vistazo, así como el acceso a la "Canción de Obtentalia".
Y ahora os queremos hablar de algo relacionado con un tema que está de actualidad.

Con motivo del asesinato de una pequeña, presuntamente a manos de sus padres, hemos escuchado en varias ocasiones comentarios que estimamos no sólo gratuitos, sino hasta ofensivos por lo que implican.

Nos vamos a referir ahora a un comentario en concreto. Una presentadora, al menos sólo a ella la hemos escuchado decirlo (tampoco hemos seguido la noticia en muchos canales), cada vez que hablaba de la madre, no paraba de decir que estaba en tratamiento psiquiátrico, eso sí, sin saber especificar que problema padecía, y que se medicaba, también sin saber decir si se tomaba un ansiolítico o un antisicótico, ni siquiera si era un relajante o un estimulante. No sabemos si ya han especificado o no su dolencia, pero en cualquier caso las muchas veces que esa señora presentadora se refería a su enfermedad insinuaba, consciente o inconscientemente (no sabemos que es peor), que una enfermedad que requiere tratamiento psiquiátrico puede ser motivo para asesinar a un hijo.

Tal vez le faltara información y no sabía que la depresión o el trastorno bipolar son también enfermedades psiquiátricas, entre otras muchas aún más graves, y que, de ser dañinas, lo son para quienes las padecen. Y ya sufren suficiente para que venga una periodista de medio pelo con prejuicios trasnochados cuyo único interés es dar una noticia sensacionalista. Ta vez nos estemos pasando un poco con ella, pero no menos de lo que lo ha hecho ella con todos aquellos que padecen o tienen cerca una enfermedad psiquiátrica.

No se mide o no se quiere medir la transcendencia de las palabras en esos medios que llegan a tanta gente, y lejos de tener una preparación exquisita y profunda sobre lo que se habla, dada la trascendencia que tienen sus palabras al ser oídas por tantos millones de personas, vemos atónicos que cualquier periodista cotillero, mal llamado del corazón o del periodismo rosa (como referíamos ayer sábado), se atreve a hablar de lo que no sabe.

Que mala y dañina puede llegar a ser la osadía si se combina con la ignorancia.

Por Cástor y Pólux.

ARTÍCULO. CINE: "PRISIONEROS", POR PROMETEO.

PRISIONEROS
Por Prometeo (20/10/2013)


 



Esta película es un thriller que trata sobre la desaparición de dos niñas pequeñas, hijas de dos familias amigas y vecinas. La policía inicia las pesquisas y rápidamente dan con quien parece ser el autor del secuestro, un extraño y perturbado psíquico (Paul Dano) a quien no consiguen arrancar una confesión. Insatisfecho con los resultados obtenidos por el policía que está al frente de la investigación (Jake Gyllenhaal), uno de los padres, de carácter impetuoso y algo descontrolado (Hugh Jackman), inicia su propia andadura para encontrar a las niñas, dispuesto a cualquier cosa para conseguirlo ante la angustia de ver como transcurren los días sin que aparezcan las niñas.

No se trata de una historia nueva ni original (el malo como siempre es muy malo), y de hecho sería otra película más del género si no fuera por las virtudes en la forma de contarla y los muchos matices que transmite la dirección de Denis Villeneuve. Para mi forma de entender estamos ante un thriller con más virtudes que defectos, y eso es lo que hace atractiva esta película, cuya duración (casi dos horas y media), por cierto, me ha parecido excesiva.

La historia tiene muchos aspectos distintos, de hecho da varios giros que nos hacen dudar sobre la culpabilidad o no de determinados personajes, en un juego que consigue capar nuestra atención, cosa que a lo largo de la película lejos de decaer aumenta hasta el mismísimo final, pues entran en escena personajes y claves inesperadas que enriquecen la historia y aumentan la intriga, ya sabemos que este tipo de historias quieren sorprender, es uno de los ingredientes fundamentales de este género.

Tal vez la primera parte de la película haya sido lo que me ha resultado más decepcionante, en cuanto que me pareció la parte más convencional de la película: presentación de la historia, de los personajes, detención de un sospechoso de libro, falta de avance en la investigación, un padre insatisfecho con los resultados… Hasta que este padre insatisfecho decide actuar por su cuenta. Da mucho juego la actitud de ese padre, temperamental e irascible, decidido a hacer lo que haga falta, no sólo por los hechos que acaecen, sino también por el dilema moral que se plantea entre hacer lo correcto y hacer lo necesario, es decir, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para salvaguardar lo que más queremos? Tal vez este ramal de la historia podría haber dado más de sí, pero tampoco es algo que se eche en falta.

Los personajes están bien definidos, principalmente los padres, las madres, el policía y el principal sospechoso, todos interpretados con corrección, dando la necesaria credibilidad a los personajes. Llamativa intrigante y convincente la interpretación del principal sospechoso, Paul Dano (de alguna manera, y salvando las distancias, me trae a la memoria aquella interpretación que hacía de otro perturbado en “Vidas ajenas” -2004-).

En momentos claves la historia se sugiere con elegancia más que se muestra, algo a lo que no nos tienen acostumbrados las imágenes explícitas del cine de consumo más masivo, y es de agradecer, a pesar de lo cual, en algunos momentos de la película creo que tiene además un aspecto negativo para su comprensión, pues puede crear algunas lagunas si no estamos atentos.

Y no quiero dejar de referirme a la fotografía, que creo que ayuda especialmente a formar esa atmósfera inquietante que imbuye toda la película.


Para mí lo mejor es la dirección. Se trata de una historia convencional contada y dirigida con originalidad y con conocidos actores que ayudan a darle solvencia a la historia, a la que tal vez le sobre media hora de duración, pero que merece la pena ser vista. Y es que a pesar de su convencionalismo aporta en algunos momentos un soplo de aire fresco.