HELENITA, SUGERENCIAS Y CONTENIDOS DE LA SEMANA.

BIENVENIDOS.

Antes de nada quisiéramos deciros que mañana domingo podremos disfrutar de otra historia de Helenita, el personaje de nuestra colaboradora Helena de Troya. Entre ingenua y sufrida, cariñosa y bondadosa, Helenita aprende a vivir casi siempre a base de tropezones, entre momentos de incomprensión y felicidad. Y es que no es fácil abrirse a la vida. El título de historia de mañana es "La edad de mis padres".

Como hacemos cada sábado últimamente, hoy hemos cambiado las sugerencias para esta semana por cinco nuevas. En la parte superior del lateral izquierdo tenéis el enlace.

¡Qué suerte!, últimamente tenemos a Helena de Troya más tiempo por la redacción de Obtentalia, así que tendremos más oportunidades para disfrutar de su presencia y para demostrarle el embelesamiento que nos produce, a ver si se fija un poquito más en nosotros.

Esta semana que está acabando hemos reflexionado, como solemos hacer, de temas diversos. Algunos nos contáis cuál os ha gustado más, y haciendo una recopilación de vuestras opiniones, parece que, en general, la entrada que más os ha gustado esta semana ha sido la de ayer viernes "El cerebro y la emergencia del espíritu". Vamos a darle ahora un repaso a toda la semana. El LUNES hablamos sobre frases reveladoras, esas frases llenas de intenciones, sólo intenciones, que "Inundan el WhatsApp y el FaceBook y nos revelan que hay que vivir al día, que hay que ser positivos, no valorar y aprender de los errores, ser felices, vivir...".

El MARTES nos refirimos a la superstición, que creemos que "nace de la duda, de la que se nutre y en la que anida, de la falta de seguridad en creencias más sólidas y fundamentadas".

El MIÉRCOLES nos preguntamos sobre la voluntad y posibilidad de cambio: "Hay quien dice que proponiéndose algo se consigue. Eso es cierto, ¿pero todos tenemos la misma capacidad de sacrificio y voluntad para perseverar en ese propósito?".

El JUEVES reflexionamos sobre la capacidad personal para ser realista bajo el título "el realismo psicológico en la comprensión del mundo", y entre otras consideraciones decíamos que "Mientras menos elaboración mental inconsciente previa a la valoración del hecho, más objetiva será su comprensión. Esta medida, en principio tan poco objetiva, resulta sin embargo ser muy intuitiva".

Y finalmente ayer VIERNES hablamos sobre la emergencia del espíritu desde el órgano material que parece sustentarlo, el cerebro, y nos decíamos que "Proviene la discusión del hecho de considerar posible o no que de un órgano material, en base a células más o menos organizadas, pueda surgir algo distinto a ello mismo, a esa organización y a la perfección de su diseño, como son la consciencia, las ideas trascendentales, el sentimiento del yo o, de forma general, el aspecto espiritual de la persona".

Si queréis ver todo lo hablado durante esos días no tenéis más que accionar la rueda del ratón para que vayan apareciendo las entradas de estos días anteriores, y sin problema alguno las tendréis a la vista.

Os esperamos mañana con la historia de Helenita.

Por Cástor y Pólux.

EL CEREBRO Y LA EMERGENCIA DEL ESPÍRITU.

El cerebro es un órgano y una máquina fascinante. Parece que de él emana todo lo que nos hace peculiarmente humanos. Su origen y su desarrollo, como la vida misma, es un misterio.

Una vieja disputa enfrenta las ideas de si en el cerebro reside toda nuestra espiritualidad, o si hay algo más en nosotros, distinto a él, que nos da la consciencia y otras características inmateriales. Proviene la discusión del hecho de considerar posible o no que de un órgano material, en base a células más o menos organizadas, pueda surgir algo distinto a ello mismo, a esa organización y a la perfección de su diseño, como son la consciencia, las ideas trascendentales, el sentimiento del yo o, de forma general, el aspecto espiritual de la persona.

¿Cómo del algo puramente material, por complejo que sea, puede surgir algo que no lo es? Los propios científicos y estudiosos del cerebro está divididos a la hora de dar una respuesta. Nosotros, más que estar seguros, intuimos más plausible la posición más restrictiva de que todo, absolutamente todo, reside en ese órgano fascinante, aún las más altas expresiones de espiritualidad o sentimientos trascendentes. A pesar de ser intuitiva no es gratuita nuestra posición, y la basamos principalmente en la experiencia. No hay que ser un estudioso reconocido para observar lo que sucede con las lesiones cerebrales, cómo pueden llegar a privar a quien las padece de sentimientos, pensamiento e incluso de esa espiritualidad tan alejada de lo puramente material de lo que no parece en principio proceder.

No sabemos cómo, pero ello no impide pensar que todo se reduce o se circunscribe al cerebro. Es la idea que queríamos expresar, pero sin duda hay más razones que creemos que la avalan, como también quienes creen que no todo se reduce al cerebro tienen su razones, que bien se merecerían ser tratadas en otra entrada de nuestro blog.

Por Cástor y Pólux.

EL REALISMO PSICOLÓGICO EN LA COMPRENSIÓN DEL MUNDO.

El realismo psicológico, o capacidad para entender el mundo y lo que sucede sin distorsiones o manipulaciones cognitivas, es una característica fundamental para desenvolverse en el mundo de forma satisfactoria, para comprender lo que sucede en "su justa medida", sin exageraciones al servicio de nuestro ego ni otras motivaciones que la desvirtúan.

Esa "justa medida" no es un término absoluto pero sí puede ser objetivo si determinamos unos parámetros a los que ajustarlo. Mientras menos elaboración mental inconsciente previa a la valoración del hecho, más objetiva será su comprensión. Esta medida, en principio tan poco objetiva, resulta sin embargo ser muy intuitiva, de forma que, a grandes rasgos, acabamos sabiendo quién es o no realista, salvo, evidentemente, quien no lo es. Pero estamos metiéndonos en un terreno pantanoso que no es al que queremos llegar.

No podemos ni debemos tachar de irrealista a nadie, simplemente cada cual tendrá una vida acorde con su forma de ver y estar en el mundo. El estar en el mundo tiene tantos aspectos que uno de ellos por sí sólo, como el realismo psicológico, es insuficiente para una integración satisfactoria, aunque como decíamos al principio lo consideramos fundamental, si bien si sumamos éste y otros aspectos favorables tendremos más probabilidad de conseguirla, obviamente.

Y cada uno de nosotros, ¿cómo nos consideramos?, ¿somos realistas? Cuidado con la respuesta, pues no conocemos a nadie que tengamos por no realista que haya contestado que no lo sea.

Por Cástor y Pólux.

VOLUNTAD Y POSIBILIDAD DE CAMBIO.

¡Cuánta importancia tiene la presión social! Tanta que en gran medida actuamos en nuestra relación con los demás mediatizados por ella. Nuestra psicología es principalmente represiva, se adapta a las limitaciones del exterior más que intentar asumir el mando de éste, simplemente porque la principal función del cerebro consciente es la adaptabilidad, por encima del control (nos referimos al control sobre el mundo externo).

La fortaleza interior suficiente para enfrentar esa presión social difícilmente se aprende o se adquiere con su ejercicio. Estamos convencidos de las grandes limitaciones para cambiar nuestra personalidad, para conseguir ejercer la voluntad que no se tiene, para hacer lo más conveniente, así sin más, para cambiar el rumbo de una vida que ya tiene un rumbo, de ser emprendedor cuando se es apocado, de ser comedido cuando se es excesivo, de ser cauto cuando se es impulsivo ...

No, no es fácil cambiar. Hay quien dice que proponiéndose algo se consigue. Eso es cierto, ¿pero todos tenemos la misma capacidad de sacrificio y voluntad para perseverar en ese propósito? Hay quien nos diría "propónganselo de verdad". Nosotros le diríamos que admiramos su capacidad para hacerlo, pero que se equivoca si piensa que todos tenemos esa capacidad. Si así fuera ¿qué hace que no todos consigan sus propósitos? Nos podrían decir "la flojera, el tedio...", a lo que responderíamos que esa flojera y ese tedio son parte de la personalidad que dificulta el ejercicio de la voluntad.

Nada es imposible, aún ejercer de pronto una voluntad que no se ha tenido, pero es harto improbable.

En fin, no queremos convencer a nadie, sólo explicar nuestro punto de vista con la intención de que cada cual reflexione y se posicione.

Por Cástor y Pólux.

LA SUPERSTICIÓN Y EL CONOCIMIENTO.

La superstición es una creencia que no sólo no está basada en la razón sino que en muchas ocasiones es contraria a ella. Es una creencia popular sin base lógica ni racional. No significa ello que lo que no sea lógico ni racional no pueda ser válido. Lo es en un aspecto sentimental, emocional o vital, pues a veces la intuición nos guía certeramente sin ser lógica ni racional. Pero de ahí a darle sentido veraz a la superstición va un trecho.

No creemos en la superstición. Creemos que es una forma más de manipulación por parte de aquellos que se lucran a su costa, a costa de la falta de la verdadera convicción de los demás. La superstición nace de la duda, de la que se nutre y en la que anida, de la falta de seguridad en creencias más sólidas y fundamentadas.

Hay muchos tipos de conocimiento, pero algunos nos dan más conocimientos que otros, y según nuestro modo de ver las cosas los englobamos en los siguientes: conocimientos científico, intuitivo, religioso y supersticioso. Los dos primeros nos dan un conocimiento real del mundo exterior e interior a la persona. Los otros dos nos dan un conocimiento basado en el deseo, nuestro deseo, no en la realidad.

Por Cástor y Pólux.

FRASES REVELADORAS.

Siempre se han usado las máximas y las frases ingeniosas como formas de explicitar, matizar o perfilar las ideas que queremos expresar. Pero desde hace algunos años, y cada vez más, se han popularizado lo que nos gusta llamar frases "reveladoras", para distinguirlas de esas frases ingeniosas y máximas a que nos hemos referido.

Esas frases reveladoras son toda una declaración de intenciones, la declaración de cómo hay que vivir. Inundan el WhatsApp y el FaceBook y nos revelan que hay que vivir al día, que hay que ser positivos, no valorar y aprender de los errores, ser felices, vivir..., revivir...requetevivir... Nos dicen todo aquello que ni hacemos ni somos, son la psicología y pedagogía sincretizadas y reducidas a las dosis que pueda asimilar el vulgo, de ahí su rápida profusión.

Las intenciones, amigo mío, no sirven para nada, más que para ganar tiempo en nuestras tretas cuando queremos convencer a alguien de algo, y siempre que ese alguien sea un pardillo despistado. No, las intenciones se las lleva la más leve brisa, desaparecen en el mismo instante de ser manifestadas, son palabras que sólo llenan la boca cuando se dicen.

Lo hechos, esos sí que son y demuestran. Son la única manifestación de que una intención es verdadera. Los hechos sí que forman parte de lo vivido y de la vida misma, de hecho la conforman.

Por eso, cuando vemos las frasesitas de turno con esa extrema carga de intenciones nos reímos por dentro y nos decimos "otro que se atraganta con palabritas que brillan en el aire". Una buena máxima o una frase descriptiva (y no declarativa) a tiempo pueden llegar a ser una enseñanza, la declaración de una frase "reveladora" tan sólo la obviedad de una intención, en una palabra: aire.

Por Cástor y Pólux.

UN POCO DE MÚSICA: "LA ARAÑA"

Buen domingo.

Nuestros técnicos han estado preparando esta semana una de las canciones que ya teníamos en Obentalia para subirla a nuestro canal OBTENTALIA de YouTube. Creían que no iba a dar tiempo pero finalmente ya está subida.

Se trata de la canción de Orfeo titulada "LA ARAÑA", que fue publicada en Obtentalia el 9 de marzo de 2013. Para escucharla no tenéis más que pulsar sobre el siguiente cuadro, que enlazará con el canal correspondiente a Obtentalia en YouTube:

Si quieres bajarte la canción, puedes hacerlo libremente desde la siguiente página de Creative People (pulsar sobre ese enlace). En la parte derecha de la pantalla hay un icono para bajarla en .mp3. En esa misma pantalla, un poco más arriba, hay un icono con el que podréis consultar los derechos y la licencia  de esa canción.

Reproducimos aquí ahora las palabras con las que Orfeo introdujo su canción el día en que la presentó:

"La araña", perteneciente al disco "Guillermo", editado de forma no profesional en el año 2005, es una canción instrumental que compuse hace más de 25 años, pero no tuve ocasión de grabarla medio decentemente hasta el año 2005. Y digo medio decentemente porque un fallo en la tarjeta de memoria donde guardaba las sesiones de grabación, me obligó a realizar las mezclas de forma precipitada, cuando aún faltaban algunas ideas que plasmar. El resultado no estaba mal del todo, así que decidí que así se quedaría, y así se quedó.

El motivo principal de la canción es un arpegio que dura poco más de cinco minutos, interpretado con guitarra española.

El nombre de "La araña" se lo puse por lo siguiente. Hace ya algunos años, cuando mis sobrinos eran pequeños, les contaba una historia de miedo sobre unas arañas que se metían en el cuarto de un niño que estaba durmiendo e iban subiendo por las sábanas hasta cubrir la cama entera. El cuento se lo amenizaba con la melodía con que se inicia la canción, simple y pegadiza, que iba dándole ritmo a mis palabras y hacía que los niños se imaginaran más fácilmente el movimiento de las arañas subiendo por las sábanas. Luego golpeaba la guitarra de forma inesperada (como la especie de explosión que antecede a la risa de los niños en la canción) y el susto que les producía era mayúsculo, y adictivo, pues pedían que se lo hiciese una y otra vez, a pesar de saber cómo los iba a asustar.

Las risas que se oyen son las de mis sobrinos, originales, sólo que el fallo de grabación al que aludí antes las estropeó en parte y tuve que recortar su duración."

Esperamos que os guste.

Por Cástor y Pólux.

"LA EDAD DE MIS PADRES", POR HELENA DE TROYA.