INTRODUCCIÓN. NUESTRO SILLÓN.

Un día nos sentamos en un sillón a leer, ver la televisión o descansar, y descubrimos lo cómodo que se está en él. Por supuesto queremos repetirlo, y después, cada vez que podemos, nos sentamos cómodamente para pasar un rato agradable. Pasado un tiempo deseamos sentarnos en el sillón no ya para leer o descansar, sino por lo cómodo que se está en él. Finalmente lo único que queremos es "tirarnos" en el sillón, y acabamos viviendo instalados en él.

Como es más fácil mirar al mundo desde nuestro cómodo sillón, perdemos el interés por levantarnos. Al ser conscientes de nuestra excesiva dependencia del sillón nos sentimos culpables pero como sabemos que vamos a seguir sentados un día tras otro, pues, a pesar de todo, preferimos la comodidad, asumimos ese sentimiento de culpabilidad, y para sobrellevarlo acabamos enfocándolo fuera de nosotros. Siempre podemos encontrar algo fuera de nosotros que está mal a lo que echarle las culpas. ¡Cómo nos engañamos para no sentirnos culpables!

En la vida encontramos muchos "sillones" en los que nos queremos sentar cómodamente y no levantarnos. Acabamos quejándonos de ello para no asumir el sentimiento de culpa que nos produce. Y así entramos en una rueda de quejas, culpas, malestares, pero ... no nos levantamos del sillón, porque en él se está muy bien. ¿Qué pretendemos? Nos quejamos pero no hacemos nada para evitarlo, ah, claro, es que la culpa no es nuestra. ¿Veis las nubes de la foto de hoy y las que están en el horizonte? Eso es lo que nos espera por no tomar las riendas de nuestra vida, o al menos por no intentarlo. Siempre nos podemos equivocar, pero si seguimos sentados en el sillón nos equivocaremos seguro.

Ya hablábamos este jueves pasado de la queja, y de como suele ir asociada a la imposibilidad de hacer algo al respecto. Nos quejamos de nuestra mala situación y no hacemos nada para evitarla, ¿Por qué? puede ser por nuestra educación, por nuestra mentalidad amoldada al sentir de un tiempo que evoluciona tan rápidamente que la hace quedar desfasada ... Lo que importa, más que la causa, es darle una solución. No podemos vivir de espaldas a una realidad que amenaza con devorarnos. Hemos de encontrar nuestras razones y motivaciones para actuar, es lo único que hará que encontremos placer en levantarnos del sillón.

Os dejamos hasta mañana con cuatro nuevas sugerencias que podéis encontrar en los títulos móviles.

Buen fin de semana.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. UN PUENTE.

Queremos hacer como el puente de la foto de hoy. Poder superar obstáculos y dificultades para continuar nuestro camino, sin quedarnos varados en una situación que nos impida crecer y evolucionar.

Tenemos un camino que queremos recorrer y no podemos dejar que nada impida realizar nuestro sueño. No sabemos si lo conseguiremos, pero lo deseamos lo suficiente para querer morir en el intento. Tal vez el último día de nuestras vidas aún no hallamos conseguido llegar a nuestra meta, pero queremos que ese día nos sorprenda caminando hacia delante, intentado llegar, no queremos estar parados, entregados, sumisos y sin ilusión.

Cada uno tenemos nuestro sueño y nuestra meta, sólo hemos de desearlo mucho para que pueda cumplirse. Hablamos de la posibilidad. Pero eso es lo máximo que puede garantizarse. Sin la posibilidad no hay nada. Así que ya es mucho.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. NOS QUEJAMOS.

¡ Qué desgaste psicológico el que produce la queja constante ! Y no sólo la propia, también la ajena.

La queja propia abate el ánimo, aunque siempre podemos reponernos. Pero la queja ajena desgasta y mina el ánimo como si de una enfermedad se tratara, una enfermedad difícil de sanar ya que su causa está fuera de nosotros.

¿ De qué sirve tanta queja ? Sirve para desahogarse, para expresar un desacuerdo, una desazón, que no se está contento, por ejemplo con el trabajo. ¿ Y de qué sirve la queja continuada y constante? Para nada, o más bien para conseguir un estado negativo y de malestar que en nada nos beneficia.

Nadie quiere estar cerca de esas personas que constantemente están quejándose pero que son incapaces de hacer nada para evitar su situación. Y se quejan, un día tras otro, hasta la saciedad. Es una incoherencia la queja constante sin más. Por supuesto que muchas veces no podemos hacer nada por mejorar, pero entonces hemos de buscar signos positivos que nos ayuden a superar los malos momentos. Lo incoherente es quejarnos y quejarnos sin más, cayendo en una espiral negativa a la que arrastramos a todos los que nos rodean, pues la queja no puede ser un estado constante, sino una situación puntual de denuncia.

Tenemos que ayudarnos a nosotros mismos, y un flaco favor nos hacemos quejándonos constantemente sin hacer absolutamente nada para evitarlo.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. NOS OCULTAMOS.

Todo parece lo que no es ... El viento corre y no es viento, el mar ruge sin ser mar y el hombre habla ¿siendo qué?

Abrazamos la certeza como lo cierto, en la seguridad de no poder equivocarnos, y lo hacemos ya cuando pretendemos no hacerlo.

Mostramos en cada momento el lado que nos interesa, e igualmente vemos sólo la parte que queremos ver.

Mostramos, ocultamos, argúimos, rebatimos... bla, bla, bla. No queremos ver la verdad y la ocultamos tras una pantalla a la que llamamos ¿vitalismo?, ¿religión?, ¿realismo?, ¿ignorancia?

No somos sinceros, pero porque no podemos serlo, y a veces ni lo sabemos.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. DUALIDADES.

Los sentimientos y las emociones nos hacen ser humanos, pero la razón y el pensamiento también. Todo ello mezclado en desconocidas proporciones dan lugar a esa rareza llamada hombre, capaz al mismo tiempo de negar y afirmar, de llorar y reír, de soñar y sufrir, de amar y odiar, de ayudar y olvidar ...

La contradicción se matiza y deja de serlo, la lógica se imagina y se convierte en sueño, el amor se retuerce y se hace odio, el recuerdo se anhela y se torna olvido.

¿Quienes y qué somos?, ¿cuál es el origen y la naturaleza de esa dualidad que nos compone y nos descompone?

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. MADRID Y UN MOTIVO.

Este fin de semana tuvimos que viajar en coche desde el sur hasta Madrid. Por  el camino nos llovió a mares. Que emocionante resulta viajar bajo esas condiciones ... Se siente uno tan dependiente de la naturaleza, de su fuerza,  y a la vez tan identificado.

Ya en Madrid asistimos a unas importantes reuniones de las que creemos que puede depender nuestro futuro. Ya hemos hablado en dos ocasiones (la última este sábado pasado) de nuestro nuevo proyecto laboral en equipo,  y os hemos dicho que si estáis interesados nos enviéis un correo a grupo_obtentalia@obtentalia.com, y os pongáis en contacto con nosotros. Ya tenemos el equipo casi formado, y una vez finalizado ... ¡a despegar!

En Madrid frío y lluvia, aunque el domingo algo menos. Por la tarde partida hacia el sur, y por el camino lluvia y más lluvia, otra vez a gozar del paisaje. Nos trajimos frío en los huesos, cansancio, mucho cansancio, y aún menos dinero en los bolsillo, pero a cambio también nos trajimos una cantidad ingente de ilusión y ganas de comenzar el proyecto. Y es que cuando se tiene un buen motivo nada es imposible.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. ARGONAUTA, UNIVERSO Y RETOS.

Buen domingo, queridos visitantes. Bienvenidos a Obtentalia. Si es la primera vez que nos visitáis daos una paseo, después de leer esta introducción, por nuestros contenidos y páginas, conoced a nuestros colaboradores y nuestro estilo de trabajo, y después, si os ha gustado, tal vez te conviertas en otro colaborador o en un nuevo asiduo a Obtentalia. Pero juzga por ti mismo.

Como veis, la foto de cabecera de hoy es la misma que la de ayer, un pequeño problema nos ha impedido cambiarla, pero mañana volveremos a nuestra "rutina" de una foto por día, es lo que nos gusta, la variedad, seña, por otro lado, de nuestro blog.

Hoy tenemos una nueva historia de ARGONAUTA, "Cartas brasileñas". Aún no nos hemos repuesto del de la semana pasada "Angola", cuando nos lleva a otro continente, a visitar Brasil. Es una nueva historia en clave personal, de ilusiones y sueños cumplidos, de la fe en lo positivo como forma de construir nuestro propio futuro, del destino creado a fuerza del empeño y la perseverancia en nuestras convicciones y nuestros deseos. Ese es el fondo del artículo de Argonauta, realista, sentimental, emotivo, y directo, aderezado con ese toque personal que, sin ser propiamente humorístico, sabe provocar una sonrisa en el lector, algo que siempre se agradece. ¿Qué más decir de su artículo? Que lo leáis sin más, sin sentiros provocados o influidos por lo que acabamos de expresar, que es nuestra propia percepción de la historia, para que en nada se modifique la vuestra y lo distinto que os pueda aportar. La tenéis tras esta introducción (en su página no la tendremos hasta mañana seguramente), a golpe de ratón, como solemos decir. 

Estos días parece que va a llover un poco. Ya es hora de que el tiempo nos cale un poco y vivamos a su ritmo el ritmo de la naturaleza, del que poco a poco nuestra  evolución y nuestra consciencia nos han ido desacompasando.

Muchas veces oímos que estamos sincronizados no ya con la naturaleza, sino con todo el Universo. Y algo de verdad hay en ello. Formamos parte de un todo, y la emergencia de ese todo sólo puede ser comprendida a partir de sus partes. Así nosotros formamos parte de algo mucho mayor, de algo cuya comprensión se nos escapa a pesar de nuestro empeño, pero que de alguna forma depende tanto de nosotros como nosotros de él. Aunque, dicho así, pare más una cuestión de lógica formal que otra cosa.

Esta semana ha sido una semana algo extraña o diferente (¡bienvenido sea algo diferente!). Hemos tenido que meditar sobre nuestra posición en la atalaya, es decir, sobre nuestra motivaciones y necesidades y hemos tenido que redefinir y preparar algunas actuaciones sobre nuestro nuevo proyecto (del que os hablamos el fin de semana pasada y os volveremos a hablar), entre otras cosas. Queremos sacar todo adelante, y eso a veces pasa factura.

Esta semana que empieza es un nuevo reto. Así nos lo planteamos y así queremos hacerlo. Deseamos que nuestro futuro sea "NUESTRO", y por eso queremos construirlo con nuestro esfuerzo y nuestros motivos.

Feliz semana y ¡ÁNIMO!, a por ella.

Por Cástor y Pólux.