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sábado, 25 de enero de 2014

"HELENITA" Y LA E.G.B. EL VÍDEO DE UTRERA.

¿Os gusta la fotografía de hoy? Una playa solitaria al atardecer, todo un gustazo..., el que nos damos nosotros casi a diario al pasear por ella antes de volver a la atalaya desde la que os escribimos esto. Se trata de necesidad, pura necesidad.

De nuevo hemos podido tomar el tren para llegar hasta aquí, hasta este día. Un día más, y sumando sumando vamos acumulando meses, años, décadas...

Dejemos por ahora tranquilo el tiempo ...

Mañana domingo nuestra colaboradora Helena de Troya nos presentará otra historia de "Helenita", titulada "Confesiones", que trata de las confesiones que hacía Helenita con un cura cuando cursaba sus estudios allá por el octavo curso del anterior sistema educativo E.G.B. Seguro que os entretendréis con su lectura. 

Como cada semana hemos renovado las "Sugerencias para ver esta semana", así como "Hace un año..." 

Os hablábamos el fin de semana pasada de un vídeo sobre el pueblo de Utrera, localidad a la que nos sentimos vinculados por varias razones que no vamos a explicar ahora. Nuestro más sincero agradecimiento a la persona que nos lo ha enviado al correo electrónico. Nos ha gustado mucho, así que aquí lo tenéis (si queréis verlo directamente en la página de YouTube pulsad aquí):



Publicado el 26/10/2012
Vídeo turístico con información de el pueblo sevillano de Utrera y sus alrededores. Muy recomendable para ver. Disponible en 3D (ver opciones de vídeo) con gafas azules y rojas. Realizado por el departamento turístico de Utrera










Hasta mañana.

Por Cástor y Pólux.

viernes, 24 de enero de 2014

EL DESPRECIO QUE NOS DELATA.

Si vemos a alguien resolutivo e inteligente nos impresiona y queremos agradarle, le ayudamos si nos lo pide, pues también nosotros queremos mostrar nuestra valía ante él. Si por el contrario vemos a alguien que nos parece torpe, o lento, o poco inteligente, no nos agrada y solemos tratarle con indiferencia y desprecio, sin ningún interés por ayudarle si lo necesita. ¿Y no debiera ser al revés?

¿Por qué despreciamos a quien está en más desventaja en esta vida? Debiéramos ayudar antes a quien más lo necesita, pues quien es inteligente y resolutivo ya se vale bien por sí mismo. Pero tendemos a hacer lo contrario, ¿por qué?

El orgullo y la soberbia nos pueden. Nos gusta sentirnos importantes y superiores, por eso nos gusta estar con quien es así, pues al estar a su lado creemos estar a su altura, pero es sólo eso, una creencia (vano intento ese de intentar ser quien no somos). Sin embargo al estar al lado de alguien que sentimos por debajo de nosotros nos gusta marcar la diferencia, para dejarnos claro que no somos así, lo que nos lleva a despreciarlo y no mezclarnos en sus intereses.

¡Cómo somos las personas!, ¡qué inanes, vanos y fútiles! La apariencia no nos hace mejores, pero es tal la necesidad psicológica de sentirnos importantes y los mejores que obviamos algo tan elemental como que "el hábito no hace al monje". Sólo nos engañamos a nosotros mismos. En el fondo tenemos miedo a ser como esas personas a las que despreciamos. ¡Qué difícil es ser humilde y aceptar las propias limitaciones...! Por eso las personas que lo hacen son grandes personas.

Por Cástor y Pólux.

jueves, 23 de enero de 2014

OTRA REFLEXIÓN SOBRE LA IGNORANCIA, POR ANTONIO, SEGUIDOR DE OBTENTALIA.

Ayer hablamos de la ignorancia de la juventud (podéis leerlo tras esta entrada, apenas dándole a la rueda del ratón). Y un amable seguidor de Obtentalia, Antonio García, nos ha enviado desde Cádiz al correo electrónico ( grupo_obtentalia@obtentalia.com ) su propia reflexión sobre la ignorancia, vista desde otro punto de vista. Nos ha parecido interesante y por eso la publicamos hoy como entrada y reflexión del día, por supuesto con su visto bueno.

Y aquí os reproducimos su correo.

"He leído con interés vuestra reflexión de hoy, y me ha resultado interesante. Pero yo siempre pensé en la ignorancia desde un punto de vista distinto. Por ejemplo la ignorancia sobre algo que tenemos que hacer (el desconocimiento de la forma de hacerlo o afrontarlo), como un viajo solo por primera vez, una entrevista de trabajo, resolver un papeleo de cierta complejidad o enfrentarnos por primera vez a un cajero automático.

La ignorancia frente a acontecimientos de este tipo puede producir temor, miedo a ser incapaz de afrontarlos o resolverlos, pero curiosamente también puede producir el efecto contrario, cierta tranquilidad por ignorar uno lo que le espera, por creer que es algo trivial cuanto no lo es.

En cualquier caso la ignorancia nos hace percibir las cosas fuera de su contexto real, bien como algo que nos desborda y a lo que tememos enfrentarnos, bien como algo de lo que no apreciamos su verdadera magnitud y que afrontamos por tanto convencidos de nuestras posibilidades, incapaces de ver lo que se nos viene encima.

La ignorancia distorsiona nuestra visión de los hechos y de la realidad que hemos de afrontar, pues tenemos un conocimientos parcial de ellos y en ocasiones ningún conocimiento, lo que crea la expectativa de que todo es posible cuando no es así."

Un saludo para Antonio y todos nuestros lectores en general. Por cierto, bella tierra la gaditana, de cuyas playas, en particular, guardamos gratos recuerdos. Además el otoño pasado estuvimos por parte de su costa buscando ubicación para nuestra atalaya. Pero esa es otra historia.

Por Cástor y Pólux.

miércoles, 22 de enero de 2014

LA OSADA IGNORANCIA DE LA JUVENTUD.

La ignorancia siempre es osada, pues no sabe de los límites que impone el conocimiento. Conocer es limitar, acotar, delimitar el ámbito de actuación de lo que es objeto de conocimiento. Por ello la falta de límites que impone la ignorancia hace que todo, o casi todo, sea posible.

Pero hay muchos tipos de ignorancia, y una de ellas es la que nos da la falta de experiencia. "Más sabe el diablo por viejo que por diablo" reza el refrán. Otra forma de ignorancia es la de creer saber sin realmente saber. Esta otra forma de ignorancia es más difícil de detectar por quien la padece y lleva implícita una gran falta de humildad. Ambas formas de ignorancia son propias de la juventud, aunque por supuesto no necesariamente.

El primer tipo de ignorancia que hemos señalado es casi ley de vida, pero puede hacerse consciente y suplirse, al menos en parte, con la reflexión y la observación. El segundo tipo nos convierte en esclavos de la propia ignorancia.

La juventud cree tenerlo y saberlo todo. Tamaña ignorancia sólo se alcanza en la juventud, luego va decayendo de forma natural. ¡Qué le vamos a hacer! No puede tenerse todo. A la madurez y la vejez le falta el ímpetu y la osadía de la juventud, y a ésta el conocimiento y la experiencia de aquéllas. Aunque si nos dieran a elegir suponemos que casi todos elegiríamos la juventud, tal vez por la perspectiva de vida. Pero la madurez tampoco está nada mal. A veces, creemos que muchas veces, es la mejor época de la vida. Aunque también creemos que la mejor época de nuestra vida debiera ser la que tenemos en cada momento.

Por Cástor y Pólux.

martes, 21 de enero de 2014

NECESIDAD DE REFLEXIONAR.

Someter todos nuestros pensamientos e ideas a una mínima reflexión es una práctica positiva y beneficiosa para el autocontrol mental y de nuestras vidas. Creemos que tiene más importancia de lo que en un principio pudiera parecer, pues su beneficio va más allá de una mera practica mental.

En muchas ocasiones utilizamos en nuestros razonamientos prejuicios y argumentos aparentemente veraces sin serlo, o nos basamos en argumentos que nos parecen falsos pero no lo son, lo que hace que construyamos pensamientos sin ninguna consistencia.

Basar actuaciones, opiniones y juicios en ideas sin una previa elaboración que filtre y separe lo aparentemente veraz de lo que lo es, provoca que puedan rebatirnos fácilmente aquello de lo que hablamos, y lo que es peor, que descubramos o alguien nos descubra que nuestro pensamiento está vacío y es inútil, que el andamiaje que sostiene nuestras últimas creencias se desmorona con éstas.

Hay quien frente a esa situación simplemente la niega, es más fácil. Pero la persona reflexiva no puede contentarse con ello. Precisamente la reflexión es la única forma de consolidar ideas y pensamientos, de argumentar de forma segura nuestras creencias. Y una reflexión profunda y seria lo somete absolutamente todo, incluidos los pensamientos más simples e inmediatos, o aquéllos que suponemos válidos desde siempre porque nos han sido dados desde que tenemos uso de razón. Tal vez éstos sean los más peligrosos porque son los que más difícil nos resulta cuestionar.
René Descartes.

En realidad ese era el "Método" que proponía el filósofo, matemático y físico francés Descartes (1596-1650), considerado el padre de la filosofía moderna por esa forma de pensar, de poner en entredicho el bagaje de ideas que presuponemos ciertas, parte de su denominado racionalismo.

Pero no nos hace falta conocer a Descartes para entender la necesidad de reflexionar sobre todo lo que damos por supuesto, como mínimo por una cuestión de pura profilaxis racional.

Por Cástor y Pólux.

lunes, 20 de enero de 2014

LA FE, UNA NECESIDAD MUY HUMANA.

La fe tal vez sea una necesidad humana, la necesidad de una referencia, de una guía o de una compañía. La complejidad de la mente humana la hace también muy dependiente, y tal vez esa dependencia esté en la base de la fe. Y tal vez, de nuevo tal vez, la fe más difícil de conseguir y más fuerte sea la fe en uno mismo, hacer de uno mismo la referencia vital. Es fortaleza interior, no egoísmo, es autodeterminación, no dependencia.

¿Qué hace falta para creer en uno mismo? Seguridad, mucha seguridad, reflexión y autodeterminación. Pero ante todo seguridad, capacidad que no suele adquirirse (nada es imposible) si no se nace con ella o no se adquiere rápidamente.

La fe es una necesidad humana, muy humana. Incluso podríamos seguir la historia del hombre a través de la historia de su fe. Fe en Dios, en los demás, en uno mismo, en la bondad, en una meta, incluso en el dinero. Nuestra ambición llegará hasta donde llegue la ambición de nuestra fe.

Por Cástor y Pólux.

domingo, 19 de enero de 2014

"IDIOSINCRASIA Y RELATIVISMO CULTURAL", UTRERA, FACEBOOK Y FOTOS.

Como os dijimos ayer, hoy os traemos el escrito que nos envió hace unos días al correo electrónico (grupo_obtentalia@obtentalia.com) un lector habitual de nuestro blog, del que conocemos, así lo quiere él, su nombre, Adolfo, y poco más. Se titula "Idiosincrasia y relativismo cultural". Nos pareció interesante y diferente, y por ello lo publicamos hoy, no sin darle ante públicamente las gracias por compartir sus conocimientos y reflexiones con todos nosotros. Podéis acceder a él pulsando sobre el título escrito, situándoos con el ratón en la entrada inmediatamente anterior a ésta, desde "Últimos contenidos" (en el lateral izquierdo) o desde la página "Otras colaboraciones".

Trata de unas conclusiones o consideraciones sobre las distintas culturas y sociedades en base a los datos a que ha tenido acceso por un trabajo sobre naturalización (adquisición de nacionalidad, en este caso española). Esperamos que también os guste a vosotros y os aporte algo su lectura.

También nos han enviado un vídeo sobre una bella localidad sevillana, Utrera, a la que por cierto estamos muy vinculados en Obtentalia. Hoy no nos ha dado tiempo, pero pronto, a ser posible el fin de semana que viene, os lo podremos presentar. Recordad también que para la semana que viene tenemos ya preparada una nueva historia de Helenita, el personaje de nuestra colaboradora Helena de Troya, la colaboradora que nos funde los fusibles cada vez que nos da un beso de bienvenida.

Recordaros que podéis ver los contenidos que os sugerimos en "Sugerencias para ver esta semana". Podéis buscar más contenidos con el buscador (en el lateral derecho bajo la fotografía de cabecera), mediante las "Etiquetas" o con el índice por fechas del "Archivo del blog", estos dos últimos en el lateral izquierdo del blog.

Queremos aprovechar para saludar a todos los nuevos visitantes que nos han conocido a través de nuestra página en FaceBook, y agradecerles que muchos hayan pulsado el botón de "Me gusta".

Estamos abiertos a la colaboración de todos vosotros, como la de hoy de Adolfo, por ejemplo. Podéis enviar vuestros escritos o lo que creáis de interés a nuestro correo grupo_obtentalia@obtentalia.com (como indicamos bajo la fotografía de cabecera) y ya nos pondremos en contacto con vosotros.

Como sabéis, cada día cambiamos la foto de cabecera del blog. Si queréis ver las publicadas en los últimos meses no tenéis más que pulsar sobre la foto y accederéis a una galería que las contiene. Algunas fotos nos las han mandado algunos lectores, así que si tienes alguna buena foto del estilo de las que solemos poner (paisajes, el mar, la playa, el cielo, nubes...) puedes enviarla para que la publiquemos en la cabecera. Cuando así lo hacemos siempre ponemos debajo el autor de la fotografía.

Que tengáis una buena semana y que la vida, generosa, nos deje disfrutar por más tiempo de estos momentos que tanto nos gusta compartir con todos vosotros.

Por Cástor y Pólux.

IDIOSINCRASIA Y RELATIVISMO CULTURAL, POR ADOLFO, UN LECTOR DE OBTENTALIA.

IDIOSINCRASIA Y RELATIVISMO CULTURAL.
(Adolfo, un lector de Obtentalia, 19 de enero de 2014.)


 Hola Cástor y Pólux. Por fin me he atrevido a enviaros un “informe”, por llamarlo de alguna manera, sobre cosas que me han llamado la atención de un trabajo que tuve que realizar, el examen de expedientes de nacionalidad por residencia y la elaboración de un informe previo de concesión o denegación de esa nacionalidad. Pero antes me gustaría hacer una pequeña introducción.

La relatividad cultural es una realidad bien estudiada. Cualquiera que haya viajado, leído o estudiado habrá advertido que los valores que rigen una cultura no son equiparables a los de otra, es más, los distintos orígenes y fundamentos de esos valores hacen imposible calificarlas conforme a algún criterio común, es decir, no podemos decir si alguna es mejor o peor que otra, tan sólo que son diferentes. Incluso dentro de las mismas culturas y sociedades se da este relativismo.

Por supuesto que pueden medirse aspectos concretos de una sociedad y compararse, como el paro, la tasas de delincuencia, el número de asesinatos, el número de nacimientos, las preferencias de moda, el número y alcance de las leyes restrictivas, etc., pero la comparación de esas estadísticas sólo nos hablarán de aspectos muy concretos, y en nada limitarán o acotarán el relativismo cultural.

Los datos que voy a aportar están basados en un número pequeño de datos respecto del total (unos 450 o 500 expedientes frente a miles), por lo que el sesgo introducido puede ser importante.

Digo todo esto porque quiero situar los datos a los que me referiré en su justa medida, y que nadie saque consecuencias más allá de lo que verdaderamente quiero decir. Voy a dar determinados datos culturales y sociales basados en datos que claramente introducen sesgos que creo no los invalidan, sólo hay que entenderlos en la medida en que son recopilados. No ponen en duda mentalidades o culturas, ni las tachan de determinados defectos, tan sólo creo que explicitan comportamientos culturales o sociales propios o comunes de algunos países. Cosa distinta es que cada lector compare con su mentalidad y cultura esos hechos y le parezcan reprobables, pero no soy yo ni los datos quienes producen tal reprobación, sino la interpretación de cada cual.

Hace algún tiempo, y por cuestiones laborales, estuve en contacto con expedientes de naturalización tramitados por el Registro Civil, dependientes por tanto del Ministerio de Justicia, en particular con las solicitudes de nacionalidad española por razón de residencia (el requisito para obtenerla es haber vivido ininterrumpida y legalmente en España un determinado número de años ), pues hay otros motivos, que no vienen al caso, para solicitar esa nacionalidad. Esos expedientes tiene material sensible, como datos y documentos privados, entrevistas personales, datos fiscales, contratos de trabajo, informes policiales, certificados de antecedentes penales, etc. Para la concesión de la nacionalidad se siguen unos criterios objetivos y otros subjetivos. En cuanto a los criterios subjetivos voy a referirme a los dos más importantes, la integración en la sociedad española y la conducta cívica del solicitante.

La integración la aprecia el Juez instructor del expediente, básicamente con una entrevista personal con el solicitante. Así determina si habla español, y conoce las costumbres, las instituciones y los valores democráticos y sociales de este país.

La conducta cívica la aprecia el “preparador” del expediente, encargado de ver toda la documentación aportada y elaborar una propuesta previa de concesión o denegación de la nacionalidad en base a los referidos criterios objetivos y subjetivos, que posteriormente será elevada a la Dirección General encargada de la concesión o denegación definitivas. El procedimiento es en realidad algo más complejo, pero lo simplifico en aras a la claridad y comprensión. La apreciación de la conducta cívica se basa en los informes de antecedentes policiales, del registro de penados y rebeldes y de antecedentes penales del país origen, y depende de la gravedad de los delitos imputados o cometidos y de las sentencias condenatorias.

La gran mayoría de solicitantes de nacionalidad española por residencia provienen de ciudadanos sudamericanos, especialmente Colombia, Ecuador, Venezuela y República Dominicana. Creo que son dos las razones fundamentales para ello: que el requisito de tiempo de residencia es menor (2 años frente a los 10 años de la norma general), y que los lazos culturales y de lenguaje facilitan su integración.

En cuanto a la integración, lógicamente, no suelen tener problemas, pero en cuanto a la conducta cívica son los que más antecedentes policiales y condenas tienen por violencia y maltrato en el ámbito familiar. Hay que tomar con cuidado este dato, pues al ser la mayoría de los expedientes de ciudadanos sudamericanos es normal que sean también la mayoría en todo tipo de delitos. Pero tampoco es así totalmente, pues los delitos por violencia y maltrato en el ámbito familiar son prácticamente exclusivos de estos ciudadanos. Aunque menos, también habrían de aparecen en ciudadanos de otras nacionalidades, pero prácticamente no es así. Por detrás de ese tipo de delitos está el tráfico de drogas, el robo y la estafa. Hay que aclarar que la mayoría de los expedientes no tienen antecedentes policiales ni judiciales, nos hemos referido sólo a los que los tienen.

El segundo colectivo que más solicita la nacionalidad española es el marroquí. El problema más importante que presenta este colectivo para obtener la nacionalidad española es la integración en nuestra sociedad. También esto parece evidente, pues están más alejados de nuestra cultura que los sudamericanos. Pero hay algo que ha llamado mi atención: si el tiempo de residencia requerido para los marroquíes es de 10 años, teniendo en cuenta que las preguntas que suelen hacer el Juez instructor para determinar el grado de integración podríamos definirlas como de cultura general muy básica (del tipo quien es el Presidente del gobierno o el Presidente de su Comunidad Autónoma, el nombre de algún río de la comunidad donde vive, el nombre de algún personaje famoso o el sistema de gobierno), ¿cómo hay un índice tan algo de falta de integración?, ¿en 10 años no han aprendido cosas tan básicas?, ¿ni siquiera las han aprendido para la entrevista que es de su propio interés? Parecen ser los marroquíes más cerrados con sus propias costumbres y menos abiertos a las ajenas. Tras la falta de integración su mayor problema para obtener la nacionalidad son los delitos por tráfico de drogas.

Pienso que, independientemente del sesgo al que evidentemente están sujetos los datos de los que he hablado, los comportamientos generales de determinadas nacionalidades o sociedades (en este caso sudamericanos y marroquíes) se deben principalmente a condiciones sociales y culturales. De los datos que he dado no deduzco que los sudamericanos peguen con más frecuencia a sus mujeres o que los marroquíes sean poco sociables fuera de sus fronteras, sino que la cultura y sociedad sudamericana, y me refiero exclusivamente a los países antes citados, propician o no castigan debidamente determinados comportamientos violentos (como estaba hace algunos años España), y que la cultura y la sociedad marroquí tiende a cerrarse sobre sí misma.

Los demás ciudadanos que solicitan la nacionalidad, originarios de distintos países (Europa y África principalmente), tomados en su conjunto no se definen por ninguna tendencia en cuanto a la integración o la conducta cívica.

Esto no es ni mucho menos un estudio riguroso, sino más bien conclusiones que avalan y reafirman el relativismo cultural, sin entrar a juzgar comportamientos

Espero que pueda ser de vuestro interés todo eso, y si lo creéis oportuno tal vez podríais publicarlo. He dudado si enviároslo o no, pues aún tengo cierto temor a que se malinterpreten los datos que doy, por eso su publicación la dejo a vuestro mejor criterio.


Un saludo, y a ver si algún día me lleváis a vuestra atalaya.