Hoy os voy a dejar como sugerencias varias entradas antiguas de este blog, concretamente de los días 2, 3 y 4 de octubre de 2012.
A continuación dejo los enlaces en el mismo orden de los días citados. Sólo tenéis que pulsar con el ratón sobre el nombre la entrada. Espero que puedan ser de vuestro interés al menos en algún aspecto.
Estamos preparando una nueva portada para nuestro blog. Incluirá también, por supuesto, el nombre de Obtentalia, pero queremos darle un aire de renovación, pues hace ya tiempo que tenemos la misma.
Pero nos asaltan ciertas dudas. Cuando creemos estar seguros del diseño y decididos a usarlo alguien nos comenta que no le gusta y nos hace dudar. Lo variamos una y otra vez y siempre encontramos a alguien que no le gusta. A quien le gusta uno no le gusta el otro.
¿Será una muestra más de nuestra inseguridad? Seguro que sí. Pero el problema de la inseguridad no es tenerla, pues todos la sentimos, sino dejarnos paralizar por ella y no actuar. Así que hemos decido que guste o no, vamos a cambiar el diseño por el que nos guste a la mayoría y sin preguntar más.
Os avisaremos cuando lo vayamos a cambiar, no más allá de diez o quince días. Así aprovechamos y tenemos portada nueva para el año nuevo que se acerca.
Creo que no es la primera vez que comienzo una entrada con esa sensación. Realmente no estoy harto y cansado, pero me produce hartazgo y cansancio el que una y otra vez todos repitamos lo mismo, los mismos errores, los mismos defectos, las mismas pretensiones, la misma desidia, la misma falta de respeto, la misma incoherencia, la misma irreflexión ...
No sé si de verdad nada nuevo hay bajo el sol, pero lo que hay, viejo o no, tiene aspecto de caduco y manido, y hasta huele a rancio.
Mañana me levantaré y procuraré salir de esta gran sombrilla bajo la que parecemos estar todos tan a gusto, aunque seguramente acabaré debajo de otra sombrilla, distinta pero igual.
Luz tardía que recorres con palidez cada rincón de la memoria olvidada.
Los sonidos finales avivan la imaginación de un mundo que lucha por no desvanecerse, el trinar oculto en la copa de los árboles, el murmullo de los últimos transeúntes, voces de niños jugando, y a lo lejos el fluir conjunto del último suspiro.
Tus ojos brillan del color del sol, casi ausentes, casi ocultos en sí mismos.
Tu frente, ansia de mi deseo, me separa de ti como de mí, y une mi locura a la tuya.
La pérdida de valores comunes en una sociedad es motivo de disgregación y falta de identidad. El daño es importante porque debilita esa sociedad frente a valores ajenos e impropios que proliferan aprovechando esa falta de unidad. El problema es que estos valores ajenos dañan aún más a la sociedad que su propia pérdida de valores.
Un ejemplo de todo ello podría ser la facilidad con la que la extremistas islámicos encuentran adeptos en la sociedad occidental, tan lejana a sus ideales.
No sabría decir si esa falta de valores comunes es buena o mala, pero está claro que el liberalismo que impregna nuestra sociedad, tan importante para nuestra libertad individual y nuestro sentir democrático, se muestra punto débil frente a concepciones autoritarias que tienen en la imposición una seña de identidad.
La libertad, como la sociedad de bienestar, también se paga, y a un precio que queda en el reverso de su etiquetado y que ni solemos ni queremos mirar, no sé si por dejadez o por miedo a conocer su alto precio.
La libertad es un bien difícil de gestionar, es como un manjar al que no queremos renunciar aún sabiendo que nos puede indigestar.
La pérdida de la identidad como pueblo, como sociedad, como grupo, abona sentimientos nacionalistas y separatistas, legítimos seguramente en la mayoría de los casos, pero en definitiva un cambio real que nos lleva por un camino incierto.
Hoy os voy a proponer una canción de uno de los músicos más prolíficos y reconocidos de música moderna, rock y pop, aún en activo, a quien es difícil no conocer, Paul McCartney. Resulta difícil escoger una canción entre su extensa y exitosa discografía. Finalmente me he decantado por una de sus canciones con el grupo Wings, en particular de su segundo disco "Red Rose Speedway", editado en 1973 (de nuevo una canción de la década de los setenta, sin duda musicalmente algo me atrae de esa década).
El citado disco fue el segundo que editara con Wings, grupo que formó tras la separación de The Beatles, justo antes del disco "Band on the run", tal vez el más conocido del grupo.
La canción que más éxito logró del disco "Red Rose Speedway" fue sin duda "My love", una balada preciosa que atrapa desde el primer momento. Pero la canción que os propongo es la que cerraba la cara A del vinilo editado originariamente, "Little Lamb Dragonfly", algo atípica, que no excepcional, dentro del disco y del tipo de canción que solía componer, tanto por la estructura como por su duración de más de seis minutos.
Os dejo unas citas hablando de esta canción:
- "Una manera de nombrar bajo una misma denominación otras canciones como ‘Little Lamb Dragonfly’, ‘Little Pigeon’ o ‘Loup (1st Indian On The Moon)’ sería pop progresivo, pues sin perder la predominancia de la melodía sobre el ritmo, los instrumentos van cobrando protagonismo gradualmente a medida que se va progresando." (http://jesusgran.wixsite.com/clasicosdelrock/paul-mccartney).
- "[...] texturas complejas e intrincadas con algunas fases de experimentación que se entremezclan con desarrollos que maravillan por su sencillez y calidad haciendo fácil lo difícil.
Acertados arreglos tanto instrumentales como vocales (mención especial para las armonías de su esposa Linda) que enfatizan las emociones buscadas y sobre todo grandes composiciones como la balada “My Love”, [...]; la deslumbrante ‘Little Lamb Dragonfly’ con destacadas variantes melódicas." (http://www.alohacriticon.com/musica/criticas-discos/paul-mccartney-wings-red-rose-speedway/).
Y aquí tenéis el vídeo con la canción. Que la disfrutéis.