NUESTROS PROPIOS BARROTES.

No hay mayor cárcel que la de no poder dejar de ser quien se es.

Gustarse a sí mismo no es más que una treta psicológica para contentar lo "incontentable".

Y así nos va la vida, entre barrotes que somos nosotros mismos.

Pero hay, bendita felicidad, quien aún no lo sabe.

Por Pólux.

POESÍA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

   AL MAR ANOCHECIDO

¡Si su belleza en mí morir pudiera 

como en ti, mar, se borran los colores 

que el sol divino te dejó, en las flores 

de luz de toda su jentil carrera!

Mas ¿qué es la muchedumbre, pasajera 

eterna, de este oleaje de dolores, 

para tal resplandor de resplandores, 

alba sola de toda primavera?

¡Mar, toma tú, esta tarde sola y larga, 

mi corazón, y da a su sufrimiento 

tu anochecer sereno y estendido!

¡Que una vez sienta él cual tú, en la amarga 

infinitud de su latir sangriento, 

el color uniforme del olvido!

RECORDANDO LA MÚSICA DE FRANCISCO GARCÍA: MIRADAS II.

Hoy vamos a recordar una de las canciones que nuestro asesor musical, Francisco García Navarro, ha compuesto y publicado en Obtentalia. Corría el 27 de octubre de 2012 cuando nuestro colaborador, entonces con el seudónimo de Orfeo, nos presentaba en exclusiva su canción "MIRADAS II".

Nos lo contaba él mismo en la entrada "Música: Miradas II, por Orfeo" (ahí tenéis el enlace). Allí tenéis el vídeo para escucharla, pero por comodidad lo repetimos aquí.

Por Pólux.

PUERTA AL MUNDO.

Mirada. El ojo que ve y quiere ver, que es y quiere ser. Es una especie de voluntad que recrea una voluntad más cierta y profunda, la de la consciencia.

Pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño.

El ojo es una puerta al mundo que ve y es vista. ¡Cuanto nos desarma nuestra propia mirada!, ¡qué difícil es contenerla! A su través el mundo se muestra a nuestra consciencia, pero ésta se vuelve frágil al abrir las ventanas que muestran dónde está y quién es.

¡Qué lejos estamos de ser lo que creemos y qué lejos también de lo que creen los demás!

Párpados que cerráis cada noche la consciencia, ¿por qué no me dais un largo descanso cuando el mundo me pesa tanto? No sois hijos de mi voluntad sino de la incógnita voluntad natural.

Por Pólux.

EL ARTE DE LA MÚSICA.

El arte se expresa más genuinamente en aquellas formas de expresión más alejadas de la realidad. Mientras más alejada, menos tecnológica y más artística.

La música es un caso de ello. En la realidad existen sonidos, pero no la composición musical que interpreta una orquesta. Ésta es creación y arte.

Para mi gusto, la danza y el teatro son dos ejemplos de arte de expresión menos genuina, pues ambas expresiones están muy supeditadas al hecho real de un guión, un cuerpo que exprese o una historia que contar, más cercanos a la realidad que al acto creativo. También a la música más convencional le sucede esto, pero su posibilidad de crear algo ajeno a la existencia diaria es más potente.

No pretendo hacer comparaciones, pues en realidad cada forma de expresión creativa tiene su punto fuerte.

Por Pólux.

LA MÚSICA SINFÓNICA DE RICK WAKEMAN: "THE JOURNEY".

Hoy domingo os propongo otra canción que es una verdadera obra de arte musical, una delicia de la que es imposible sustraerse de vez en cuando, una composición sólo capaz de los mejores talentos. Si os digo Rick Wakeman, comprenderéis de lo que os hablo.

Rick Wakeman en 2012, preparando
el Minimoog con su mano izquierda,
mientra usa otros teclados electrónicos
más actuales e infinitamente más
potentes.

Uno de los mejores y más creativos teclistas que han existido. Fue miembro del grupo Yes , banda puntera de música progresiva. En el año 1974, Rick Wakeman lanzó su segundo disco en solitario, "Journey to the Centre of the Earth", considerado el disco más vendido del rock sinfónico (no estamos hablando de cualquier cosa).

Sobre ese disco y ese músico podéis encontrar infinidad de información interesante en Internet. La canción elegida para hoy es la que inicia el álbum,  "The Journey", una verdadera obra de arte en que mezcla con maestría los sonidos clásicos, interpretados por London Symphony Orchestra y English Chamber Choir, con los sintéticos que le proporcionaba el Minimoog (con el que aparece en la foto), entre otros teclados electrónicos.

Sólo cabe disfrutar con cada aliento de esta música, sus variaciones, sus recursos..., la plasticidad de la creación misma.

Aquí tenéis un vídeo de YouTube con el que podéis escuchar bien la música. Usad unos auriculares "decentes" para poder apreciar bien esta obra de arte. En la foto que mantiene el vídeo podemos ver a un muy joven Rick Wakeman frente a lo que parece ser un Minimoog.

Por Pólux.