Estos dos días pasados, jueves y viernes, hemos podido leer los comentarios de Prometeo sobre dos películas en cartelera, "Anna Karenina" y "Los últimos días", ésta estrenada esta misma semana. Como veis, esta semana, la Semana Santa, hemos tenido contenidos extra. Y hoy podremos leer la historia de Pólux que ayer os adelantábamos, titulada "La cochera mágica", y de la que os decíamos "Lejos de su estilo más serio esta historia directa cuenta los incomprensibles sucedidos en una cochera que usaba, tras los cuales optó por dejar de utilizar. ¿Será una historia de terror?, ¿serán hechos paranormales?, ¿o será algo más mundano y cercano?". Pues hoy se aclarará su verdadera naturaleza, sólo deciros que está cargada de ironía y sarcasmo. Y Cástor da fe de que todo lo que se cuenta es rigurosamente cierto.
Mañana domingo nos espera una nueva entrega de nuestro colaborador Adonis, titulada "Descanso". Es mucho lo que estamos aprendiendo con Adonis sobre cómo apreciar una fotografía, qué las convierte en una obra de arte, qué pueden expresar, su temática y estilística ..., en definitiva nos habla de la estética en la fotografía, tema que no habíamos tocado antes en Obtentalia. Sin duda un enriquecimiento más. La fotografía que nos presenta mañana es toda una delicia. Bien pudiera estar hecha (pero no es el caso) al pie de nuestra atalaya, desde la que a diario vemos todos los elementos que la componen: tierra, mar y cielo, elementos básicos que tan sensiblemente conjugó en su poesía Juan Ramón Jiménez, de quien tanto hemos bebido y seguimos haciéndolo. A veces pensamos que la mirada que sostenemos de esta costa onubense que tanto nos ha dado (donde está nuestra atalaya y donde está hecha la fotografía) es la misma mirada que tuvo Juan Ramón cuando en su infancia apreciara y se empapara del mismo paisaje. Tal vez por eso sintamos su poesía tan directamente.
Pero volvamos con Adonis. Tras su su fotografía y su comentario estético su reflexión sobre la temática: concisa y clara, desnuda y cercana, sencilla pero no fácil. Mañana ya tenemos un buen motivo para visitar Obtentalia.
¿Os gusta nuestra fotografía de cabecera de hoy? Así como se filtra el sol entre las ramas del pino de la fotografía, se filtra la realidad en nuestro interior. Toda forma de percepción es un filtro, el que impone en última instancia nuestra mente, por lo que no podemos conocer la existencia de una realidad de forma absoluta. De nuevo aparece la idea de relativismo de la que hablamos el otro día (jueves, 28 de marzo de 2013). Es un tema recurrente en nosotros, pues no acabamos de resolverlo. Tal vez las horas de reflexión en nuestra atalaya nos ayuden a hacerlo (aunque hemos de reconocer que en este tema no estamos de acuerdo entre nosotros).
Y, brevemente, unos datos estadísticos referidos a todo el tiempo que llevamos operativos con Obtentalia (poco menos de un año). La entrada más vista: "Causa-efecto", de Pólux (16-05-2012). La página más visitada: "Las olas del mar", también de Pólux ().
Es curioso observar como lo que se escribe, o las ideas que se exponen, acaban teniendo vida propia en los demás. No todo es interpretado de la misma forma en que es pensado.
Mañana domingo nos espera una nueva entrega de nuestro colaborador Adonis, titulada "Descanso". Es mucho lo que estamos aprendiendo con Adonis sobre cómo apreciar una fotografía, qué las convierte en una obra de arte, qué pueden expresar, su temática y estilística ..., en definitiva nos habla de la estética en la fotografía, tema que no habíamos tocado antes en Obtentalia. Sin duda un enriquecimiento más. La fotografía que nos presenta mañana es toda una delicia. Bien pudiera estar hecha (pero no es el caso) al pie de nuestra atalaya, desde la que a diario vemos todos los elementos que la componen: tierra, mar y cielo, elementos básicos que tan sensiblemente conjugó en su poesía Juan Ramón Jiménez, de quien tanto hemos bebido y seguimos haciéndolo. A veces pensamos que la mirada que sostenemos de esta costa onubense que tanto nos ha dado (donde está nuestra atalaya y donde está hecha la fotografía) es la misma mirada que tuvo Juan Ramón cuando en su infancia apreciara y se empapara del mismo paisaje. Tal vez por eso sintamos su poesía tan directamente.
Pero volvamos con Adonis. Tras su su fotografía y su comentario estético su reflexión sobre la temática: concisa y clara, desnuda y cercana, sencilla pero no fácil. Mañana ya tenemos un buen motivo para visitar Obtentalia.
¿Os gusta nuestra fotografía de cabecera de hoy? Así como se filtra el sol entre las ramas del pino de la fotografía, se filtra la realidad en nuestro interior. Toda forma de percepción es un filtro, el que impone en última instancia nuestra mente, por lo que no podemos conocer la existencia de una realidad de forma absoluta. De nuevo aparece la idea de relativismo de la que hablamos el otro día (jueves, 28 de marzo de 2013). Es un tema recurrente en nosotros, pues no acabamos de resolverlo. Tal vez las horas de reflexión en nuestra atalaya nos ayuden a hacerlo (aunque hemos de reconocer que en este tema no estamos de acuerdo entre nosotros).
Y, brevemente, unos datos estadísticos referidos a todo el tiempo que llevamos operativos con Obtentalia (poco menos de un año). La entrada más vista: "Causa-efecto", de Pólux (16-05-2012). La página más visitada: "Las olas del mar", también de Pólux ().
Es curioso observar como lo que se escribe, o las ideas que se exponen, acaban teniendo vida propia en los demás. No todo es interpretado de la misma forma en que es pensado.
A veces nos sorprenden comentarios en un determinado sentido de un artículo o una introducción, pues se entiende o interpreta algo distinto a lo que queríamos decir, y caemos en la cuenta que de esa forma también podía entenderse. La ideas no sólo tienen los matices de quienes las expresan, sino también los de quienes las leen e interpretan.
No somos dueños más que de nuestros actos, para bien y para mal. Lo demás, ideas, sueños, deseos, necesidades, voluntades, empeños, propósitos, etc., se diluye en el aire si no motiva un acto.
En definitiva, somos lo que hacemos, no lo que queremos o lo que pensamos, ni siquiera lo que deseamos, y ni mucho menos lo que decimos. Ése es uno de esos principios tan básicos que se olvidan por su obviedad, y por eso nos gusta recordarlo.
Por Cástor y Pólux.