FOTOGRAFÍAS.


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ENTRADA SUGERIDA:

MIRAR ARRIBA, ADENTRO O ABAJO.

No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...

sábado, 4 de octubre de 2014

DESGRACIAS DE LUJO.

Antes de entrar en materia deciros que hemos renovado las fotografías de nuestra galería de fotos (no confundir con la galería de fotos de cabecera). Hemos hecho una selección de 40 fotos que han sido cabecera de nuestro blog. Esperamos que os guste.


Bienvenidos. Otro día más que la vida ha querido concedernos. Un regalo que no siempre sabemos valorar, y más nosotros que llevamos una vida de lujo. Sí, creo que hemos de reconocer que nuestra vida es de lujo, a pesar de todas nuestras "desgracias". Y es que nos gusta más mirar hacia arriba y compararnos con quien está mejor (o nosotros suponemos que está mejor), que mirar hacia abajo y observar a todos aquellos que están mucho peor. pocos están mejor comparados con todos los que están peor, pero aún así preferimos mirar hacia arriba y sentirnos desgraciados. ¡Qué sabremos nosotros de desgracias!

Desgracia de verdad la de aquéllos que vivieron una guerra y lo perdieron todo, familiares incluidos. Desgracia de verdad la de aquéllos cuyas carencias amenazan sus propias vidas. Desgracia de verdad la de aquéllos que son vejados, maltratados, humillados, anulados y desposeídos de dignidad, libertad y futuro por otros de su propio género. Desgracia de verdad la de aquéllos que nacen sin posibilidad alguna de futuro, condenados por sus circunstancias  y su ambiente a tener vetada su entrada a nuestro mundo de bienestar.

La muerte por sí misma, a la que tanto tememos, no es una desgracia, por más que así la consideremos, es un hecho que nos cuesta admitir por nuestro excesivo apego a esta vida, pero al que deberíamos estar más que acostumbrados.

Nuestras "desgracias" son tener que ir a trabajar todos los días, que nos rebajen el sueldo un 10 por ciento, la depresión que nos produce nuestro estilo de vida, no poder ir de vacaciones, vivir la muerte de un familiar o alguien querido...

Tampoco se trata de que no existan verdaderas desgracias en nuestra "cómoda" vida, sino de que no todas son tan importantes como creemos

¡Si supiéramos cuántos envidian nuestras desgracias...!


Por Pólux.

viernes, 3 de octubre de 2014

COMPORTAMIENTOS EXTREMOS.

La naturaleza humana es la que es. Permite los comportamientos que habitualmente observamos y nos parecen normales, y los que excepcionalmente pueden parecernos inapropiados y hasta aberrantes. Nada justifico, sólo intento comprender.

Lo extremo e incomprensible puede ser definido como patológico, pero ello nada cambia la raíz natural de ese comportamiento, natural en cuanto a que la naturaleza lo permite.

Por Pólux.

jueves, 2 de octubre de 2014

ANTI-EMPATÍA.

Hace ya muchos años, más de los que quisiera, un amigo me preguntó: "¿no te sucede a veces que miras a la gente y todo el mundo te cae mal y te molesta su sola presencia?" Entonces nunca me había sucedido eso. Y nunca acabé de entender cuál era su sensación.

Pero con el tiempo, muchos años después, más de los que me gustaría, llegó a sucederme. ¡Cómo me acuerdo entonce de ese amigo!, porque ahora comprendo su sensación.

No es un problema de la gente, de quienes nos rodean, no, es un problema interior nuestro, creo que es una cuestión de falta de empatía motivada por un ánimo alterado. Así somos.

¿Habéis sentido eso alguna vez?

Por Pólux.

miércoles, 1 de octubre de 2014

EL CONSTANTE CAMBIO.

Cae la lluvia y me moja. Me gusta. Me dejo envolver por las sensaciones que me produce.

De pronto todo cambia. Sale el sol y aprieta el calor hasta volverme árido. No me quejo, ¿para qué? Mi piel seca se resquebraja y el calor sigue penetrándome. Me vacío por dentro, y cuando creo estar muerto vuelve la lluvia y me hace renacer.

Vivo y muero cada día, cada momento, cada instante, como un desafío constante a mi deseo.

Por Pólux.

martes, 30 de septiembre de 2014

LA NECESIDAD DE SER LEÍDO, UN ACTO DE SOBERBIA.

No sé qué decir hoy. Me gustaría hablar de muchas cosas, pero pronto pierdo el interés. ¿Qué lleva a alguien a escribir cada día, sin faltar ni uno y durante más de dos años, un comentario sobre cualquier cosa?

Quien habla es porque quiere ser escuchado, quien grita es porque quiere llamar la atención, y quien es escribe..., pues obviamente es porque quiere ser leído. Parece un acto de soberbia algo narcisista. Pero sólo lo parece. Querer ser leído se debe principalmente a creer que se tiene algo que decir, necesitar ser leído  es pura vanidad.

¿Y acaso creer que tengo algo que decir no es ya en sí mismo un acto de soberbia? Depende de cómo se haga, aunque en cualquier caso he de reconocer que algo tiene de soberbio. Yo escribo por divertimento y a nadie obligo a leerme, a veces, incluso, ni siquiera sé si alguien me lee. Mi necesidad no es que me lean, no, mi necesidad es expresarme, aunque es evidente que hacerlo públicamente tiene algo de soberbio, he de reconocerlo. Pero cuando hablo con algunas personas, he de decir que la mayoría, no sólo me siento obligado a escucharles, sino que, normalmente, ni siquiera están dispuestos a escucharme a mí. Me hablan sin concesiones, se repiten, divagan, vuelven a repetirse, se van por las ramas... Y si hago un amago de acabar la conversación me hablan con más ímpetu. ¡Eso sí es soberbia, incluso vanidad!, porque tienen la necesidad de hablar y ser escuchados.

Déjenme con mi divertimento, ya me cansaré. Tampoco digo nada interesante que no se haya dicho ya antes. No necesito la aprobación de nadie, porque nada digo que deba ser aprobado. Tampoco necesito que estés ahí, leyéndome cada día. Sólo necesito cambiar un poco de mi rutina diaria. Y ésta es una de las maneras que tengo de hacerlo.

Por Pólux.

lunes, 29 de septiembre de 2014

PUBLICIDAD DE PENA.

Ayer estuve viendo un rato la televisión, en ese horario tan característico de tantas personas que, como yo, se echan una siestecita tras el almuerzo, seguros de que alguna película lo suficientemente bodrio resonará como canto de morfeo.

Mientras morfeo llegaba, que se hizo esperar un poco, por cierto, me zampé unos cuantos anuncios. Ese es el peligro de ese horario: si no te duermes corres el riesgo de ver la película con sus anuncios incluidos.

Aún no salgo de mi asombro. Cuan burdos, simples, descarados y hasta soeces eran algunos anuncios. Ante esa publicidad me sentía ridículo como persona, ofendido incluso. Mala actitud para conciliar el sueño, cosa que urgía si no quería seguir viendo aquel espectáculo tras el que amenazaba la película.

Conseguí olvidarme de todo y Morfeo me recompensó. ¡Que buena siestesita me eché con la "musiquilla" de la película de fondo!

Por Pólux.

domingo, 28 de septiembre de 2014

MIRANDO LA REALIDAD.

Bienvenidos a Obtentalia un domingo más.

Las entradas de esta semana han sido especialmente cortas (sobre todos las del miércoles, jueves y viernes), aunque no por ello creemos que estén más vacías de significado. Las cosas pueden decirse de muchas formas. Además ya conocéis el refrán, "lo bueno, si breve, dos veces bueno". En nuestro caso lo breve es evidente, pero lo bueno habréis de juzgarlo cada uno de los que lo leáis.

De nuevo una mirada en nuestra fotografía de cabecera. En este caso, como en alguno anterior, la mirada de la foto está algo distorsionada radialmente (desenfoque de zoom). Con ello queremos representar la diferencia entre lo real y lo aprehendido por nuestra mente, queremos representar la alteración que supone toda representación de la realidad. Al fin y al cabo eso es lo que hace nuestra mente, representar interiormente la realidad externa a ella, pudiendo así operar con sus contenidos y dar una respuesta satisfactoria a los estímulos externos, interaccionando con ella.

Pero, ¿qué sabemos de esa realidad si lo que de ella conocemos es una representación?, y ¿cuán fiel es esa representación? Sin pensarlo dos veces estamos tentados en decir que esa representación debe ser bastante fiel al original, ya que en otro caso no dominaríamos la propia realidad como lo hacemos. Los descubrimientos científicos y la tecnología parecen avalar esa tesis.

Pero detengámonos un momento y no demos nada por supuesto. Es evidente que la realidad es mucho más compleja de lo que percibimos. El mundo microscópico y las radiaciones electromagnéticas (salvo la luz visible) son dos amplios ejemplos de realidades que no podemos percibir. Y en principio, lo que no podemos percibir es como si no existiera para nuestra mente, aunque nuestro cuerpo pueda sentir los efectos de su existencia.

Pongamos un ejemplo. Hace varios siglos no se conocía la existencia de virus y bacterias (mundo microscópico) responsables de muchas enfermedades,  y éstas no podían explicarse de forma científica. Nuestro cuerpo no percibe esos microorganismos porque no está dotado para ello, pero eso no significa que no nos afecten. De hecho nos causan enfermedades.

Nuestra representación de la realidad depende, pues, de nuestra capacidad para percibirla, pero siempre es suficiente para desenvolvernos en ella (de otra forma, como cualquier otro animal, no habríamos prosperado). Con independencia de ello, estamos "incrustados" en la realidad, formamos parte de ella, somos ella.

No tiene mucho sentido preguntarse cómo es la realidad con independencia de la representación mental que de ella tenemos, pues no podemos conocer nada más que a través de la aprehensión y la representación mental.

Pero no hemos de ver esto como una limitación, sino como una capacidad, la de adaptación a la realidad.


Por Pólux.