LAS PEQUEÑAS COSAS: IMPORTANTES Y OLVIDADAS.

Hay pequeñas cosas que por simples se obvian, que cumplen una función que puede parecer nimia, aunque no por ello menos necesaria.

Son esas pequeñas cosas, bandera del tópico, de la que todos hablamos como si hubiera que valorarlas con importancia, pero que todos olvidamos siempre, tanto cuando estamos ocupados en las grandes cosas  como cuando las revalidamos en nuestra memoria.

Canciones, poesías, refranes, novelas, genios y artistas se han referido a ellas. Las pequeñas cosas tan necesarias para ser feliz y que tanto echamos de menos cuando no las tenemos.

¿Por qué entonces, como sucede con otras tantas cosas, la realidad es que no las tenemos en cuenta?, ¿por qué cantamos las excelencias y el valor de lo en verdad no valoramos?, ¿tal vez por ese ansia de la mente de completarse con lo que no tiene?

Tal vez esa declaración pública del valor de lo pequeño no sea más que una declaración de intenciones, pero como tal carece el valor de lo real y de la coherencia, pues la declaración de intenciones, sin el acto que la complete en hecho, tiene el mismo valor que la palabra, una bocanada de aire que sólo entiende el pensamiento y que sólo mueve un puñado insignificante de moléculas del aire.

Mañana volveremos si el tren se detiene nuevamente en la estación de Obtentalia. Entonces, y sólo entonce, estamos aquí.

Por Pólux.

LA NAVIDAD Y NUESTROS MAYORES, DEDICADO A MI MADRE.

Hoy es Navidad.

Época de alegrías y de tristezas también. Toda fiesta es, por definición, motivo de alegría, pero las fiestas navideñas tienen unas connotaciones familiares que mueven especialmente al recuerdo de los que no están y de los que se fueron para siempre, y al sentimiento de tristeza que ello implica.

Los más mayores entienden bien de esa tristeza, pues sus pérdidas, desgraciadamente, son numerosas y cercanas. Pero también tienen la capacidad, aprendida a golpe de realidad, de poner una sonrisa allá donde saben que más se necesita.

¡ Cuánto tenemos que aprender de nuestros mayores ! Y cuánto cuesta a veces reconocerlo. Sus consejos, normalmente incómodos, son los más acertados, pues compendian una experiencia de la que aún carecemos los demás.

Recuerdo los consejos de mi padre... Lo que más me gusta ahora de esos consejos no es la enseñanza que puedan contener, que valoro por supuesto, sino sentir su deseo de darme algo útil para la vida, algo que me sirviera como le sirvió a él.

Mi padre se fue definitivamente y es cierto que en estas fechas le recuerdo más. Pero mi madre sigue aquí con nosotros, tras una vida de desvelos, como suelen ser la vida de una madre, y con la peor parte ante la muerte, la de sobrevivir a ella y mantener el recuerdo por todos los que se fueron para siempre. Y en su reconocimiento, y con todo mi cariño, a ella dedico esta entrada navideña.

Por Pólux.

SOLSTICIO DE INVIERNO: EL DÍA MÁS CORTO.

El otro día hubo un pequeño desacuerdo en nuestra redacción en relación cómo los días se acortan hasta el 22 de diciembre, solsticio de invierno y día más corto del año, para luego ir aumentando.

Había quien decía que en la televisión dijeron días ante del 22 que los días se estaban alargando, otros que no, que dijeron que anochecía un poco más tarde, otros aludían al refrán de Santa Lucía, "por Santa Lucia mengua la noche y crece el día" en una de sus muchas versiones. El día de Santa Lucía es el 13 de diciembre, como si a partir de entonces ya "creciera el día".

En lo que estábamos todos de acuerdo es en que día del solsticio de invierno es el más corto del año (la noche más larga y el día más corto) en el hemisferio norte. Entonces, ¿cómo van a aumentar los días una semana antes? En realidad todos tenían algo de razón.

En cuando al refrán, decir que es una aproximación del saber popular. Dice "por Santa Lucía", no "el día de Santa Lucía". En cuanto a la información televisiva también era cierta, pues en realidad se da el fenómeno de que algunos días antes del solsticio la tarde parece alargarse, pues oscurece alrededor de un minuto más tarde cada día, dando la impresión de que el día es más largo. Lo que sucede es que también amanece más tarde, de forma que el tiempo que anochece más tarde cada día es menor que el que tiempo en que amanece más tarde, con lo que el día sigue siendo más corto. Si anochece un minuto más tarde pero amanece un minuto y medio también más tarde, el día es medio minuto más corto que el anterior. En realidad en la televisión no decía que el día se alargaba, sino que anochecía más tarde. Pero al no explicar el fenómeno parecía que querían decir que el día era entonces más largo.

Por fin pudimos zanjar la discusión en la redacción de Obtentalia.

Feliz Nochebuena.

Por Pólux.

PASADO, SUBLIMACIÓN Y MENTE.

Ha vuelto a pasarnos. Un error en la programación hizo que no apareciese la entrada de ayer martes. Un error imperdonable pero... muy humano. Esperamos que no vuelva a sucedernos. Y vamos con la entrada de hoy.

El ser humano tiene una clara tendencia a sublimar la imagen mental de su pasado. La forma más común y extendida de hacerlo es la rememoración, que se realiza de muy diversas maneras: actos, imágenes, comidas, charlas...

¿Por qué nos sucede eso?, ¿es cierto aquello de "cualquier hecho pasado fue mejor" o es consecuencia de esa referida sublimación del pasado?

No sé. No soy experto en la materia. Pero me parece, intuyo, que suele resultar gratificante en este sentido mirar al pasado porque en él nos reconocemos plenamente. Así fuimos, eso es seguro. El presente significa una constante lucha por superar situaciones y en ello nos vamos definiendo (evolucionamos). El pasado es estable, seguro, y en él nos podemos mirar y reconocernos. Ello sin duda puede llegar a sosegar el ánimo.

¿En qué consiste la expresada sublimación? Cada momento pasado fue un presente, y como tal inseguro. Pero cuando recordamos desaparece esa componente, pues la mente filtra de forma eficaz e inconsciente los resultados. La mente nos presenta un resultado "agradable": elimina qué significó cada momento presente de ese pasado, elimina muchos hechos negativos para centrarse en los positivos, elimina el dolor por que no es agradable. De ahí que se recuerden hechos verdaderamente negativos incluso con cariño, como el internamiento en un colegio muy severo, años de dolor y fracasado escolar llenos de castigos o primeros trabajos con explotación y penurias.

En realidad todo ello parece una artimaña de nuestra mente para mantenernos contentos y con ello más eficaces.

Seguro que algún buen psicólogo podría rebatir todo esto. Me gustaría que lo hiciera para decirme que estoy equivocado en mi forma de ver las cosas, en mis intuiciones. Pero en parte, sólo en parte, me daría la razón, pues me corroboraría que mi mente me engaña. Seguramente ese psicólogo me podría decir: "es su interpretación de la mente, su manera de comprender, lo que está equivocado, independientemente de que su mente le engañe". Si así fuera, mi visión del mundo sería una visión sesgada. Y así creo que es, y no sólo por desconocimiento, sino porque el sesgo está implícito en la natuzaleza de nuestra mente. Pero cierto creo que hay dos sesgos distintos, esos dos que ha señalado nuestro hipotético psicólogo, el de la propia naturaleza y el de los prejuicios y desconocimiento que nos lleva a hacer malos juicios.

Son sólo reflexiones en alto que a alguien pudiera aclarar si estoy equivocado o no.

Por Pólux.

ELECCIONES GENERALES.

Y llegaron las elecciones y se eligió. El PP ganó la elecciones al ser el partido más votado, aunque lejos de la mayoría absoluta.

Las cábalas matemáticas para una coalición con mayoría absoluta, que tanto se han conjugado en los programas televisivos en los que se analizaron los resultados anoche, tal vez excedan las posibilidades reales de una coalición.

Pero lo cierto que es el mapa político ha variado, y los políticos habrán de estar a la altura para entenderse.

Por Pólux.

DEMOCRACIA, LIBERTAD Y VOTACIONES.

20 de diciembre de 2015. Elecciones generales en España. Hasta el buscador de Google nos lo recuerda (a lo mejor así se consigue más participación).

Difícil decisión la de a quien votar después de tantos mítines hueros y descalificantes, Campaña dura ésta en que los protagonistas se han multiplicado (tal vez por ello también la dureza).

Pero lo importante es que vayamos libremente a votar, no influidos por verborreas, insultos, promesas de última hora o puñetazos.

España requiere una convivencia apacible, porque creo que es lo que queremos todos.

Y dado que tenemos una democracia bajo la que poder expresar de forma libre y responsable nuestra voluntad para gobernarnos, lo primero y más importante es felicitarnos por tener esa libertad cuya falta tanto se evidencia últimamente en otros países. Así que ¡FELICIDADES Y A VOTAR!

Por Pólux.