Llegaron las fiestas navideñas, y con ellas el consumismo y la publicidad. Independientemente de las creencias con las que se vivan estas fiestas religiosas, creo que no hay duda en que tienen una componente fuertemente consumista. Y el motor del consumo es la publicidad.
El producto es importante, pero sin publicidad difícilmente llega a los consumidores. Al final la publicidad -el medio para conseguir algo- se convierte en más importante que el producto mismo. No hay más que ver que un producto bueno sin publicidad no se vende y uno malo con publicidad puede venderse fácilmente.
Sólo quiero advertir sobre la publicidad en todas sus facetas. Porque también es publicidad la labia de un vendedor a la hora de convencernos en que compremos determinado producto.
Por lo demás, felices fiestas a todos y que podáis disfrutar de ellas, y a los que no ...
¿A qué suenan las olas del mar?, ¿a qué huele una extensa playa surcada por la brisa?, ¿qué ves cuando cierras los ojos?, ¿qué oyes cuando duermes?, ¿qué percibes cuando no eres consciente de que percibes?, ¿qué imaginas cuando piensas en la muerte?, ¿qué sabes de lo que no conoces?, ¿qué es lo pensado?...
Y así vamos, entre risas y sollozos, alegrías y desvelos, caídas y reinicios, resplandores y penumbras, anhelos y decepciones ..., como la propia vida nos lleva. Pero siempre con el deseo de vivir, sean cuales sean las circunstancias, instinto necesario para que, a pesar de todo, queramos seguir viviendo.
La mente puede y sabe tomar derroteros ideales presentados verosímilmente como reales. La mente puede imaginar, la realidad sólo es, e impone restricciones que la imaginación puede obviar.
La astronomía y la cosmología muestran un entorno tan distinto al que veo cuando miro aquí ...
El estudio del universo se acerca a su comportamiento y a su evolución, mostrando una realidad compleja y distinta a la nuestra aquí, una realidad en la que estamos y que por tanto nos afecta. El conocimiento de estos principios abre nuestra mente a un concepto de realidad que aúna nuestro aquí y ahora con los principios que rigen el universo y que también nos afectan, indirectamente hoy tal vez, directamente, fuera de la Tierra, mañana.
El desconocimiento de principios tan directos que afectan a nuestra realidad, no impiden para nada el desenvolvimiento habitual en nuestro aquí, pero empobrecen de alguna manera una perspectiva bajo la que la mente podría abordar otros aspectos de la realidad, así como, a modo de ejemplo, si no has leído El Quijote no adquieres una perspectiva completa del inicio de la novela moderna.
Miro y observo. Todo está ahí, y lo que no, está en mi cabeza.
Miro y veo finitud, imperfección, cambio y movimiento, temporalidad, causas, degradación ... Las cosas son finitas, cambian y se degradan, como nosotros mismos.
¿Dónde están la infinitud, la perfección, el principio inamovible de todo o la eternidad? Miro y ahí no está. Las cosas las veo como he dicho que son, finitas, cambiantes, etc., y digo que así son porque así las veo. Es así de simple. Y todo lo demás, la infinitud, la perfección, etc., están mi cabeza, como ideas inferidas a partir del mundo y elaboradas hasta alcanzar su concepto.
Puedo pensar la eternidad, pero nada conozco ni veo que sea eterno.
Por Francisco García Navarro (18 de diciembre de 2016).
Buen domingo de nuevo.
Hoy vuelvo, aunque más bien estamos permanentemente, a la década de los setenta, pero esta vez con un estilo de música totalmente distinto al rock progresivo que tanto promocionamos en Obtentalia.
Hoy os sugiero una canción que seguro que la mayoría recordaréis. Se trata de "YO NO TE PIDO", del cantautor cubano PABLO MILANÉS, músico prolífico con más de 40 álbumes en solitario y un sin fin de colaboraciones, de voz fuerte, amable y característica.
La música de Pablo Milanés pertenece al estilo que se dio en llamar la "Nueva Trova Cubana", iniciada en los años sesenta por él mismo, Silvio Rodríguez y otros importantes músicos de la escena cubana de aquella época, con mensajes comprometidos política y humanamente, y con una música intimista. Pablo Milanés supo acompañar su guitarra, como en este caso, con diversos instrumentos que daban cuerpo a una instrumentación más elaborada con armonizaciones jazzísticas.
"Yo no te pido", editada en 1977, lejos de la habitual letra comprometida, es una canción de amor, con letra del poeta uruguayo Mario Benedetti, perteneciente a su álbum (LP) "No me pidas".
Recuerdo con cariño esta canción que escuché por primera vez al poco de ser editada, cuando yo me iniciaba en la adolescencia. Mi hermano mayor se compró el single y se convirtió en una canción habitual en mi casa. También recuerdo como Argonauta, quien fue colaborador de Obtentalia, escribió un artículo de su viaje a Cuba y cómo allí, entre otros, conoció a Pablo Milanés o al actor Jorgue Perugorría, lo que además documentó con fotos (artículo no disponible, ver "Argonauta" en la sección "Artículos" en el lateral izquierdo).
Aquí os dejo un vídeo de YouTube que da soporte a esta bella y sensible canción.
