HUELE A SEMANA SANTA.
Por Adonis (17-03-2013)
Fotografía del autor (pulsar con el ratón en la foto para agrandar) |
Cuaresma, se acerca la primavera
con olor a azahar, a semana santa, a
cera, a incienso, hay anuncios en las
calles, costaleros paseando los esqueletos de los grandes pasos, ensayos y
certámenes de bandas de música, de saetas… preparativos para engalanar las
calles, y los clásicos escaparates de confiterías decorados con todo tipo de
nazarenos. Delicias de caramelos, rojos,
amarillos, verdes… de chocolate negro, blanco, de tela… una variedad enorme, de
todas las cofradías en los que cada niño puede verse representado. Nazarenos de
caramelo que hemos deseado todos, al que le quitamos el papel de celofán, nos lo llevamos
un par de veces a la boca y lo paseamos toda la tarde del jueves santo en
nuestra mano. Manos llenas de azúcar que con el calor te vas pegando por todas
partes. Pasos en miniatura de una perfección asombrosa… y como no, nuestras Torrijas.
Aroma que inunda las calles y
rincones de los pueblos de Andalucía.
Placer endulzado digno de los mejores
paladares para esta semana especial y para los semanasanteros dulces. Torrija
con sus chorreras, pan esponjoso bañado en vino o leche y huevo, frito en
aceite de oliva en una gran cacerola, bañado en abundante miel o azúcar y
canela. Olor especial que anuncia la Semana Santa. Esencia inconfundible en su
elaboración que despierta nuestras papilas gustativas. Bocado exquisito y deleite
en la merienda antes de comenzar con las cofradías, durante la carrera oficial,
o para relajarte y descansar al final de la jornada con una o, mejor, dos
torrijas.
He querido publicar hoy esta
fotografía, aunque no es de gran belleza artística, porque atrapa un instante
de la vida diaria y guarda mucha relación con mi propia infancia. Crecí en un
pueblo de Andalucía muy arraigado a sus tradiciones, y esa imagen me recuerda
el tiempo que pasábamos jugando en la calle a juegos tradicionales y a esa
dulce época que me viene a la memoria y que con sus colores es capaz de
transmitir sensaciones de alegría y entusiasmo.
No todos los colores generan la
misma sensación, el rojo es el color de la pasión, el amarillo suele
relacionarse con los motivos alegres y dichosos, al blanco se le considera el
color de la perfección, realza los otros colores y agranda los espacios, el púrpura
estabilidad y energía, y la ausencia de color, misterio, poder, autoridad,
elegancia, incluso permite realzar los otros colores.
La fotografía en color nunca tuvo
mucha aceptación en comparación con el blanco y negro, pero con el paso del
tiempo ha conseguido posicionarse en su lugar artístico. La alteración en los
procesos, un encuadre medido, el cuidado de la luz, y ordenando la composición,
hizo llevar el color a la misma posición artística que el blanco y negro.
¿Y a ti? ¿Que te despierta, que te produce esta fotografía?
No estaría mal que me lo dijeras.
Puedes dar tu opinión técnica, tus sensaciones, o simplemente si te
gusta o no.
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