La cara más cruel de la que es capaz la naturaleza humana, se muestra directa y descarnada de nuevo.
Sin complejos, porque no los tiene, sin culpa, porque no la siente, falta de la autoconsciencia necesaria para mostrar su cualidad, también definitoria, de ser libre y de reconocer esa misma libertad a todos los que comparten su espacio.
La muerte y el horror que siembran algunos grupos, demuestra que no tienen argumento más válido que aquél que les hace ir al extremo menos libre y solidario de la naturaleza humana, ésa que nos muestra su cara más cruel.
Por Pólux.