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No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...

sábado, 11 de octubre de 2014

RATEROS CON CORBATA Y CARGO: UN SISTEMA CONSOLIDADO.

¡Qué animal tan extraño el hombre!, enfrascado en luchas por el poder y en guerras sin más sentido que el que creen darle cuatro fanáticos, muchos de los cuales tienen,  además, la desvergüenza de hacerlo en nombre de su Dios.

En nuestro país, España, no tenemos guerras (gracias a Dios), así que nos contentamos con las luchas de poder de nuestros políticos y sus desmanes ante la falta de control y la impunidad que ellos mismos se procuran legislando. Estamos tan acostumbrados en nuestro pueblo a la pillería, la ratería y el hurto, que hasta nos acaba dando pena que un pobre alcalde, un asesor, un director general o un ministro vayan a la cárcel por algo que hace todo el mundo. Aquí todos estos se van de rositas, y el desgraciado que roba en una tienda (sí, desgraciado por ser un ladrón de poca monta comparado con los que ostentan el poder) está más tiempo en la cárcel que los ladrones de corbata que nos dirigen.

Pero lo que hable mal de nuestros políticos y dirigentes habla mal de nosotros mismos, como pueblo, porque son nuestro reflejo. Es, pues, comprensible que sigamos votando el mismo sistema y a los mismo dirigentes, pues es un plato muy aprovechable para el que llegue. A pesar de nuestras quejas, nos encantaría ser nosotros los que metiéramos la mano en el bote, por lo menos a muchos. Y da igual eso de derechas o izquierdas, de políticos o sindicatos, gobierno u oposición, pues hay un consenso tácito en que las cosas sigan como están. La alternancia en el poder es un acuerdo aceptado por los grandes partidos porque a todos les beneficia.

Ya sabemos que una democracia puede ser tan corrupta como una dictadura, pero la democracia parece vestir a los políticos de cierta honestidad sobrevenida. Así que mejor llegar al acuerdo de una democracia para poder robar todos tranquilamente y además parecer honestos. Esa es la democracia real que tenemos hoy en España. Pero es que aquí hasta el último "mierda" se cree alguien. Cualquier policía municipal de cualquier pueblo, por poner un ejemplo, se cree alguien por llevar uniforme. ¡Infeliz!. Menos mal que tenemos libertad para pensar y actuar. Algo han de darnos para que estemos tranquilos. Por eso el sistema funciona.

"Regeneración de la vida política", "Comisiones de investigación", "leyes más duras contra la corrupción"..., bla, bla, bla. ¡Pero si ya nos conocemos todos! ¿Cuánto tiempo llevan con esa misma cantinela? No podemos evitar ser como somos. Esa es nuestra mayor virtud y nuestra mayor desgracia también.

Por Pólux.

viernes, 10 de octubre de 2014

PROMESAS Y MÁS PROMESAS.

Cuando nací me prometí que no volvería a nacer más. Vi lo que sufrió mi madre, pero es que yo también sufrí lo mío.

Crecí y empezaron las obligaciones, y me prometí que nunca más crecería. Lejos de cumplir mi promesa seguí creciendo, con más obligaciones, y me prometí entonces que no pasaría de los treinta y tres años. Pero llegada la fecha límite no pude parar y pasé, muy a mi pesar, de esa marcada edad.

Luego, ya adulto, vino el trabajo, y las obligaciones y responsabilidades se volvieron insoportables, y me prometí que nunca más volvería a pasar por ello.

El tiempo pasó y me hice mayor, con los achaques propios de la edad: cansancio, dolores, falta de reflejos, enfermedades..., y me volví a hacer una promesa: no habría otra vida para repetir el calvario.

Ya estoy muy viejo, y cada día quiero morirme y me prometo hacerlo, pero los días pasan y no me muero. Sólo espero que no exista la reencarnación, porque yo, por esto, no paso dos veces, lo prometo.

Por Pólux.

jueves, 9 de octubre de 2014

ÉBOLA: UNA MUESTRA MÁS DE MANIPULACIÓN INFORMATIVA.

El problema el contagio del virus del ébola y los protocolos de tratamiento de los enfermos repatriados comienza a ramificarse. Parecería tratarse de un problema médico y sanitario, pero es demasiado atractivo el rédito político que puede obtenerse depurando responsabilidades a ese nivel. Y nuestros políticos, ya lo han demostrado otras veces, no van a renunciar a esos réditos.

La decisión de repatriar a enfermos a sus países de origen, transportando con ellos el virus hasta el mismo corazón del continente europeo o norteamericano, no estaba exenta de riesgo, por más que nos vendieran lo contrario. Pero cierto es también la mala prensa y las críticas que podría recibir un gobierno que niega la ayuda en su territorio a un ciudadano suyo. Sólo que aquí se valoran dos riesgos muy distintos, uno político, que podría acabar con una carrera, y otro sanitario, que podría acabar con muchas vidas. No hay comparación. Pero, ¿qué habríamos hecho nosotros si hubiéramos tenido que tomar esa decisión? Tampoco es fácil dejar tirado a nadie.

No trato de justificar ni criticar la actuación de las autoridades ni el protocolo médico. La información que tengo es la que me dan y en la forma en que me la dan , y, en parte al menos, mi criterio depende de eso. Sólo constato cómo la información que nos dan va encaminada una vez más a manipular el criterio y la opinión de la mayoría del pueblo, al estar tan mediatizada y llena de aparentes contradicciones.

Por Pólux.

miércoles, 8 de octubre de 2014

ERRORES Y LA CANCIÓN "MIRADAS I".

Algunos nos habéis comunicado algunos fallos en la página de la Música de Orfeo, pues el enlace de algunas canciones no funcionan correctamente o llevan a una página donde no aparece la canción.

Sentimos esos fallos. Como siempre nuestra única disculpa es la falta de tiempo, que nos obliga en ocasiones a ir con prisa, ya sabemos "la prisa es mala consejera".

Revisaremos la página en cuanto podamos e iremos arreglando esos fallos.

Y ya que hemos hablado de la música de Orfeo os dejamos hoy el enlace a su canción "Miradas I", una de las que más nos gusta.

Enlace a YouTube donde ver un vídeo y escuchar la canción:

Por Pólux.

martes, 7 de octubre de 2014

LO ABSOLUTO O LA RELATIVIDAD DE LA IMPOSIBILIDAD DE CONOCERLO.

Es curiosa la arraigada creencia en lo absoluto. Creo que la realidad nos da muestras constantes del carácter subjetivo y relativo de las apreciaciones y hasta las creencias. No hay más que ver la diversidad de formas de entender la vida y de respuestas a los mismos problemas cotidianos.

La idea de lo absoluto se impuso en nuestros ancestros por cuanto aportaba seguridad a una vida complicada y difícil. La emergencia de la mente debió ser progresiva y las primeras concepciones del mundo y de la realidad serían básicas, como una herramienta más que facilitase estar en el mundo. Esto, es evidente, no lo puedo demostrar, pero me parece plausible, como a otra persona le parecerá más plausible otra explicación, una evidencia más del carácter relativo al que me refiero.

Pero entiendo que la cuestión es más compleja que lo aquí presentado, y que la idea de lo absoluto no es necesariamente incompatible con la del relativismo que implican las distintas formas de conocer tal absoluto, aunque la cuestión de fondo, según yo lo entiendo, es la posibilidad o no de conocer lo absoluto. De poder conocerlo tendríamos una referencia que evitaría el relativismo extremo, en caso contrario todas las referencias a lo absoluto quedarían vacías de contenido real.

Por Pólux.

lunes, 6 de octubre de 2014

OBSESIONADOS POR NO MORIRNOS.

El tabaco, las grasas, el alcohol, el estrés, la sal, el azúcar, la vida sedentaria .... ¡Cuidado con todo ello!, ¡hay que prevenir, no nos vayamos a morir! Habría que decir "no nos vayamos a morir antes de lo previsto", pues es seguro que nos moriremos.

¿Hay algo peor que morir "prematuramente"? Pues sí, morir en vida, que es lo que pretenden algunos médicos, algunos vegetarianos y toda una corriente actual de obsesión por la salud.

Pero, ¿qué quiere usted?, ¿que coma todos los días verduritas y no beba, no fume, no tome carnes, ni haga nada considerado por dicha corriente obsesionada por la salud como un exceso?

¡Pero déjenme morir en paz, puñetas!

Nos matan los automóviles, pero como hay que usarlos...; nos mata el estrés, pero como no queda más que aguantar la presión del trabajo y la vida...; ¡nos matan tantas cosas que no podemos dejar de hacer!

En fin, que me dejen comer lo que quiera y hacer lo que me dé la gana, que lo que viva al menos lo disfrute. Total, para que después de estar privándome de todo me de un patatús y me quede tieso. Porque nadie puede garantizarme que cuidándome y privándome de todo vaya a vivir más.

Por Pólux.

domingo, 5 de octubre de 2014

EL RESPETO Y EL SENTIDO DE LA EDUCACIÓN.

Bienvenidos un domingo más a Obtentalia.

Ayer os decíamos que que hemos renovado las fotografías de la galería de fotos (no confundir con la galería de fotos de cabecera), y que hemos hecho una selección de 40 fotos que han sido cabecera de nuestro blog.

Os remitimos a las entradas de esta semana, en las que hemos hablado de determinados aspectos de la publicidad (lunes) o de la soberbia (martes), de los cambios y altibajos en general (miércoles), de la falta de empatía (jueves), de lo natural de ciertos comportamientos extremos (viernes) y de lo relativo de muchas de las desgracias que nos suceden (sábado). No tenéis más que hacer rodar la rueda del ratón para moveros por las entradas anteriores y echarles un vistazo.

Hoy hablaremos de la educación.

La educación va más allá de los vistosos formalismos, como por ejemplo ser presentado en una reunión, saludar o el trato afable, sin perjuicio del reconocimiento de la gran importancia de esos formalismos. Puede ser mucho más sutil, hasta el refinamiento, pero entonces nadie, o casi nadie, suele ser consciente de ella.

El materialismo que cimienta nuestra forma de vida, nuestra sociedad de bienestar, suele impedir tanto ejercer como captar esa sutileza, no porque nos impida advertirla, sino porque sólo es valorado aquello que puede verse y apreciarse. Ya saben, “ojos que no ven, corazón que no siente”, o “no sólo hay que ser educado, hay que parecerlo”. Lo que no se ve no se valora y, por tanto, no se tiene en cuenta.

Mostrar públicamente los defectos y errores cometidos por alguien, en su presencia, es, en las circunstancias de una relación normal (es decir, en la que no se pretende hacer daño), un acto de mal gusto, de falta de respeto y de falta de educación. Por ejemplo cuando alguien hace público en una reunión algo íntimo de otra de las personas presentes sin su permiso, o cuando en una oficina alguien comenta en voz alta el error cometido por otro, poniendo a éste en evidencia.

Omitir la circunstancia que podrías hacer pública es un acto de respeto hacia la otra persona, pero entonces no sólo nadie se enteraría de su defecto o error, sino que nadie sabría el acto de respeto que has tendido hacia el otro, lo que va en contra de ese materialismo que impregna nuestra vida.

Todos tenemos defectos y errores que otros podrían apreciar y mostrar públicamente en nuestra presencia.

Ese sentido de la educación diferencia a unos de otros. Hay personas que suelen ser llamadas “descaradas”, y ello porque no dudarían en poder reírse en su cara con algo que le hubiera pillado a usted. Son así, no lo pueden evitar, pero suelen ser molestas y aducir que no se pueden callar “la verdad”, forma burda de justificar su falta de empatía con otras personas.

La sutil educación que no se muestra no tiene que ser valorada por nadie más que por uno mismo. La satisfacción personal por lo realizado con decoro y respeto, de aquello que facilita la convivencia, es suficiente acicate para ser educado. No hace falta la materialista aprobación de los demás. Como también dice el refrán, “ande yo caliente y ríase la gente”.

Pero no se le pueden “pedir peras al olmo”, y quien no es educado por condición nunca lo será. Sólo se merece el mismo trato y falta de respeto que muestra con los demás, y seguramente no tendrá ni idea de lo que estamos hablando.

Por Pólux.