Ayer fue viernes 28 de febrero, día de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en el que se conmemoró, como decíamos ayer, el referéndum de 1980 sobre la autonomía de Andalucía.
Y hoy, casi sin saber cómo, ya estamos en marzo.
La fotografía de cabecera de hoy de nuestro blog, y al decir nuestro incluimos a todos los que nos siguen, es de un amigo de Obtentalia que ha querido colaborar a través de la fotografía. Su nombre es José Manuel Peña, y como podréis apreciar sabe mirar a través de la cámara. Y a través de su mirada también podemos mirar nosotros. Esa es la esencia de Obtentalia, las ideas propias y ajenas, las miradas propias y ajenas.
Los que hemos llegado a sentir la guitarra española, apreciando su sonido o queriéndoselo sacar a pesar de nuestras limitaciones, creo que no podemos dejar de reconocer el talento del hace poco fallecido Paco de Lucía.
Vamos a contar un par de anécdotas en relación a la que tal vez sea la rumba escrita para guitarra más escuchada de todos los tiempos, "Entre dos aguas", editada en 1973 en el disco "Fuente y caudal".
En ese año aún éramos pequeños para comprar nuestros propios discos, pero recordamos perfectamente como su pegadizo estribillo sonaba en muchos sitios, hasta que allá por los años ochenta alguien llevó un single de los de entonces a nuestra casa y se convirtió en uno de los discos más escuchados por nosotros. Los "pinchábamos" tanto en el giradiscos (o tocadiscos, o plato, entre otros nombres) que acabó con ese chasquido típico del uso que tenían los discos de vinilo. Aunque a decir verdad no sólo sonaban chasquidos, sino otro muchos sonidos propios de un disco "cascao", prueba de lo mucho que los escuchábamos, tanto que nos aprendimos cada sonido del punteo, del bajo, del acompañamiento...
A finales de los setenta y comienzo de los ochenta uno de nosotros estuvo dando clases de guitarra flamenca de oído, muy fructíferas por cierto (y marcaron para siempre su futuro musical que, lejos de los previsible, no se movió por el mundo del flamenco, pero ese es otro cantar). Después de mucho ensayar, el profesor solía poner a prueba nuestras capacidades intentando interpretar "Entre dos aguas", quedándose él con los punteos más complicados y los demás con las partes que mejor se nos daban. Intento tras intento aquéllo sólo se acercaba a parecerse al original cuanto punteaba el profesor, quien a pesar de su calidad reconocía que las partes más difíciles no podía hacerlas igual que Paco de Lucía, sino que se "comía" algunas notas para que el punteo le entrara a tiempo. Aquél fue mi primer contacto consciente con la genialidad (en este caso musical). La genialidad de Paco de Lucía estaba tanto en la composición como en la interpretación. Pero nada como intentar imitarle para descubrir que ninguno, por buenos que fueran algunos, llegaríamos a ser genios de la interpretación. No sólo no teníamos su capacidad innata, tampoco teníamos su capacidad de sacrificio. ¡Cuánto aprendimos de aquél "Entre dos aguas"! Fue un aprendizaje personal sobre nuestra actitud frente a la guitarra. Saber lo que no vas a ser sirve para saber lo que puedes ser. Y aunque la genialidad no estaba a nuestro alcance siempre nos quedaba la esperanza de tener algo de talento.
Paco de Lucía era además algecireño, gaditano y andaluz, pero sobre todo, según nuestra modesta opinión y sin tener en cuanta sus orígenes, Paco de Lucía ha sido y es el mejor guitarrista de todos los tiempos a nivel mundial, a pesar de lo difícil que resulta comparar estilos distintos, y creemos que en nada exageramos.
Por Cástor y Pólux.