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sábado, 25 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. PÓLUX, IDEAS DE MUERTE Y DE VIDA.

  Hoy os presentamos un nuevo escrito de Pólux, titulado “Pensamientos sobre la muerte (y la vida) a altas horas de la noche”. Nos relata un hecho real, según nos comenta. Entre unos papeles de mediados del siglo XIX pertenecientes a su familia encontró un manuscrito con ideas sobre la muerte, y también sobre la vida. Además de relatarnos como lo encontró, transcribe literalmente su contenido.
  Nos resulta curioso, al menos a los profanos en la materia, su referencia al “libro copiador de cartas”, algo muy corriente en la época pero hoy casi desconocido. Algún día tendríamos que hablar sobre la forma en que se copiaban las cartas en el libro.
  Podéis leer su historia tras esta entrada o en su página.

  Os instamos, sobre todo si entráis por primera vez en este blog, a que vayáis a las páginas cuyos enlaces están en el lateral izquierdo de esta página principal, pues allí tenéis todos los artículos de los distitnos colaboradores de Obtentlia. Los más recientes son de Helena de Troya, de El Argonauta y de Pólux. Encontraréis temas muy variadas, desde el vitalismo humanista de El Argonauta a la filosofía transcendental y existencial de Pólux, pasando por el humor de Perseo, las impecables crónicas de Hermes o la sensible crítica a determinados aspectos de la familia de Helena de Troya. También tenemos un espacio dedicado a la música de Orfeo, que nos ha prometido que pronto nos presentará otra composición musical de su producción. Aunque lo cierto es que es difícil etiquetar a nadie, porque las etiquetas reducen la riqueza de lo que nos aportan. Las etiquetas sólo son útiles, aplicadas a las personas, para hacer clasificaciones generales sin más pretensiones.

  A nosotros, aunque estemos en nuestra atalaya, también se nos acabará el verano y tendremos que volver a buscar una atalaya o retomar la de nuestra querida costa onubense.

  Mañana tendremos otra historia vivida por El Argonauta, esta vez por tierras de Bosnia Herzegoniva y Croacia, titulado "Peregrinación a la Virgen de Medjugorje", en el que cuenta con fervor religioso cómo se fraguó y se desarrolló esa peregrinación.

  Este fin de semana tenemos, pues, dos historias muy distintas, una de Pólux, en la que  se declara la falta de religiosidad en las ideas que se vierten, y la otra de El Argonauta, cuyo fundamento es precisamente la religiosidad. Siempre hemos apostado por la convivencia de las distintas ideas como fundamento de Obtentalia, y este fin de semana lo volvemos a manifestar a través del ejemplo de esas dos historias.

Por Cástor y Pólux.

PENSAMIENTOS SOBRE LA MUERTE (Y LA VIDA) A ALTAS HORAS DE LA NOCHE, por Pólux.

PENSAMIENTOS SOBRE LA MUERTE (Y LA VIDA) A ALTAS HORAS DE LA NOCHE.
por Pólux.

Hace algún tiempo mi padre decidió revisar la ingente cantidad de papeles que tenía en su despacho (cartas comerciales, listados de producto, copias de pedidos, etc.), acumulados durante casi cuarenta años de profesión. Allí salió a la luz de todo, pues tuvo la costumbre durante toda su vida de no tirar nada. Olvidado en un rincón apareció un grupo de papeles que mi padre reconoció de inmediato.
- Échale un vistazo a esto, a ver si encuentras algo interesante -me dijo-.
Libro copiador de cartas.
Había un libro copiador de cartas que contenía 696 cartas escritas entre 1832 y 1868 (entonces ni siquiera había papel de calco –o papel carbón-, inventado a finales del siglo XIX), dirigidas a proveedores, clientes y, muchas de ellas, al Marqués de Campo Nuevo, por aquel entonces dueño de tierras en la granadina ciudad de Loja, de la que, por cierto, era natural mi padre. También había escrituras manuscritas de transmisiones de varias generaciones anteriores a la mía, sentencias dictadas por un tío abuelo de mi madre que era magistrado juez, y otros muchos documentos, la mayoría de ellos de difícil lectura para quien no está habituado, como yo, a aquella antigua letra y forma de escribir documentos oficiales, que contenía expresiones hoy en desuso. Aquel legajo contenía un trozo de historia olvidada.
Pero entre aquellos documentos comerciales, notariales y judiciales apareció un folio que contenía un escrito que nada tenía que ver con los demás documentos. Por su aspecto pertenecía a la misma época que los otros, pero su contenido era distinto. El escrito expresaba unas ideas muy personales sobre la muerte. Me impactaron sus palabras por varios motivos. Por un lado no me esperaba encontrar algo así con esos documentos. En ese sentido fue una sorpresa. Por otro lado me acercó en el tiempo a un antepasado, me hizo sentir sus inquietudes y sus preocupaciones. Su pensamiento revivió en mí después de tanto tiempo. Y por último me impactó lo cercanas que estaban esas palabra e ideas de las mías propias. Me sentí identificado con alguien cuya sangre compartía, con alguien que ya había recorrido el camino que yo estaba atravesando, y eso relativizó aún más mi percepción de la existencia. “Nada nuevo hay bajo el sol”, reza la máxima. Y así me sentí, incapaz de elaborar nada nuevo. Por original que sintiera mi pensamiento, siempre había alguien que lo había tenido antes. Pero también me sentía extrañamente libre, pues mis pensamientos eran originales en el sentido de que los había elaborado por mí mismo, sin la influencia que ahora descubría. Es distinto tener un pensamiento y descubrir después que otros muchos lo han tenido ya, a descubrir directamente un pensamiento en los demás y hacerlo mío. La sensación de libertad que produce el primer caso es único, si bien el resultado final es el mismo, el de tener ideas propias, sean elaboradas por uno mismo o sean hechas propias tras la elaboración de otros.
Paso sin más a transcribir el escrito que encontré:

¿Qué es esta sensación? Parece que va y viene, pero en realidad está aquí, dentro de mí, y aparece y desaparece, o más bien se muestra o no. Horadó lentamente mi interior hasta acabar anidando en él.
Anhelos de infinitud
Esa sensación es la tensión que me produce vivir en una polaridad. Por un lado vivo el polo de la “plenitud” (o “eternidad” o “infinitud”). Todo cuando deseo o cuanto quiero, lo deseo o lo quiero para siempre. Es el anhelo de que no acabe, la resistencia al cambio, la perpetuación de lo que agrada frente a su fin. Cada instante en que amo a una persona tengo el anhelo de amarla siempre, de estar junto a ella siempre. Podría resumir este polo con la siguiente frase: “no quiero perder aquello que tengo y deseo”.
Por otro lado vivo el polo “de lo perecedero” (o “limitado” o “finito”). Es un hecho que impone la propia realidad. Todo aquello cuya realidad me afecta es perecedero o cambiante (en cuanto que el cambio implica el perecer del anterior estado). Nada permanece, y menos aún la realidad personal de sentimientos, deseos o anhelos. La propia vida tiene un límite que se llama muerte. Es el límite físico y real de todo lo físico y real y de todo lo que no es físico y real (anhelos, deseos, sentimientos). Al menos eso es lo único que se muestra a mis ojos y a mi razón. Más allá no veo nada, sólo eso puedo decir.
Y es la conjunción en mí mismo de esos dos polos, la forma unitaria en que forman parte de mí ,lo que crea una tensión que se manifiesta como desazón, angustia, desesperanza, tristeza, ira … ¿Cómo deseo para siempre lo que sé que nunca lo será? ¿Por qué anhelo infinitud cuando sé que sólo hay finitud? ¿Por qué quiero lo que no puedo tener?
La cuestión no es encontrar una explicación a lo que parece una sinrazón (la psicología nos puede dar muchas pistas y explicaciones). No. La cuestión es cómo vivir afrontando esa “dicotomía”, cómo aceptar la muerte, el fin de todo, cuando anhelo justo lo contrario.
Quisiera hacer una aclaración en este punto. Desearía hacer ver que para una persona no religiosa como yo la muerte es un hecho frente al que no queda más que su aceptación. Incómodo o no, así es. Y así acepto la muerte, como fin de la existencia. Pero la muerte como parte del polo “de lo perecedero” es un concepto distinto. No es ya la muerte como fin existencial, sino como fin del anhelo de infinitud, y éste es un deseo de infinitud. Es decir, podría tipificar la idea de muerte como fin existencial diciendo que nazco para morir, que nacer implica morir, y como tal hecho lo acepto. Y podría tipificar la idea de muerte como fin del anhelo de infinitud diciendo que la muerte es el polo que contradice uno de los pilares de la vida, el deseo y anhelo de vivir. Es esta contradicción la que me angustia, y no la idea de muerte como fin existencial.

Una vez aclarado este punto me pregunto ¿estaré planteando algo mal?, ¿será esa contradicción fruto de mis creencias? Creo que más bien es al revés, que mis creencias son fruto de mi experiencia en la existencia. Y lo creo así (sólo lo creo), porque siento la contradicción como algo muy interiorizado, muy radical dentro de mí, como algo que está en los cimientos mismos de mi vida (y tal vez por eso me haga tambalear).
No puedo probar nada, ni creo que nadie pueda, por eso esto que escribo no tiene (ni lo pretende) intención de convencer o explicar, tan sólo de describir un sentimiento que se apodera de mí y que, a veces, hace que mi corazón palpite rápido y desconsolado.
Y vuelvo a preguntarme ¿cuál es mi naturaleza que hace que desee lo que mi razón sabe que no puede ser?, ¿por qué estoy hecho de forma que por naturaleza el desconsuelo sea parte de mí?, ¿por qué me pregunto tantos “por qué” si sé de antemano que no puedo responderlos?. Sólo sé que lo que sé nada me aclara de lo mucho que no sé. Sólo sé que mi desazón, mi angustia y mi desesperanza son reales, y esta noche me han despertado y no me han dejado dormir. Y así lo he querido escribir. Nunca sé qué puede despertarme esta tristeza (a la que a veces creo que no tengo derecho), pero creo que esta vez ha sido el sonido de las olas del mar, una realidad que parece imperecedera.

El texto no tenía fecha ni nombre, así que no estoy seguro que fuera de la misma época que los documentos con los que lo encontré ni que fuera escrito por alguien cuya sangre circula por mis venas, pero así quiero creerlo.
Y esa alusión final al sonido de las olas del mar no hacía más que ratificar mi conexión con quien lo escribió, pues me recordó cuántas veces ese mismo sonido me inspiró sentimientos parecidos a los que expresa, y como hace años le había puesto de título “Las olas del mar” a una historia que le escribí a mis sobrinos (por cierto publicada en Obtentalia), queriendo reconocer con ese título la importancia que en mi vida siempre ha tenido el mar como símbolo de vida, de eternidad, de lo inevitable, y como realidad natural con la que puedo fundirme por un instante.

viernes, 24 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. EL FIN DE SEMANA Y PÓLUX.


  ¡ Por fin ya es viernes ! ¡ Qué pronto llegas y qué pronto te vas ! Tenerte es perderte,  y aún en tu fugacidad te deseamos, y es que, como el lunes, eres todo un símbolo.

  Mañana presentaremos un escrito de Pólux, basado en un escrito real que él mismo encontró, según nos cuenta, y sobre un tema nada fácil, la muerte. En clave personal e intimista desgrana sensaciones y pensamientos sobre ese tema. No pretende ser un estudio minucioso, tan sólo la presentación de las sensaciones contradictorias que pueden tenerse frente a la muerte.

  Esperemos que el fin de semana se presente interesante, o simplemente que se presente, que ya es mucho, y que os veamos asomar por este pequeño blog, hecho por pequeñas personas que pretenden hacerlo grande. Nosotros, en nuestra atalaya dejaremos pasar el fin de semana, con su gentío (aunque por aquí no hay mucho) y su vértigo, deseando el sosiego que nos trae el lunes. Sólo esperamos que el tren de la vida, el tren que tanta veces nombramos, se acerque de nuevo hasta nuestra estación.


Por Cástor y Pólux.

jueves, 23 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. SEGUIMOS AQUÍ.

  Ayer cambiamos un poco el aspecto de nuestro blog. Si queréis, dejad un comentario con vuestro parecer.

 Seguimos recibiendo muchas visitas, nos consta fehacientemente, pero vuestra participación, sin embargo, es escasa. La idea de compartir ideas no se extiende exclusivamente a nuestros colaboradores, sino a todos lo que os asomáis por este blog. Podéis comentar cualquier entrada de la página principal (en la que ponemos las introducciones) o en las páginas de nuestros colaboradores.
  Hablando de colaboradores, para los que no lo hayáis leído os recomendamos la última colaboración, publicada el fin de semana pasado. Se trata de un trabajo de El Argonauta sobre el abuso de menores en China y todo lo que rodea la especial circunstancia que obliga en ese país a no tener más de un hijo (o dos) según nos explica. Un trabajo que no deja indiferente.
 Nosotros seguimos aquí, día tras día, en nuestra atalaya, donde aún nos quedaremos algún tiempo, el suficiente para decidir nuestro próximo paso. ¿Seguiremos viajando juntos?, ¿nos sumiremos en la soledad absoluta?, ¿abandonaremos nuestro proyecto de Obtentalia y nos reinsertaremos en el mundo laboral?, ¿caminaremos hasta perdernos entre los acantilados bañados por el mar?
Por Cástor y Pólux

miércoles, 22 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. NUEVA APARIENCIA.

  Hoy estrenamos nuevo aspecto, nueva apariencia. ¿Qué os parece? No es tan distinto este aspecto del anterior. Tenemos las mismas páginas, la misma estructura, las mismas entradas ... y sobre todo, los mismos colaboradores.

  La apariencia es lo accesorio, no es fundamento ni esencia, salvo en el caso en el que no sea posible conocer y acceder a ese fundamento y esencia. Entonces la apariencia se convierte en todo lo que podemos conocer. La apariencia deja de ser apariencia.

  Sólo es aparente lo que puede mostrarse superficialmente y no en su esencia. Si sólo tenemos acceso a la apariencia, ésta se convierte en conocimiento básico, lo superficial y lo esencial se confunden en lo aparente.

  ¿Qué conocéis de Obtentalia? ¿Realmente conocéis su fundamento último, su por qué? Si no podéis saber su razón última porque tal vez a nosotros nos interese que no se sepa, y sólo mostramos unas razones en apariencia sustanciales (conocer otras ideas, debatir, aprender, crecer intelectualmente, compartir ideas ...), para vosotros la apariencia se convierte en todo lo que podéis conocer de este blog, y esa apariencia es para vosotros la esencia de Obtentalia. La apariencia se convierte en realidad sustancial.

Por Cástor y Pólux.

martes, 21 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. NO SOMOS LO QUE QUEREMOS.


Queremos reír, disfrutar, tener buenos momentos que recordar, pero somos serios, apagados, sin recuerdos.

Queremos progresar, triunfar, ser motivo de admiración, pero estamos anquilosados, hundidos y desestimados.

Queremos viajar, conocer, experimentar, pero no sabemos mirar, reconocer ni decidir.

Queremos ser los primeros, los únicos, los verdaderos, pero no sabemos donde está el principio, la diversidad o qué es lo relativo.

Nos creemos con derecho a todo cuando somos incapaces de dar nada.

Pero, ¿quiénes creemos que somos?, ¿por quienes nos hemos tomado?

Cuando nos reconozcamos en la humildad empezaremos a comprender, por eso hay quien jamás comprenderá, ¿y nosotros?.

Por Cástor y Pólux.

lunes, 20 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. LA SEGURIDAD EN UNO MISMO.

La seguridad en uno mismo, la fortaleza interior, es una de las características que más ayuda a vivir, aunque por supuesto, no es garantía de nada, pues aunque a priori es una buen base sobre la que cimentar, por sí misma no sirve de mucho si no va acompañada de los actos necesarios para hacerla valer. Por ejemplo, la seguridad en uno mismo sin capacidad para actuar, limita enormemente sus efectos positivos.

Por desgracia la seguridad en uno mismo no se adquiere fácilmente si no se tiene. De hecho el no tenerla se debe a que el carácter que ha emergido en la persona lo ha hecho carente de este fundamento. Es precisamente en la emergencia del carácter, en las etapas de su formación, cuando de debe adquirir esa seguridad. Y o la naturaleza nos dota generosamente de ese don, o nuestros padres deben suplir su falta con su ayuda y dedicación para proveernos lo máximo posible de ella. De los padres (incluidos nosotros, aunque existirá la excepción que confirma la regla), ya lo sabemos, no podemos esperar mucho. Así que volvemos a estar solos frente a la vida para superar las deficiencias personales cuyos negativos efectos han sido incapaces de minimizar unos padres generalmente inútiles para ello (en muchos casos los padres sólo sirven para dar de comer, hacer fotos, desahogar sus malos momentos con sus hijos y poco más, suerte que la gracia que hacen los niños pequeños suele llevar a muchos padres a tratarlos con cierto cariño, más inconsciente que consciente).

Si aún después de sobrevivir a la pubertad y a la adolescencia en casa de los padres tenemos fortaleza interior, es porque la naturaleza nos ha regalado ese don. Y esa seguridad y fortaleza es casi lo único que nos servirá para enfrentarnos a los problemas de la vida, a los demás. Y cuidado de no confundir el orgullo con la fuerza interior, pues de lo primero está rebosante el mundo y casi siempre acaba volviéndose contra uno mismo, mientras que de lo segundo carece el mundo y sólo se dirige, cuando así lo queremos, contra los demás.

La seguridad interior en uno mismo nos hará obviar convencionalismos inútiles, evitar la presión social, sobreponernos a los “empujones” de los demás y a soportar sus injusticias e imbecilidades, que son también las nuestras.

Por Cástor y Pólux.

domingo, 19 de agosto de 2012

INTRODUCCIÓN. ATALAYA NATURAL Y EL ARGONAUTA.

  ¿Qué les parece el sitio que eligieron para poner la sombrilla los señores que se ven en la foto? Una buena atalaya natural hacia el mar desde luego, aunque parece algo arriesgado. Nos recuerda nuestra atalaya, sólo que la nuestra no es natural ni arriesgada y no sólo intenta mirar al mar, aunque confesemos nuestra predilección por él.
En fin, son muchas las maneras de acercarse a la naturaleza.


  Hoy traemos la segunda parte de la historia de El Argonauta que os presentamos ayer, titulada "VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS EN CHINA (GENERO).  SECUESTROS Y DESAPARICIONES DE MENORES"

  Si no pudiste leer ayer la primera parte os recomendamos que lo hagáis antes de leer esta segunda parte. La tenéis por debajo de esta entrada y en la página "El Argonauta", donde está el artículo completo.

  Y a disfrutar de este domingo.


Por Cástor y Pólux.

SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS EN CHINA, por El Argonauta. PARTE II.