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sábado, 17 de mayo de 2014

COSAS QUE NO SE PUEDEN DECIR.

Buen fin de semana.

La gaviota de la fotografía de portada de hoy parece mirarnos fijamente, como si la hubiéramos molestado, y es que no hay que olvidar que hace algunos años esa barandilla no estaba y en su lugar la gaviota tenía su hábitat. No es raro, pues, que nos mire recelosa.                                                             

Y mañana procuraremos traeros un nuevo artículo de un colaborador. Pero aún hoy lo está ultimando, así, que tendremos que esperar a mañana.

¡Hay tantas cosas que no se pueden decir! La primera censura que lo impide es nuestra propio concepto de lo no aceptado socialmente, la segunda nuestro miedo a la reprobación social, y la tercera la realidad social que efectivamente la ejerce.

Por ejemplo, que una persona de noventa años diga que está cansada, no sólo físicamente sino también cansada de vivir, se admitiría sin problemas, pero que lo diga alguien con 40 años sería reprobable, pues la idea social imperante sería que la vida es algo bueno que hay que aprovechar y disfrutar, por lo tanto resulta chocante que alguien con esa edad diga que está cansado de vivir.

No puede ser, estará enfermo o depresivo. ¡Cuán esclavos somos de nuestros propios prejuicios! El primer gran obstáculo que encontramos para expresarnos no son los demás ni lo social, sino nosotros mismos. Pero por una y otra razón, ¡hay tantas cosas que no se pueden decir! Procuraremos irnos en silencio.

Por Cástor y Pólux.

viernes, 16 de mayo de 2014

SOMOS LO QUE HACEMOS O EL REALISMO.

A veces estamos cansados hasta de estar cansados, nos hartamos de estar hartos y decidimos proponernos lo que sabemos que no haremos. Somos lo que no somos, o más bien, no somos lo que creemos ser.

"Obras son amores y no buenas razones", reza el refrán. Somos lo que hacemos, no lo que pensamos. Eso es evidente, pero es que lo evidente en muchas ocasiones no nos queda nada claro. Y es que los humanos tenemos la capacidad de complicarnos la vida nosotros solitos, sin más ayuda que la de nuestra imaginación.

Todo ello convierte al realismo en una gran virtud, cada vez más escasa debido al tipo de vida que llevamos, en el que se nos presenta una realidad virtual de necesidades adquiridas que distorsionan nuestro realismo: diversión, consumo, compras, acopio de bienes, etc.

Por Cástor y Pólux.


jueves, 15 de mayo de 2014

VIDAS INDETERMINADAS.

Aquí en Obtentalia hablamos todos los días, o más bien reflexionamos en voz alta, usando por voz la escritura. Hay días que nos sentamos frente al teclado y la mente está en blanco. Pero si tomas una referencia, un objeto, una idea, una sensación, por leve que sea, rápidamente surge una miríada de evocaciones, pensamientos y reflexiones posibles.

En la vida sucede algo parecido. Cada acto, cada paso y cada decisión nuestra abre nuevos caminos que estaban cerrados, nuevas posibilidades. Cada pequeño gesto moldea un mundo de posibilidades, y así se va haciendo, día a día, gesto a gesto, nuestra vida.

Hemos evitado usar el verbo "determinar" (cada decisión "abre" nuevos caminos, cada gesto "moldea" un mundo), pues no tenemos nada claro que el mundo y la vida estén determinados, o predeterminados, y que puedan o pudieran ser causalmente conocidos. Que la determinación y la causalidad existan y puedan definir nuestra vida podríamos hasta admitirlo, pero no tenemos conocimiento suficiente de esa determinación y esa causalidad. Vieja discusión a la que volvemos en muchas ocasiones.

Por Cástor y Pólux.


miércoles, 14 de mayo de 2014

CALOR VERANIEGO Y NUESTRA ATALAYA BAJO LA LUNA.

Estos últimos días (en realidad estas últimas semanas) están siendo de verdadero verano, al menos aquí, en el Sur, con temperaturas entre 31º y 35º centígrados medidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), así que ya pueden imaginarse la temperatura al sol (por donde a veces no queda más que transitar) a las tres de la tarde, se alcanzan tranquilamente los 40º.

Es curioso, en verano, con esa y hasta con poco menos temperatura, el aire acondicionado está ya funcionando en bares y establecimientos, y anteayer, en el centro de Sevilla, muertecitos de calor (y por obligación, no por devoción), nos costó muchísimo encontrar un bar con el aire acondicionado puesto. Sólo se nos ocurrían dos explicaciones: una resistencia "natural" a la llegada del calor, como cuando uno no se cambia la camisa de mangas largas del invierno por la de mangas cortas del verano hasta que el calor claramente insufrible, dándose el caso de que al inicio del otoño aún vamos con mangas cortas con menos temperatura que en primavera, que solemos ir con mangas largas con más temperatura, o que en el centro de Sevilla, destinado especialmente a turistas y extranjeros (el llamado "guiri"), quiera hacerse disfrutar a éstos del calorcito lugareño que tanto parecen desear. Cosas de la vida.

Y a pesar de que ese mismo tiempo es el que hace por nuestra atalaya, ayer tarde se levantó un aire con cierta fuerza pero agradable, agitando el mar y haciendo "rugir" las olas en un espectáculo sonoro que nos deleitó toda la noche, con una nítida Luna llena como testigo, y aún esta mañana continuaba ese espectáculo. Pero pare ser precisos no era Lunas llena, pues en realidad estaba alumbrada en un 99%, y es hoy cuando será Luna llena, además a una distancia de unos 377.000 km, es decir, más bien cerca teniendo en cuenta el rango de variación de su distancia a la Tierra (entre 356.410 km y 406.700 km.). Cosas de la astronomía.

Por Cástor y Pólux.


martes, 13 de mayo de 2014

DESILUSIÓN.

"Los días más especiales siempre fueron aquéllos de los que no esperando nada recibía algo deseado. Así que decidí cambiar los santos, los cumpleaños y toda serie de fiestas y celebraciones marcadas en el calendario por otros días cualquiera.

Así, si bien llegado mi cumpleaños yo no me regalaba nada, cualquier día del año que fuera más propicio y me surgiera algo que deseara de verdad, me lo compraba, convirtiendo ese día en especial, en más especial incluso que siendo mi cumpleaños.

Fui cambiando cada vez más cosas, en un intento vano, aunque entonces no lo creía así, de sentir con más fuerza los momentos importantes y alejarme de la monotonía, el tedio, la insatisfacción y la falta de interés que cada vez más respiraba en mi vida.

Pero poco a poco el umbral de satisfacción volvió a descender, y al final volvía a estar donde al principio. Parecía como si el paso del tiempo, inexorablemente, me produjera una falta de sensibilidad hacia la vida, los placeres y todo en general. No creo que eso se elija, como tampoco la fuerza suficiente para sentir de otra forma. Cada cual tiene sus tesoros y sus penurias, y éstas eran mis penurias.

Tras el cambio intenté la evasión, pero ésta sólo me procuraba pequeños momentos, aunque eso ya era algo. Y así sigo, engañándome ilusamente por momentos y dejando pasar los días..., con el temor y la seguridad de que acabaré por perder la poca frescura que esta vida me regaló."

Por Cástor y Pólux.


lunes, 12 de mayo de 2014

LA EVOLUCIÓN NATURAL DEL HOMBRE.

La resistencia al cambio es algo inevitable en el hombre, como lo es también el propio cambio que él mismo produce. El hombre crea, por ejemplo, artefactos técnicos de los que hace depender su vida, y siempre existe una corriente "nostálgica" que se queja de la dependencia creada a través de ese artefacto. Siempre ha sido así. Dependimos de las piedras y su talla en épocas ancestrales, de la rueda, del uso de metales..., hasta hoy, que dependemos del ordenador, del móvil y de la tecnología en general

La evolución natural del hombre es la de depender de los constructos que crea. Para eso los crea, para valerse de ellos, y eso implica dependencia. Esa dependencia no creemos que sea negativa por definición. La evolución del hombre ha tomado derroteros propios, los que él mismo determina con la influencia de los constructos de los que se hace depender.

Por Cástor y Pólux.


domingo, 11 de mayo de 2014

CAMEL Y EL ROCK PROGRESIVO.

Buen domingo. Como veis, ayer cambiamos algo el aspecto del blog, aunque la estructura básica sigue siendo la misma.

Esta semana hemos hablado desde las rotondas por donde circulamos con nuestros vehículos hasta la verdad, que no siempre está tan clara como parece, pasando por una poesía de Juan Ramón Jiménez, uno de los poetas que más nos gusta, si no el que más. Podéis ver todas esas reflexiones moviendo el ratón desde esta entrada de la página principal, irán apareciendo una tras otra.

Le hemos pedido a nuestro colaborador Orfeo que nos presente otra de sus canciones, pues hace ya algún tiempo que no lo hace. Se ha comprometido a prepararnos una de sus canciones en breve, pero como para hoy no le ha sido posible nos ha enviado un enlace a YouTube para mostrarnos una canción de uno de los grupos cumbre del rock británico que irrumpió en los años 70, y que estuvo editando discos hasta los 90 con variaciones en su formación (el último disco fue editado en 2003, aunque su mayor auge tanto creativo como de popularidad lo tuvieron en los años 70 y 80): CAMEL. A nosotros, particularmente, siempre nos encantó el llamado rock progresivo que con tanta maestría y genialidad, y siempre con un sello muy personal, interpretaba ese grupo. Con una gran creatividad y una precisión técnica propia sólo de los grandes, Camel ha sido en ocasiones asimilado, en cuanto al tipo de música, a grupos como Pink Floyd, Yes, Caravan, The Moody Blues o Emeson, Lake & Palmer, aunque nosotros consideramos que las diferencias son manifiestas, si bien la raíz de sus músicas tenga convergencias. Y es que el llamado Rock Progresivo abarca un amplio abanico de tendencias con antecedentes en el antiguo rock psicodélico o en la propia música clásica, remozado con una instrumentación más cuidada y la incorporación de influencias como el jazz, elementos clásicos o sonidos electrónicos. Así, hay bandas como Camel o The Electric Ligth Orchestra que a pesar de sus diferencias, son consideradas de rock progresivo, pues ambas hacen el mismo uso de la instrumentación e incorporan sonidos electrónicos, aunque Camel tenga más influencia del Jazz y The Electric Ligth Orchestra de la música clásica.

Podríamos hablar mucho más de este tema, que nos encanta, como a Orfeo, pero siempre habrá tiempo para ello. En internet podéis encontrar mucha información sobre este tipo de música, pero lo mejor es siempre escucharla y valorar por uno mismo. Y vamos a poner dos ejemplos de cómo lo que escribe un supuesto experto en música en una publicación solvente puede ser una opinión sesgada. Al menos así lo creemos nosotros. En una ocasión un entendido escribió sobe Paul McCartney que su época con Wings fue la peor y musicalmente la menos productiva. Nos parece una simplificación inaceptable. Si bien fue una época difícil (en palabras del propio Paul), muchos de sus discos fueron número uno y hay grandes trabajos más alejados de la música de The Beatles que creemos no fueron valorados en su día como merecen. Pero es también una cuestión de opinión, lo entendemos, aunque no puede hablarse categóricamente como lo hizo ese periodista. En otra ocasión, otro entendido en la materia, escribió de Camel que era y siempre fue un grupo de segunda. ¿Qué quiso decir?, ¿que no vendió tantos discos como The Beatles o no eran tan conocidos por las masas como Pink Floyd? Eso es verdad, pero dudamos que se trate de una banda de segunda, al menos para nosotros no lo es. De ahí que insistimos en que siempre que podamos valoremos por nosotros mismos todas las cosas, en este caso la música, pues la opinión de otros, por importante que parezca, no deja de ser una opinión basada en preferencias personales. Y cada uno tiene las suyas.
MOONMADNESS (1976).
Carátula del disco.

Pero volvamos a la música de Camel que nos ha propuesto Orfeo. Se trata de la canción "SONG WITHIN A SONG", del disco (entonces L.P. -Long Play-) "MOONMADNESS", editado en 1976, una época dorada para Camel. Se trataba de su cuarto disco. Fue editado después del disco "The Snow Goose" (1975), que está considerado como una de sus obras maestras, y así lo creemos también nosotros. "Song within a song" es un claro ejemplo de rock progresivo, con cambios de ritmos, influencias de jazz, melodías sostenidas sobre las que se hacen variaciones, sonidos electrónicos y, en este caso, el sonido de flauta que tanto usaba este grupo. Aquí a la derecha tenéis la carátula de su disco, y en el siguiente nombre de la canción el enlace a un vídeo de YouTube para escucharla.

Esperamos que disfrutéis como nosotros con esta bella música.

Por Cástor y Pólux.