Nuestra foto de hoy muestra dos
barcos esperando su entrada a puerto. Tierra marinera, e industrial…, más
contrastes. A veces se ven faenar pequeños barcos de pesca, cada vez menos, a
los que parecen que van a arrollar los gigantescos barcos de mercancías que
pasan junto a ellos.
Hoy comenzamos a publicar un
cuento escrito por Pólux titulado “Las olas del mar” (parece una reminiscencia de
esta nuestra querida costa onubense). No temáis, aquí cambia de registro y va
dirigido principalmente al público infantil. En esta página principal de
nuestro blog iremos añadiendo los distintos capítulos, y en su nueva página “Las olas del mar, por Pólux” estarán todos los capítulos juntos, pues cada entrega se
añadirá a la anterior, a fin de tenerlo completo y facilitar su lectura. Todos los
días o cada dos días nos dará una entrega y así os lo haremos saber. Ambientado
en un lugar como éste en el que estamos, nuestra querida costa onubense (y lo decimos
aún a riesgo de ponernos pesados) fue escrito hace años para los entonces niños
Rai, Guillermo y María. Hoy lo presenta Pólux en Obtentalia y se lo dedica a
una niña a la que queremos mucho, pues aunque ella no lo sepa, aquí en
Obtentalia la conocemos. Se llama Lucía. Va por ti Lucía. Encontrarás en esa
historia intriga, te hará pasar algo de miedo y al final querrás entender qué
es lo que ha pasado. Esperamos que te guste, y si quieres puedes hacer comentarios
en la parte final de la historia. Un beso para Lucía.
¿Qué?, ¿que ha hecho calor estos días, y
sobre todo por aquí por el sur?. Algunos sevillanos nos han comentado que no
podían más, y que envidian (espero que envidia sana), esta atalaya donde nos
ubicamos todos los días en Obtentalia para hablaros, frente al mar, con una
vista inmejorable y una brisa que refresca el cuerpo y la mente. Y a pesar de
todo tuvimos mucha “caló”. No quiero ni pensar lo que pasaron lo sevillanos, y
no sólo ellos. Nuestra suerte por estar aquí roza lo imposible.
A ver cómo se porta hoy…, y si
no, siempre tendremos a mañana, pero con su permiso claro, antes tendrá que
llegar.
Por Cástor y Pólux.
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