Buen domingo.
Hoy es el día de nuestro anuncio. HOY ES EL ÚLTIMO DÍA QUE SE PUBLICA ESTE BLOG, OBTENTALIA. DECIMOS ADIÓS.
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Sentimos, y especialmente yo, hacer este anuncio pero hay una poderosa razón para ello, y esa es la falta de tiempo.
Tengo varios proyectos que apenas saco adelante, entre ellos Obtentalia, y me doy cuenta que al final no dedico a ninguno de ellos el tiempo necesario para desarrollarlo con gusto y de forma que merezca la pena. Por supuesto que Obtentalia ha merecido la pena, pero lo que me preocupa y me inquieta son los muchos temas de los que me gustaría hablar y no puedo por falta de tiempo, las muchas entradas que podía haber desarrollado más y mejor pero esa falta de tiempo me lo ha impedido, las promesas sobre artículos y profundización en algunos de ellos que no he podido cumplir ... Demasiadas cosas que se han quedado en el tintero.
Incluso habíamos adquirido un alojamiento web con espacio suficiente para crear una página web cuyo diseño ya teníamos esbozado, aneja al blog en la que ordenar más eficientemente todos los contenidos para un más fácil acceso a ellos. Lógicamente se quedó en la idea por la aludida falta de tiempo.
Incluso habíamos adquirido un alojamiento web con espacio suficiente para crear una página web cuyo diseño ya teníamos esbozado, aneja al blog en la que ordenar más eficientemente todos los contenidos para un más fácil acceso a ellos. Lógicamente se quedó en la idea por la aludida falta de tiempo.
Obtentalia es un proyecto para hacerlo bien. Por ello prefiero dejarlo y dedicarme a otras ideas aparcadas que también son una necesidad para mí y que tampoco desarrollo adecuadamente (quien mucho abarca poco aprieta). Y lo que sucede, lamentablemente, es que nadie coge mi testigo si lo dejo. Por ello aquí termina todo.
Quiero agradecerles en nombre de Obtentalia a todos nuestros colaboradores, los que nos dejaron y los que aún siguen con nosotros, el haber querido poner al servicio de Obtentalia sus ideas e historias, enriqueciendo con ellas sus contenidos. Nuestros colaboradores han sido muy importantes, sin duda. Hermes, Prometeo, Helena de Troya, Adonis, Argonauta, Francisco García Navarro, Castor, Calíope, Perseo, El Porquerizo de Agamenón, y nuestros colaboradores con fotografías los citados Adonis y Hermes, y Carlos García Navarro, Elpiojoverde, María Ruda, José Manuel Peña, Javier Valdecasas y Rocío Escudero. También hubo alguna colaboración esporádica más.
He de decir, para ser franco, que siento cierta frustración ante la falta de colaboraciones desde hace algún tiempo y la falta de participación por parte de nuestros visitantes. Pero si eso es así es porque no hemos sabido conectar mejor o no hemos acabado de dar el enfoque correcto para ello, aunque en ningún momento, para conseguirlo, íbamos a traicionar el concepto de blog que queríamos hacer. Siempre hemos tenido muy claro cómo queríamos hacer el blog y nos hemos mantenido fieles a esa idea, equivocada o no.
La metáfora de nuestra atalaya nos ha guiado todo este tiempo, y es que la atalaya ha simbolizado nuestro concepto del conocimiento y de la necesidad tan humana de mirar siempre hacia adelante.
Y poco más puedo decir, más que mostrar mi alegría por las muchas ideas que hemos podido compartir aquí, en Obtentalia, y mi tristeza por no seguir haciéndolo.
Tampoco me cruzaré más por los pasillos de nuestra redacción con mi confeso amor platónico, Helena de Troya, aunque ya haré por hacerme el encontradizo en cualquier otro lugar. Confeso antes vosotros, no ante ella.
El blog y sus contenidos seguirán aquí. Os invito a que busquéis en él. Incluso cuando pueda me gustaría darle ciertos retoques al blog actualizando algunos enlaces de la página principal, etiquetando más entradas, ordenando temas por páginas, añadiendo galerías de fotos y actualizando contenidos inacabados, como es el caso de la galería de fotos de cabecera del blog. Pero es sólo un deseo.
Cómo no, nos despedimos dejando una fotografía de otro de nuestros símbolos principales, el mar. Hemos puesto cientos y cientos de fotografías del mar, de las olas, de puestas de sol sobre el mar. La fotografía con la que nos despedimos es una que ya usamos en su día y que nos encanta. No estaría mal que la cambiara de vez en cuando para volver a ver aquellas que más nos han gustado. Por cierto, disculpad el descuadre de la foto de cabecera (al menos la que está puesta hoy y se reproduce al principio de esta entrada), ya veis, prisas hasta el final.
Un saludo y gracias a nuestros seguidores y visitantes. Hasta siempre.
La metáfora de nuestra atalaya nos ha guiado todo este tiempo, y es que la atalaya ha simbolizado nuestro concepto del conocimiento y de la necesidad tan humana de mirar siempre hacia adelante.
Y poco más puedo decir, más que mostrar mi alegría por las muchas ideas que hemos podido compartir aquí, en Obtentalia, y mi tristeza por no seguir haciéndolo.
Tampoco me cruzaré más por los pasillos de nuestra redacción con mi confeso amor platónico, Helena de Troya, aunque ya haré por hacerme el encontradizo en cualquier otro lugar. Confeso antes vosotros, no ante ella.
El blog y sus contenidos seguirán aquí. Os invito a que busquéis en él. Incluso cuando pueda me gustaría darle ciertos retoques al blog actualizando algunos enlaces de la página principal, etiquetando más entradas, ordenando temas por páginas, añadiendo galerías de fotos y actualizando contenidos inacabados, como es el caso de la galería de fotos de cabecera del blog. Pero es sólo un deseo.
Cómo no, nos despedimos dejando una fotografía de otro de nuestros símbolos principales, el mar. Hemos puesto cientos y cientos de fotografías del mar, de las olas, de puestas de sol sobre el mar. La fotografía con la que nos despedimos es una que ya usamos en su día y que nos encanta. No estaría mal que la cambiara de vez en cuando para volver a ver aquellas que más nos han gustado. Por cierto, disculpad el descuadre de la foto de cabecera (al menos la que está puesta hoy y se reproduce al principio de esta entrada), ya veis, prisas hasta el final.
Un saludo y gracias a nuestros seguidores y visitantes. Hasta siempre.
Por Pólux.
