¿Cuál es la mejor edad? Creo que la mayoría de las personas contestarían que la mejor edad es la que tienen en ese momento, y ello, pienso, por dos razones, una primera más débil y una segunda más fuerte y convincente.
La primera es que a nadie le gusta reconocer su infelicidad, y decir que la mejor edad fue otra (del pasado, claro) equivale a reconocer que la actual no es la mejor y que no es este momento presente el más feliz de nuestra vida.
La segunda es que el paso del tiempo nos hace adquirir una experiencia vital que nos dota de una cada vez más amplia perspectiva para valorar cada momento. Esa más amplia perspectiva nos hace ver más completa la vida actual, el momento actual.
La primera razón es más débil porque se basa en aspectos poco esenciales, como la imagen nuestra que queremos mostrar a los demás, la segunda sin embargo, implica una reflexión más profunda, pues más profunda es nuestra perspectiva con el paso del tiempo.
Pero ambas razones son sólo aproximaciones a la cuestión planteada, pues hay muchas otras consideraciones a tener en cuenta, como el alto valor que suele darse a la juventud o al estatus económico, y el valor negativo que se le da a la vejez.
También se habría de tener en cuenta la actitud positiva o no con la que afrontar la vida (aunque ello no puede categorizarse tan absolutamente). Si me preguntaran, por ejemplo, mi opinión sobre ello, yo diría que cualquier momento es malo para vivir.
La primera es que a nadie le gusta reconocer su infelicidad, y decir que la mejor edad fue otra (del pasado, claro) equivale a reconocer que la actual no es la mejor y que no es este momento presente el más feliz de nuestra vida.
La segunda es que el paso del tiempo nos hace adquirir una experiencia vital que nos dota de una cada vez más amplia perspectiva para valorar cada momento. Esa más amplia perspectiva nos hace ver más completa la vida actual, el momento actual.
La primera razón es más débil porque se basa en aspectos poco esenciales, como la imagen nuestra que queremos mostrar a los demás, la segunda sin embargo, implica una reflexión más profunda, pues más profunda es nuestra perspectiva con el paso del tiempo.
Pero ambas razones son sólo aproximaciones a la cuestión planteada, pues hay muchas otras consideraciones a tener en cuenta, como el alto valor que suele darse a la juventud o al estatus económico, y el valor negativo que se le da a la vejez.
También se habría de tener en cuenta la actitud positiva o no con la que afrontar la vida (aunque ello no puede categorizarse tan absolutamente). Si me preguntaran, por ejemplo, mi opinión sobre ello, yo diría que cualquier momento es malo para vivir.
Por Pólux.