Antes de nada quiero confirmar que mañana publicaremos una nueva canción de nuestro colaborador Francisco García Navarro. Así que os emplazo a mañana domingo para que la escuchéis a ver que os parece.
En la estación de trenes, en el parking del centro comercial, a la entrada del banco, en una plaza, en la acera de la calle alrededor de algunos edificios oficiales ..., en todos esos sitios y en muchos más hay cámaras de vigilancia. Su razón de ser es, lógicamente, la seguridad, nuestra seguridad. Pero como sucede con todo, también este caso tiene un aspecto negativo. Y es que entre el tráfico de nuestros datos personales por Internet y fuera de él y la mayor vigilancia a la que progresivamente nos vemos sometidos, cada vez tenemos menos intimidad y menos libertad.
Así somos, no nos importa ceder nuestros datos personales, yo el primero, a cambio de alguna aplicación para el móvil o el PC.
En general me gusta la Televisión Española (TVE), pero hay algo que no me gusta nada, desde luego no exclusivo de esta cadena.
A muchos de sus responsables se les llena la boca diciendo que sus informativos son independientes, imparciales y veraces, pero algunas noticias están tan mediatizadas por sus propios intereses que da pena escucharlas. No me refiero a temas políticos, no, me refiero a sus propios intereses como cadena de televisión. Pongo unos ejemplos.
Estos días no han parado de hablar de Operación Triunfo. Me parece muy bien que le den toda la publicidad que quieran, pero que una de las noticias más destacadas en sus informativos sea que se han reunido los integrantes de Operación Triunfo es utilizar esos informativos para hacer publicidad de ese programa. O cuando hablan de una determinada película, siempre bien, y resulta que es una producción en la que interviene TVE. ¿Cuántas otras buenas películas se hacen, algunas mejores, y no hablan de ellas? ¿Y con los deportes? Resulta que cuanto TVE tenía los derechos y emitía la Formula 1 en la sección de deportes de sus informativos nunca faltaba el comentario sobre las carreras. Pero cuando deja de tener los derechos y emitir las carreras la Formula 1 pasa a un segundo plano en la referida sección de deportes. ¡Qué digo segundo plano!, a un noveno o décimo plano, pues recuerdo que como Fernando Alonso no ganara una carrera o hiciera alguna proeza ni se hablaba de las carreras.
Todo eso lo entiendo, de verdad. Pero no quieran luego vendernos y hacernos creer que sus informativos son los más independientes e imparciales. Podrán ser veraces, pero de independientes e imparciales nada. A los hechos me remito.
En esta vida, aparte verdaderos sentimientos altruistas, y en cierto sentido también éstos, todo el mundo quiere vendernos algo, lo que podría aceptar hasta legítimo si me apuran, pero no desde luego el hacerlo con engaño y manipulación.
Las cadenas de televisión tienen sus intereses, como empresas que son y que han de procurar beneficios, y ese interés es tan propio de su naturaleza que las impregnan en todos sus quehaceres.
No sé por qué, pero sé que lo que otros dicen saber no es tal, sólo creen que lo saben. En realidad sí sé por qué. Por la experiencia de los demás y por mí mismo, que también me pasa.
Nadie puede mostrarse seguro de creer en lo que cree. En realidad lo que puede es mostrarse seguro de creer en algo, dado que en algo hemos de creer para actuar en consecuencia, pero no que ese algo sea seguro.
La seguridad es una actitud mental, no una realidad. Pero muchos creen estar seguros de sus creencias políticas o religiosas o ..., de lo que sea. No seré yo quien les discuta nada, pero creo estar seguro (¡?) de saber que sólo creen estar seguros, o mejor dicho, me siento seguro creyendo que nadie puede sentirse seguro de nada. Ya veis, se trata sólo de una actitud mental, o al menos eso quiero creer o creo que quiero creer.
Le hemos pedido a nuestro colaborador musical, Francisco García Navarro, que nos presente alguna de sus canciones, pues hace ya algún tiempo que no escuchamos nada nuevo de él, y nos ha dicho que nos enviará la última canción que ha compuesto y grabado.
Como sabéis, todos los domingo tiene a su cargo una sección musical en la que nos presenta alguna canción. Se ha centrado en los años setenta, aunque no se restringe necesariamente a esa década. Nos gustaría que el próximo domingo, o alguno no muy lejano, nos presentara alguna nueva canción de esas que tanto nos gusta en la redacción de Obtentalia.
Tuvo a bien componer una canción para este blog, con su mismo nombre, Obtentalia, que podéis escuchar desde el enlace que tenéis en el lateral izquierdo de esta entrada.
Podéis además escuchar todas las canciones que ha publicado en este blog en su página "La música de Francisco García Navarro", cuyo enlace también se encuentra en el lateral izquierdo de este página principal, en el apartado "Artículos".
Sólo sabemos que tiene una nueva canción instrumental, bueno casi, pues se canta en una pequeña parte. Desde aquí le pedimos que se anime y la prepare cuanto antes para poder publicarla pronto. Así que ya sabéis, el domingo que viene o el otro publicaremos una nueva canción de nuestro colaborador Francisco García Navarro.
Que nos gusta sentirnos el ombligo del mundo es un sentimiento propiamente humano. El egocentrismo, si cabe aplicar este término al mundo animal. El desarrollo filogénico, espoleado entre otros por el instinto de supervivencia, ha desarrollado la necesidad de anteponerse un animal a los demás, o a sus crías, a sí mismo y a los demás. Eso es lo más parecido al sentimiento egocéntrico que ha desarrollado la mente humana.
La principal diferencia entre ambos conceptos, en el animal y en el hombre, es que éste puede elegir, y puede anteponer otros criterios al de satisfacer su propia necesidad. Las relaciones humanas son un ejemplo de ello.
Digo todo esto por lo siguiente. El otro día, en un grupo de personas que conozco, una de ellas enseñó orgullosa un trabajo manual que había realizado y que resultaba práctico y había manufacturada con maestría, de forma que resultaba muy vistoso. Era normal que estuviera orgullosa, aunque por encima de ello se percibía cierta de necesidad de aprobación y admiración por parte de los demás. Puro ego humano, aunque se entiende. Pero no faltó quien rápidamente comenzó ha hablar de ella misma que había hecho no se qué otra cosa, igual o mejor. Y no sólo nos enseñó fotos de aquello en su móvil, sino que se comprometió a traerlo a la próxima reunión y comenzó a presionar a los demás para fabricarlos una pieza de aquellas (da igual lo que fuera). No sólo había monopolizado la situación, había hecho que dejara de hablar de las excelencias de la otra persona y se hablara sólo de las suyas. Más ego humano en estado puro, que ya cuesta entender.
Nadie escucha a nadie. Si le hablas a otro de algo él te hablará de lo suyo. No valorará lo que le dices, y hasta lo desprecia porque cambia de tema y te habla de lo suyo, dejando claro que nada le importa lo que le dices, pero sin embargo pretende que le escuches y muestres lo que te importa lo que te cuenta. El ser humano puede elegir. Puede escuchar y después hablar. Pero lo normal es no escuchar y hablar antes de que te sigan hablando.
No todo el mundo es así. Tal vez esté demasiado acostumbrado a nuestra forma de ser aquí en el sur, donde solemos hablar todos a la vez y rara vez nos escuchamos.
Hoy quiero hablar de un músico no muy conocido, al menos aquí en España. Se trata del inglés Kelly Groucutt, bajista, cantante y músico de sesión, más conocido como bajista del grupo Electric Ligth Orchestra -ELO-, de quien ya hemos hablado en alguna ocasión en este blog. Tocó el bajo y cantó en algunas canciones en dicho grupo entre 1974 y 1983, es decir, que participó en su época dorada. En 1983, descontento con el pago de regalías (participación en los derechos), dejó el grupo y emprendió acciones legales contra Jeff Lyne, líder del grupo. No fue, por cierto, el único descontento con ese tema, pero esa es otra historia. Falleció en 2009 a causa de un infarto, a la edad de 63 años.
En 1982 publicó su único disco en solitario, titulado "Kelly". En el disco editado en vinilo por RCA Records, aparecen nueve canciones, si bien he visto en una reedición en CD de 2001, con remasterización incluida, que aparecen algunas canciones más no contenidas en el primer disco. Que yo sepa se editó en su día un sólo single con las canciones "Oh little darling" (cara A) y "Black Hearted woman" (cara B).
Entre las canciones de su álbum he elegido "Sea of dreams", la que cerraba el disco (la edición en vinilo). He elegido esa, además de porque me gusta personalmente, porque he encontrado un vídeo con calidad de audio suficiente. El estilo es parecido al de ELO, no en vano participaron otros integrantes fundamentales del grupo, a saber, el batería (Bev Bevan), el teclista (Richard Tandy) y el por aquel entonces violinista (Mik Kaminski).
Dos años antes de su muestre tuve la suerte de escuchar a Kelly Groucutt en el estadio Bahía Sur de la gaditana localidad de San Fernando, concretamente el sábado 28 de agosto de 2007, (prácticamente todos los años actuaba en España), en una actuación en directo del grupo The Orchestra, heredero de la ELO en cuanto a algunos de sus componentes (el propio Kelly, Mik Kaminski y Louis Clark) y tocando muchas de sus canciones (antes fueron ELO part.II). En esa actuación estaba como aparece en la foto de la derecha, sin su característico mostacho y con ese pañuelo sujeto a la coleta que casi le llegaba al suelo.
Espero que os guste la canción que he elegido de este gran músico y que escuchéis la canción un par de veces al menos.