A mi me encanta la informática y soy un defensor de su uso y su utilidad. Ha conseguido importantes logros tecnológicos.
Pero he de reconocer que cuando un sistema se pone "tonto" se vuelve insufrible y acaba uno odiando la informática y los avances tecnológicos, aunque sólo sea por un rato.
Sistemas que se cuelgan con demasiada frecuencia, copias de seguridad que dan problemas una y otra vez, servidores que se "caen", configuraciones que se cambian sin haberlas modificado... Hay fallos que ni los propios expertos en informática son capaces de explicar.
La técnica, si no es fiable y segura, de poco sirve. En realidad la informática es fiable y segura, el problema aparece de una mala adaptación de sistemas complejos, como por ejemplo programas complicados mal depurados. Vamos, que el problema no es la técnica, sino nuestra capacidad para aplicarla debidamente y con garantías.
Le echamos la culpa a la máquina (el ordenador) como si ésta fuera quien decidiera cómo se hacen las cosas, cuando en realidad se limita a seguir las instrucciones (programación) que nosotros, los humanos, le hemos dado.
Por Pólux.
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