PUBLICIDAD Y MALAS PRÁCTICAS COMERCIALES.
Por Pólux (2 de agosto de 2015).
Nuestra vida intenta ser manipulada por la publicidad |
A diario nos bombardean con publicidad, ofertas, todo tipo de productos y un sinfín de ardides encaminadas a incrementar nuestro consumo y conseguir más ventas, hasta el punto de bordear cada vez más la línea de la legalidad, y en muchos casos traspasarla. El sistema capitalista al que tanto adoramos (y que tanto no da y tanto nos quita) tiene estos inconvenientes. El ejercicio de la libertad lleva aparejada la responsabilidad de un uso responsable de la misma, que no dañe al menos a los demás o lesione sus derechos.
Pongo como ejemplo de ello algo que me ha sucedido recientemente. Hace poco recibo en mi casa una carta de una empresa que no conocía de nada, denominada Domestic & General, sobre la cobertura de un seguro a mi nombre por un año, con una prima de unos 8 ó 10 €. Llevaba dos copias perfectamente rellenas con todos mis datos personales, una para mí y otra para que la firmara y la enviara por correo. Después de leerla sólo saqué en claro de que se trataba de un seguro, pero nada más.
Aquello no me gustaba, tenía mala pinta, sobre todo por tres cosas. Primero, yo no había suscrito ningún seguro, por lo menos en los dos últimos años. Segundo, no se identificaba el producto, tan sólo había una referencia numérica y la palabra "Philips". Tercero, no había ninguna explicación que dijese que aquello era un seguro voluntario, no , tan sólo se explicaba que debía rellenarlo, firmarlo y enviarlo, cosa que, por supuesto, no hice. Daba la impresión que yo ya había contratado el seguro y ahora me enviaban el contrato, ya que todos los datos estaban rellenos, incluso la prima y las condiciones del seguro.
La publicidad engañosa manipula nuestra libertad |
Intenté hacer memoria, pero no recordaba haber comprado ningún electrodoméstico de la marca indicada. Así que hice mis indagaciones en "el internet", como todo el mundo, y mira por donde había extensa información de la empresa aseguradora Domestic & General, su forma de proceder y cómo obtenía mi información. Entonce todo me cuadró.
Resultó ser una empresa cuyo servicio es la extensión de garantías, es decir, que por una cantidad determinada extienden por un año más la garantía del fabricante de un aparato, generalmente un pequeño electrodoméstico (para uno grande la prima sería mayor y sería difícil obtener la conformidad del cliente a quien consideran un panoli), de forma que si la garantía del fabricante es de dos años, ellos la extienden a tres años, un año más. La garantía de ese año de más ya no se le reclama al fabricante, sino a la empresa con la que se ha contratado la extensión de la garantía. En una garantía sobre el buen funcionamiento de un aparto, es decir, un seguro, que es de lo que ellos hablaban en la carta.
Pero me entero de algo más, y es que una de las empresas con las que "trabajan" es la conocida Media Mark. Y digo "trabajan" porque en realidad es un comercio en toda regla de datos personales. La cosa funciona más o menos así. Yo compro un pequeño electrodoméstico en Media Mark, que toma mis datos personales para hacerme la factura. Media Mark le pasa los datos a la empresa de extensión de garantía en cuestión. No he indagado más cómo se pasan los datos, pero supongo que le darán visos de legalidad. Y luego esa empresa me manda la cartita engañosa a todas luces a ver si me lía y cuela el seguro. Porque si no tuviera nada que ocultar me explicaría en ella claramente en qué consiste el seguro.
Las campañas publicitarias nos suelen tratar como si fuéramos monos. |
Por fin recordé que efectivamente hacía ya muchos meses había yo comprado en Media Mark un pequeño electrodoméstico del que ya casi ni me acordaba.
Si bien la empresa Domestic & General es totalmente legal y hacen seguros de forma legal, la forma de proceder enviando cartitas como la que yo recibí es a todas luces ilegal o debiera serlo, no porque me enviaran una propuesta de negocio sin yo quererla, sino porque dicha propuesta era confusa y por tanto engañosa (y el engaño es una práctica ilegal de ventas) y llevaba datos personales cuya adquisición me parece igualmente ilegal (por parte de Media Mark también desde luego).
No debiera valer cualquier cosa con tal de vender, pero la libertad del mercado permite casi cualquier cosa. Para eso debe estar el legislador, para poner coto a los excesos del capitalismo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario