Nada suele ser lo que parece. Nos mostramos como queremos que nos vean, destacamos nuestras virtudes y ocultamos los defectos.
Hablamos de lo que creemos que puede interesar, callando lo que no queremos que sepan de nosotros.
Miramos de frente cuando queremos que nos crean, nos mostramos apasionados cuando queremos ser creíbles, evitamos reflejar el miedo y los nervios cuanto podemos, sólo ardides para conseguir nuestro fin.
Nadie puede verificar las historias que contamos sobre nuestra vida, ni nuestro verdadero grado de felicidad.
Nada suele ser lo que parece...
Por Polux.
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