El día se aferra a las últimas luces del crepúsculo que se filtran entre las tenues nubes del horizonte, cuya rojez ya ha dejado paso al gris. Parecen los últimos estertores de la vida, como nos decía a su manera nuestro colaborador musical en su canción "La tarde cae" (ahí tenéis el enlace por si la queréis escuchar).
El término del día es melancólico por lo de pérdida que tiene, pero lo es más por el sentimiento de pérdida que podemos tener ante la vida y ante los actos que nuestra conciencia parece recapitular en cada final de jornada. No nos hace falta ser conscientes para sentir la culpa ni negarla para no llevarla dentro.
Sólo el sueño, ausencia y vacío, parece aliviar la conciencia.
Por Pólux.
No hay comentarios :
Publicar un comentario