Hoy domingo ha amanecido nublado aquí en la atalaya. Mar adentro las nubes parecen aumentar y oscurecerse. ¿Querrá decirme algo la naturaleza con su demostración de fuerza?, pero ¿acaso hay algo que demostrar? Las cosas son como son, aunque también es cierto que bajo esta premisa la ciencia y la exploración humanas no hubieran avanzado como lo han hecho.
Las nubes son necesarias para apreciar la claridad de un cielo azul despejado, así como el dolor ayuda a apreciar el bienestar.
El manto verde de pinos parece ajeno a todo, el mar, de un gris plomizo, refleja el cielo como los ojos nuestro interior.
Observo y nada sucede. Sigo observando y tan sólo el sueño agitado de una noche, imposible de realizar, me muestra lo que quiero ver. La realidad me lo niega o tal vez yo y sólo yo, viva iluso el sueño del pretencioso.
Por Pólux.
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