"Días que vienen y van, como las olas del mar sobre la orilla. Noches que acechan el mar."
Podremos declarar a los cuatro vientos las excelencias en el progreso tecnológico y la capacidad de manipulación de la naturaleza, hasta la capacidad de su propia extinción, pero hemos de reconocer que ya la naturaleza ha obrado para hacernos como somos, sujetos a sus leyes (genética, evolución, adaptación al medio), y que si hemos llegado hasta este punto es porque la propia naturaleza ha modelado nuestras capacidades para alcanzarlo. Nos vanagloriamos de nuestros logros y olvidamos como esos logros los hizo suyos hace la tiempo la naturaleza, aunque ello, sin duda, no cambia nada.
Pareciera una paradoja que la propia naturaleza posibilitara la evolución hasta el punto de destruirse a sí misma. Pero se nos escapan las respuestas a las preguntas más básicas sobre nuestro propio origen, lo que produce esa "ansiedad" propia del desconocimiento cuando se inquiere, del vacío cuando se busca.
Por Pólux.
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