“CARMINA Y AMÉN”
Por Prometeo (18 de
mayo de 2014)
La madurez del cine español es un
hecho probado. Directores como Jaume Balagueró, Amenábar, Almodóvar o Zambrano,
y muchos otros, nos han enseñado que existen un cine más allá de Hollywood, con
más matices, más original, más rico…, y más nuestro.
Y cuando ya estamos acostumbrados
a tener el listón tan alto llega Paco León con sus dos películas sobre Carmina,
la última, de la que hablamos hoy, “Carmina y amén”. Yo sólo hablo, y desde mi
punto de vista particular y mis gustos, de películas que he visto. Y es que
hacer lo contrario obliga a hacer previsiones no siempre acertadas. Y lo digo
por que hace pocos días leí una crítica sobre esta Película, entonces pendiente
de estreno, y su financiación, cuestión ésta en la que yo no entraré. El crítico
vaticinó el desastre económico a una película minoritaria a la que el gran público
se negaría a pagar el dinero habitual de una entrada para verla. La realidad ha
acabado por no darle la razón.
“Carmina y amén” es una película
fácil de ver, pero a la vez llena de matices que la enriquecen y de pequeños
gestos que dicen mucho. La película y su sentido van más allá de la fácil
palabra mal sonante, de la gracia de las ocurrencias de su protagonista o del
gesto cotidiano que todo lo envuelve. Sí se trata de una comedia, pero no de
una comedia cualquiera, sino de una comedia dentro de un drama. La muerte está
presente en toda la película y de forma especial al principio y al final, pero
la vida, a pesar de la presencia o el acecho de la muerte, sigue adelante.
Es una comedia diferente a las
que últimamente, también españolas, hemos visto en el cine. Es diferente porque
se guía por parámetros propios, una especie de submundo creado por su director,
Paco León, a la medida de sus personajes hasta encajar a la perfección.
Los actores están a la altura de
lo que nos tienen acostumbrados. Y mención especial merece en esta ocasión
Yolanda Ramos, una “psicoterapéuta” algo peculiar que nos hará reír con su
charla.
En los planos del entierro del
marido de Carmina, el director parece tomarse cierta licencia plástica a la
hora de mostrarlos, sin duda de gran belleza, aunque fuera del tono general de
la película. Y hablando del director, la película rezuma una dirección muy
trabajada, especialmente con los actores, creados en la medida exacta que se
propone el director. Al menos esa es la sensación que me produce.
Una película entretenida,
diferente, original, sana y que, además, nos hará reír. Eso creo que ya es más
que suficiente para ir a verla. Lo demás ya lo juzgarán ustedes mismos.
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