[Esta entrada -la segunda de hoy-, dedicada al Coro Auxilium, va firmada excepcionalmente sólo por Pólux, dado que Cástor, quien habitualmente firma también las entradas, forma parte de ese coro y es parte interesada.]
Anteayer hablábamos (pulsar aquí para ver la entrada) del concierto del coro Auxilium que tuvo lugar ayer sábado. Una delicia. Nos deleitaron con villancicos y alguna "propina", en palabras de su director, el salesiano Juan Manuel Espinosa, generalmente más acertado en la dirección musical y en la interpretación con su habitual órgano que en la improvisación de palabras y elogios cuando se dirige al público. Pero me quedo con su dirección artística, muy a tener en cuenta, pues es uno de los pilares del éxito de ese coro.
Como decía, realmente fue una delicia escucharlos, especialmente en las piezas más complicadas, en las que el coro se crece y afronta eficazmente las dificultades, logrando poner en pie en dos ocasiones a un público entregado y cautivado por las armonías con que llenaban la Capilla de San Bartolomé.
Veinte años ha cumplido este coro de Utrera, vinculado al Colegio Salesiano de dicha localidad, al que deseamos otros tantos años llenos de un éxito que claramente se merecen.
Tras finalizar el concierto me trasladé de nuevo a la atalaya de Obtentalia -lugar frente al mar en la costa onubense, aislado entre pinares, donde nos recluimos Cástor y Pólux para reflexionar y escribir este blog-, desde donde mirando a través del transparente y límpido cielo, el tintineo de cada estrella se me antojaba la voz de un miembro del coro, y el aparente misterio de un todo armónico surgido de voces individuales diferentes a ese todo, me hacía pensar en el misterio mismo del Universo, tan ajeno y cercano a la vez, un todo deslumbrante del que sólo vemos partes como nosotros, un misterio dentro de otro misterio, haciendo patente la limitación del hombre para conocer y su imposibilidad para resolver tales misterios. Y es que mirando y mirando y buscando y buscando desde la atalaya, no veo en ese Universo más que la negrura del cielo nocturno.
Como veis las notas musicales del Coro Auxilium transcendieron el momento y el lugar en que fueron ejecutadas. Otro misterio, por más que estemos acostumbrados a él.
Felicidades a todos los miembros del Coro por su actuación, de la que pueden estar orgullosos.
Os dejo unos enlaces (distintos a los de la entrada del viernes) relativos al Coro Auxilium:
Por Pólux.
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