Parece que admitimos sin más que el divertimento en el arte está reñido con la calidad. Por ejemplo en el cine (comedia), en la música (música de baile o fiesta) o en la pintura (caricaturas). Sin duda hay grandes muestras de comedias, música de baile desenfadada o caricaturas de una calidad excepcional, lo que directamente desmonta la pretensión de que divertimento y calidad están reñidos.
Lo que sucede es que también puede hacerse reír con una comedia mediocre, y nos contentamos con ello. Lo que puede hacerse bien ha de hacerse bien, pues es muestra de nuestra valía. No creo que ningún músico se diga "voy a hacer una canción mediocre". Pero un espectador puede tranquilamente escuchar una música aún sabiendo que es mediocre.
Consumimos demasiados productos de baja calidad que podrían ser claramente mejores, como esas películas para televisión (llamadas también telefilms), sin interés en trascender la inmediatez de la imagen.
Por Cástor y Pólux.
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