LA UTILIDAD DEL DOLOR
Por Cástor (27-01-2013)
Siempre estamos rogando que no nos pase nada malo, que
nuestra vida sea "fácil" y cómoda, que nos vaya "bien", que
no nos ocurran "desgracias", en resumen, tememos con todas nuestras
fuerzas tener que salir de nuestra cómoda y plácida zona de confort físico,
social y emocional. De jóvenes aspiramos a que nuestra vida sea confortable,
cómoda y segura, sin cambios ni sobresaltos. Pero a menudo no nos paramos a
pensar que nuestra vida no la disponemos nosotros. No podemos elegir lo que nos
vaya a ocurrir, no somos dueños de nuestro destino.
La vida está ahí y transcurre con sus cosas buenas y
malas, alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, amores y desamores, ilusiones y
desengaños, satisfacciones y sinsabores, con sus mañanas luminosas y sus noches
oscuras. Igual que podemos llegar a las cumbres más altas, nadie está exento de
caer en un pozo sin fondo. Estamos expuestos a enfermedades, desgracias,
desastres, decepciones, fracasos o desilusiones, sin control alguno por nuestra
parte.
Pero siempre tendremos la posibilidad de manejar
nuestras emociones, nuestra actitud, y nuestra respuesta a lo malo que nos
ocurra, por negativo que ello nos pueda parecer. Es nuestra opción, nuestra
íntima elección. Siempre podemos aceptarlo, asumirlo, y superar cualquiera de
estas circunstancias objetivamente negativas, dándole sentido, buscando siempre
algo positivo...
una lección, un aprendizaje, una aportación, una ganancia. Se dice que todo
pasa por algo, que a todo, por malo que nos parezca, se le puede encontrar un
lado positivo, que el dolor nos curte y nos enseña, que quien ha descendido a
la sima puede disfrutar con mayor plenitud de su llegada a la cima, que de los
errores se aprende, o que el fracaso es el mejor sendero para llegar al éxito.
La dificultad, el dolor y el sufrimiento
nos curten, los momentos difíciles nos pueden ayudar a sacar lo mejor que
llevamos dentro, a superarnos a nosotros mismos, al vernos obligados a
esforzarnos en buscar una salida, una solución ante estos retos por superar que
nos presenta la vida. Y la grandeza del ser humano, la capacidad de
sufrimiento, de aceptación y superación del dolor y el sufrimiento se suele
mostrar en esos momentos difíciles. Y no podemos obviar que todo ello,
dificultades, angustias, tristezas, aflicciones, penas… forma parte de nuestra
vida en algún momento, apareciendo tarde
o temprano. No podemos huir de todo ello. Pero sí está en nuestras manos el
aprovecharlo para aprender y ganar en bagaje y sabiduría, para hacernos más
fuertes, para enriquecernos y engrandecernos como personas, a través de su
superación.
Montaje y texto del autor. |
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