Matar hormigas y moscas, y en general maltratar o torturar animales pequeños es uno de los divertimentos preferidos de los niños. ¿Por qué animales pequeños? Hombre…., pues porque los grandes les dan miedo, si no lo harían igualmente. ¿Y por qué matarlos y torturarlos? Pues... no sabemos. Suponemos que por que pueden. Es novedoso y diferente ver morir un animal, o verlo andar con varias patas menos o verlo revolcarse mientras intenta volar sin alas. A determinada edad los niños no son plenamente conscientes del sufrimiento y el dolor ajenos, aunque saben ser crueles como sólo ellos mismos saben serlo. Vamos, que son pequeños monstruitos (con perdón por la licencia). ¡Qué gusto pisotear un hormiguero, arrancarle patas a una araña o las alas a una mosca! Adorable infancia.
El noventa por ciento, más o menos, de los diálogos que mantenemos las personas son
totalmente inútiles y suponen una transferencia de información nula, porque la
mayoría de las veces no nos interesan lo más mínimo. Hablamos de cosas que ya
sabe nuestro interlocutor o de cosas personales que nada le importan. ¿Lo
habéis analizado alguna vez? Solemos tener problemas de verborrea, y buscamos a
algún pardillo al que le cueste decirnos que no.
Por Cástor y Pólux.
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