Vamos con la segunda entrega de actos de mala educación y falta de respeto a los demás en el uso del tren cercanías.
En las estaciones de cercanías hace ya tiempo que colocaron unos tornos para la entrada de los usuarios, en los que se introduce el billete, se abren las barreras del torno, recoges el billete que sale por una abertura y pasas dichas barreras que se cierra tras unos segundos.
No es la primera vez que una persona se para delante del torno y se pone a buscar el billete. Normalmente se suele ir con prisa, hay muchos usuarios y los tornos están siendo todos usados y pararse delante de uno de ellos molesta bastante. Se forma una cola y se retrasa el acceso.
Si sólo fuera que esa persona se mete la mano en un bolsillo para sacar el billete tampoco tendría mayor importancia. Pero no es ese el caso que les cuento. Me refiero a ese señor que después de buscar en todos sus bolsillos del pantalón, de la camisa y de la chaqueta comienza con la segunda ronda de búsqueda en los mismos bolsillos. El billete no aparece, pero tiene que estar ahí, así que a repasar bolsillos hasta que aparezca. O esa señora que comienza una búsqueda en las profundidades de su bolso, sí, ese en el que lleva de todo lo imaginable y es prácticamente imposible encontrar algo sin darle la vuelta y vaciarlo. Su infructuosa búsqueda la realizan en la misma entrada del torno, de forma que nadie más puede pasar.
Es un gesto de mala educación y falta de respeto, pero podría uno pensar que no se ha dado cuenta de que está molestando, a todos nos puede pasar. Pero es que cuando le indicas que deje pasar te mira con cara de malas pulgas y sigue su búsqueda, o te dice molesto, ¡es un momento, hombre! Cualquier cosa menos apartarse educadamente e ir dejando pasar a quien viene con su billete preparado en la mano.
¡Qué esperen los demás!, siempre es mejor que tener que esperar yo, ¿no?
Por Pólux.
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