¿Qué estaríais dispuestos a hacer por alguien a quien queréis?
¿Qué habéis llegado a hacer por alguien a quien queréis?
¿Qué estáis haciendo por alguien a quien queréis?
Lo más sensato en no responder a ninguna de las tres preguntas.
A la primera porque se reduce a una declaración de intenciones, que seremos o no capaz de realizar. Mejor callar y ser capaz de hacer, que no hablar y no ser capar de hacer lo que dijimos y pueden recordarnos.
A la segunda porque el pasado nada asegura sobre los hechos futuros. Lo que hallamos hecho puede engrandecernos y dar confianza a los demás, pero de nada sirve ir diciendo de lo que hemos sido capaces, lo que además suena prepotente y orgulloso.
Y a la tercera porque lo que se hace por amor es desinteresado, y y cuando no hay interés nada importa no contarlo y que nadie lo sepa, pues lo contrario se vuelve también prepotente y orgulloso. Lo que se hace por alguien a quien se quiere tiene valor por sí mismo, y manifestarlo o hacerlo valer implica querer que se valore por los demás y añadirle una dimensión que excede del ámbito privado en que tiene valor lo realizado.
En una sociedad en la que lo que no se cuenta no vale, parece que estas consideraciones son humildades de viejo bobo que enmascaran falsa modestia. Cada cual es libre de creer lo que quiera, pero yo prefiero el silencio de quien es tomado por persona sin criterio que la verborrea de quien es tomado por sensato.
Por Pólux.
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