La noche se ha nublado y presenta otro rostro. El aire, algo más fresco y húmedo, se desliza rudo sobre mi piel, recorriéndome y haciéndome sentir parte de él.
No sé quién o qué soy, pero me siento parte de esta noche nublada, de este otro rostro de la realidad, aparentemente ajeno a la autoconsciencia.
¡Cómo la Luna, brillante, arroja sombras por entre las nubes que cubren la atalaya ...!
Por Pólux.
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