La fe tal vez sea una necesidad humana, la necesidad de una referencia, de una guía o de una compañía. La complejidad de la mente humana la hace también muy dependiente, y tal vez esa dependencia esté en la base de la fe. Y tal vez, de nuevo tal vez, la fe más difícil de conseguir y más fuerte sea la fe en uno mismo, hacer de uno mismo la referencia vital. Es fortaleza interior, no egoísmo, es autodeterminación, no dependencia.
¿Qué hace falta para creer en uno mismo? Seguridad, mucha seguridad, reflexión y autodeterminación. Pero ante todo seguridad, capacidad que no suele adquirirse (nada es imposible) si no se nace con ella o no se adquiere rápidamente.
La fe es una necesidad humana, muy humana. Incluso podríamos seguir la historia del hombre a través de la historia de su fe. Fe en Dios, en los demás, en uno mismo, en la bondad, en una meta, incluso en el dinero. Nuestra ambición llegará hasta donde llegue la ambición de nuestra fe.
Por Cástor y Pólux.
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