¿Qué decir si a nadie parece importarle?, ¿y por qué habría de importarle a nadie? Realmente a muy pocas personas les importa lo que puedan decir otros. Nadie escucha, aún quejándose de que nadie le escucha. Egocentrismo es la palabra que define eso.
Necesitamos estar en el centro, en el mismo centro en el que necesitan estar todos, por más claro que esté que todos no cabemos. Necesitamos ser admirados, pero no estamos dispuestos a admirar a otros. Nos importa lo nuestro y pretendemos que le importe a todos, pero nada nos importa lo de los demás.
Exigimos de los demás lo que nosotros no somos capaces de dar. El doble rasero del que todos se quejan es el doble rasero que todos usan.
Y es que cada vez que abrimos la boca nos contradecimos, con lo bien que estaríamos calladitos. Ya lo dice el refrán, en boca cerrada no entran moscas, o por la boca muere el pez.
Voy a callarme ya, antes de que me contradiga aún más de lo que lo hago, pues si aún no se ha notado, acabará siendo notorio.
Por Pólux.
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