Pasan los años pero para algunas cosas parece que no lo hace, como por desgracia con el conflicto entre palestinos e israelíes. Es como si uno volviera a su infancia y volviera a escuchar, sin entender, los ataques y las muertes entre esos dos pueblos.
Los conflictos bélicos reaparecen como una constante en la vida humana, como algo intrínseco a nuestra naturaleza. La paz sigue siendo una utopía, por eso valoramos tan positivamente la vida en paz que llevamos disfrutando tantas generaciones de españoles.
Nuestros padres y los abuelos de otros más jóvenes vivieron la guerra civil española o la postguerra, llena de privaciones y falta de oportunidades, y conocer eso de primera mano hace valorar con más fuerza la importancia de la paz de la que gozamos. Ellos aprendieron por necesidad lo que es la austeridad, algo tan poco apreciado en la actualidad, más bien entendido en cierto sentido negativo.
Por Cástor y Pólux.
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