Ayer hablábamos del abuso de poder. Uno de los ámbitos donde más se da es en el laboral. No vamos a hablar de casos graves o patológicos como el abuso sexual, no. Hay casos que se ven y se aceptan de forma más natural, no siendo por ello menos abusivos.
Nos referimos a esos empresarios que contratan mano de obra barata, no ya por pagar bajos sueldos (que ya es simplemente una costumbre en muchos casos), sino por contratar en condiciones abusivas. Por ejemplo trabajar sin contrato, o sin cotizar a la seguridad social, o cotizando por debajo de lo realmente trabajado.
Trabajar sin contrato es una forma actual de esclavitud. El empresario que contrata así aduce que si no fuera en esas condiciones no podría contratar. Pero quien quiere crear un negocio y no puede contratar, no puede crear ese negocio. Lo demás es virvir y lucrarse a costa de lo que legítimamente corresponde a los demas. No sólo se les quita parte del dinero ganado, en forma de exceso de trabajo por ejemplo, sino también prestaciones o derechos futuros, como subsidios o pagas de jubilación. Es todo un sometimiento el que ese abuso requiere.
La naturaleza humana permite y ampara esos comportamientos abusivos a través de instintos y dependencia genética. Se trata en el fondo de la vieja discusión sobre la libertad del hombre, sobre el origen de sus decisiones, sobre si la elección semana limpia de la mente o mediatizada por esos instintos y genética.
Nos referimos a esos empresarios que contratan mano de obra barata, no ya por pagar bajos sueldos (que ya es simplemente una costumbre en muchos casos), sino por contratar en condiciones abusivas. Por ejemplo trabajar sin contrato, o sin cotizar a la seguridad social, o cotizando por debajo de lo realmente trabajado.
Trabajar sin contrato es una forma actual de esclavitud. El empresario que contrata así aduce que si no fuera en esas condiciones no podría contratar. Pero quien quiere crear un negocio y no puede contratar, no puede crear ese negocio. Lo demás es virvir y lucrarse a costa de lo que legítimamente corresponde a los demas. No sólo se les quita parte del dinero ganado, en forma de exceso de trabajo por ejemplo, sino también prestaciones o derechos futuros, como subsidios o pagas de jubilación. Es todo un sometimiento el que ese abuso requiere.
La naturaleza humana permite y ampara esos comportamientos abusivos a través de instintos y dependencia genética. Se trata en el fondo de la vieja discusión sobre la libertad del hombre, sobre el origen de sus decisiones, sobre si la elección semana limpia de la mente o mediatizada por esos instintos y genética.
Por Cástor y Pólux.
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