ARTÍCULO. MÁXIMAS DE OBTENTALIA, por Cástor.

MÁXIMAS DE OBTENTALIA (I).

Por Cástor (23-12-2012)

Hoy os presento una recopilación de pensamientos y frases vertidas por nuestros colaboradores en Obtentalia, algunas a modo de máxima. Son reflexiones que nos hemos ido haciendo en Obtentalia a lo largo de nuestra aún corta vida como blog. Estaremos en acuerdo con algunas, con otras no, pero espero que aún éstas puedan ayudarnos a perfilar nuestras propias ideas.

Ésto es sólo una muestra de todo lo que he encontrado, así que podré preparar más adelante algunos artículos más de "Máximas de Obtentalia". Ahí van:

Es difícil aceptar la autocrítica, pero aún lo es más descubrir un día que nuestras creencias se desvanecen por no haber sabido o querido cimentarlas convenientemente

Es contrastando nuestras ideas como mejor podemos superar nuestros humanos errores , y entre ellos el mayor de todos, el pensar que no los podríamos cometer.

Todo lo que sucede lo hace por que puede suceder. Y si puede suceder es posible (por definición), por improbable que resulte.

Nuestra mente suele sesgar los elementos que toma de la realidad para presentar no la conclusión más realista, sino la que más se adapte a nuestros intereses

Si presuponemos seremos presa de posibles ideas erróneas y llegaremos a conclusiones infundadas.

No podemos juzgar la eficacia de un partido por las promesas que incumple, sino por los logros que obtiene.

A veces, cuando todo el mundo se mueve lo mejor es quedarse quieto, aunque sea para disfrutar un momento diferente.

¡Cuánta necesidad tenemos de sentirnos diferentes! Tanta es la necesidad que se convierte en un punto débil.

El tiempo es la apreciación subjetiva del momento presente. Pasado y futuro son sólo perspectivas, uno la forma de mirar lo sucedido, y el otro la seguridad de que el presente que pasa a cada instante seguirá haciéndolo.

El prejuicio existe porque es una de las mil maneras en que la mente se vale de una simplificación de la realidad para ser más operativa.

Lo desconocido que veo en el cosmos es sólo desconocido, ¿por qué tengo que darle una explicación tan extraña como Dios cuando simplemente puedo aceptar que no sé lo que es?

La costumbre es un hecho muy arraigado en el mundo animal, y más aún en el mundo humano, al que procura especial seguridad por su carácter flexible y falto de un instinto regulador fuerte y determinante.

Se cree que con ser capaz de darle un sentido y un contenido simbólico a algo se crea arte. La conceptualización por sí misma no es arte, es tan sólo un proceso mental. El arte implica creación y se confunde ésta con la capacidad de dar sentido a lo que por sí mismo no lo tiene.

Con la religión además operan otra serie de condicionantes, como es su arraigo histórico o su necesidad psicológica. Demasiados condicionantes para pensar que la religión es sólo una cuestión de fe.

Es esa mezcla la que tal vez mejor nos defina, la tensión irresoluble entre la idea (el ideal, el deseo) y la necesidad (el instinto y las limitaciones físicas que nos impone la materia de nuestro cuerpo).

Verde de esperanza, la esperanza de que esta vida nos sirva para algo, y azul de tristeza, la tristeza de sospechar que no nos sirve para nada.

¿Por qué hemos de vivir con la desazón de lo incomprensible? Somos un soplo perdido en un huracán.

Para el pensamiento la existencia fuera de él es irrelevante. Da igual que algo exista si no puede ser pensado. Es como estar dormido sin soñar. Si no somos conscientes del mundo, es como si éste no existiera.

Para ser feliz lo único que hay que ignorar es que se ignora.

Y es que el conocimiento intuitivo deja de tener valor cuando hablamos del universo, por cuanto éste es un objeto radicalmente distinto a la Tierra en la que vivimos, que ha sido hasta ahora la única fuente de ese conocimiento intuitivo, pues nuestra experiencia lo es de las circunstancias particulares que se dan en nuestro planeta.

La generalización, por serlo, es injusta, pues la generalidad no existe, es una categoría, y sólo existe la individualidad.