Hoy se celebra el día de Andalucía, festivo en dicha Comunidad Autónoma, que es la nuestra. Conmemora esta fecha el referéndum, celebrado en 1980, que abrió las puertas a la autonomía de Andalucía, a un autogobierno que lleva ya muchos años de recorrido.
Esta Andalucía nuestra, sur que es reflejo del sur paradigmático que parece recorrer todo el planeta. Algo nos hace diferentes, que no mejores. Somos como somos.
Así como los catalanes y los vascos, por citar los ejemplos más claros, tienen un marcado sentimiento nacionalista, que históricamente transmiten de generación en generación, los andaluces carecemos de ese sentimiento. Ellos lo respiran y nosotros no.
La primera vez que fuimos a Barcelona dos fueron las cosas que más nos llamaron la atención.
Por un lado la vida cosmopolita de la ciudad, internacional y abierta a todas las culturas y personas. Una primera vista a sus Ramblas nos hizo sentir que estábamos en la frontera de Europa. Gentes diferentes, sentires distintos, y todo conviviendo allí, mezclado.
Por otro lado el sentido de pertenencia a una tierra propia, una complicidad implícita en la forma de ser, de actuar. Una idiosincrasia distinta a la nuestra que se respiraba con el aire.
Si Andalucía hubiese tenido ese sentimiento de pertenencia propio, ese sentimiento que creyeron ver algunos partidos políticos andalucistas con bastantea mal ojo... Tal vez, sólo tal vez, no estaríamos siempre a la cola de algo.
Pero el sur es así, libre, abierto, conquistado, reconquistado... y tal vez todo ello nos haga tener un sentimiento de pertenencia distinto, el de no pertenecer a nosotros mismos. Somos un pueblo con una historia común que nos une, pero no con un objetivo común.
Por Cástor y Pólux.
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