La pregunta tópica de estos días no es sobre el tiempo, las vacaciones o la salud (tópicos por antonomasia). No, hoy chicos y mayores te preguntan "¿qué te han echado los Reyes?". La pregunta ya presupone que te han echado algo, con lo que implica cierta censura mental hacia aquéllos a los que nos le han echado nada, que somos muchos.
La salida más común para decir que no me han echado nada suele ser decir "me han echado salud y trabajo". Tópicos y más tópicos, prejuicios y más prejuicios. Ni todo el mundo está por la labor de sonreírle a la idea de los Reyes Magos ni todo el mundo está en condiciones de "hacer" de Rey Mago.
Sí, es bonita la fiesta, la celebración, los regalos..., pero hay cosas en la vida que determinan más ese momento, que obligan a otras cosas. Démosle a los niños, si queremos, sus ilusiones y sus regalos, pero no juguemos con esas ideas manipuladoras de ser niños grandes, o de comprar cuando el calendario lo impone. Nada malo creemos que haya en hacerlo o en no hacerlo, pero no nos mire raro si no lo hacemos, oiga.
Que sí, que se puede pasar estupendamente en la calle con la Cabalgara de Reyes recogiendo caramelos y regalos hasta perder la voz de tanto pedirlos, pero déjenos, si queremos, quedarnos tumbaditos en el sofá de casa entreteniéndonos con una película. No exageramos, aunque lo parezca. Sí, sí, todo el mundo entiende y respeta eso, sí, pero cuando nos hacen la preguntita y respondemos "me han echado salud y trabajo" o "este año no he visto la Cabalgata", ¿por qué algunas personas nos miran con esa cara entre retorcida y condescendiente? Lo que les decimos, demasiados tópicos.
Por Cástor y Pólux.
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