Libertad. Preciado tesoro que no siempre valoramos en toda su extensión. LIBERTAD con mayúsculas. La de poder opinar, expresarse. Libertad religiosa, libertad de movimiento, de educación y de reunión. ¡Cuánto vale la libertad que tenemos!
Pero libertad de verdad, libertad real. No la pseudolibertad que proclaman esos autodenominados libertadores o revolucionarios sudamericanos y de otros lugares, que flaco favor le hacen a su pueblo. Libertad no hay más que una y un sólo camino hacia ella.
Por Cástor y Pólux.
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