Iniciamos la semana con una fotografía de otra ola rompiendo en la playa. Son ya varias la que hemos puesto este verano, y es que, como en las fotos de puestas de sol, a pesar de tratar el mismo objeto no hay dos iguales. En realidad nada en la naturaleza es igual a otra cosa, simplemente porque la simetría perfecta no existe.
En las personas tampoco existe esa igualdad. Sólo existe como concepto en nuestra mente, pues podemos construir artificios lógicos, como las matemáticas, que permiten crear dos objetos iguales y perfectos. Pero en realidad ¿lo igual es sólo una idea o algo más? Las matemáticas son algo más que un artificio lógico, pues su utilidad deriva de la posibilidad de aplicarlas y ser compatibles con la realidad.
No hay dos personas iguales pero podemos pensar en el género humano, dentro del cual imaginamos las personas como iguales. La categoría es generalizante y como tal despoja a la individualidad de todo aquello que le identifica como tal para poder entrar en la categoría. Se trata, pues, del punto de vista adoptado en nuestra concepción de las cosas para que algo pueda ser entendido como igual o no.
Fuera de la realidad, en nuestra mente, casi todo es posible, pero la realidad misma pone sus propios límites, que no dejan de ser los nuestros también.
Por Cástor y Pólux.
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