OBLIVION
Por Prometeo (21/04/2013)
Antes de nada aclarar que esto que hago no es una crítica de la
película, pues no soy crítico, sino tan sólo mi parecer subjetivo sobre lo que
he visto. Ni siquiera me considero un buen aficionado. Sólo sé que me gusta ir
al cine, escribir después sobre lo que he visto, y compartirlo humildemente y
sin más pretensiones en Obtentalia gracias al ofrecimiento de los hermanos
Cástor y Pólux.
Una nueva película de ciencia ficción, un género que me gusta
especialmente pero del que también espero mucho. En este caso de la mano del
actor Tom Cruise, protagonista y a cuya medida parece estar estudiado su
personaje, algo encasillado en papeles como el que interpreta en esta ocasión.
Pero eso, a priori, no tiene que ser ni bueno ni malo. Grandes actores a lo
largo de la historia han estado encasillados, al menos durante una época de su
carrera, sin que ello supusiese un menoscabo.
Oblivion recrea una atmósfera algo gris, de destrucción, con una
historia simple que se va complicando, dando alguno giros que pueden propiciar
el despiste si no se anda atento. No es que se trate de una historia
complicada, pero da un giro argumental que nos muestra que nada es lo que
parece. Se agradece, pues, que no sea la típica historia lineal sin más, y que
el guión, sin ser una maravilla, nos cuente algo con cierta originalidad.
En un mundo baldío y estéril, Cruise, a quien se le ha practicado un
borrado de memoria, y cuya ocupación es la de vigilar y mantener unas máquinas
especiales que succionan el agua del mar antes del abandono total del planeta
Tierra, encuentra cierto placer recopilando objetos antiguos a modo de
recuerdos que su intuición le parece proporcionar. Es un atisbo de esperanza,
como así también lo es, en consonancia, un lugar idílico, fértil y bello, que
descubre y al que acude de vez en cuando. Son pequeñas pistas que el guión va
proporcionando para dar coherencia al cambio que experimentará la historia. Él
parece tener ciertos sentimientos que no aparecen en su compañera de trabajo,
con la que convive.
El trabajo de los actores es suficiente para hacernos entrar en la
historia, algo fundamental en una película de ciencia ficción. Diría que da la
talla lo justo, y por momentos algo más, tanto a nivel de dirección como de
interpretación. Tal vez la parte más floja sea cuando se desarrolla la parte en
que se muestra a Morgan Freeman y su “pandilla” (por no explicar demasiado).
La producción es uno de los fuertes de la película. Efectos
especiales, paisajes novedosos e imposibles, movimientos de cámara
inimaginables …, mucha imaginación en definitiva. Y eso también se lo pedimos a
las películas de ciencia ficción que acontecen en el futuro, que nos
impresionen visualmente, y ésta lo hace.
A quienes no les guste este género de ciencia ficción seguramente no
encontrarán nada nuevo en esta película (salvo espectaculares imágines de gran
plasticidad), y hasta es posible que vean en su protagonista una razón para no
verla (por la cuestión del encasillamiento del que hablaba al principio).
Y a quienes les guste ese género, como a mí, encontrará alicientes
suficientes para ir a ver la película al cine, disfrutará con sus imágenes y su
derroche de originalidad plástica y dará por bueno un guión que le hará pasar
un rato de distracción.
En definitiva una película de ciencia ficción original para pasar un
buen rato, sin llegar a la altura de las mejores películas del género, pero
apuntando buenas maneras por momentos.
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