Hola querido visitante. Antes de desarrollar un poco esta introducción recordarte que mañana se publicará en Obtentalia la nueva historia de Argonauta, a la que nos hemos estado refiriendo estos días atrás. Puedes leer las introducciones de esos días para ir haciéndote una idea de cómo será. En "Encuentros en la segunda fase", ése es su título, Argonauta vuelve al escenario de sus primeras historias, la aviación, que tantas vivencias y anécdotas le ha proporcionado, y por ende a todos nosotros, gracias a su amabilidad al quererlas compartir aquí en Obtentalia. Tras leer su historia acabarás pensando, como ya lo hemos hecho nosotros, "¿qué no le ha sucedido a este hombre?" (dicho lo de "hombre" con todo cariño). No te puedes perder esa amena y entretenida historia, original como todas las de Argonauta.
Y ya tenemos otro fin de semana al que hemos podido llegar, que podremos vivir, expectativa hecha realidad que pronto formará parte de nuestro pasado, de nuestros recuerdos, mejorando o no nuestra visión del mundo conforme a nuestra experiencia. Ésa es la fuerza del presente, la de posibilitar cambiar las cosas, incluso el pasado, pues aún no pudiendo propiamente cambiar éste sí podemos añadirle experiencias que lo mejoren. Pero todas estas consideraciones son demasiado generales para sacar conclusiones particulares. Cada vida, cada uno de nosotros, tiene que interpretar el mundo para actuar en consecuencia. Un poco complicado, cierto, pero creemos que así son las cosas, o al menos así la interpretamos nosotros.
Pero olvidémonos de todo por un momento e introduzcámonos en Obtentalia, buceemos por un espacio propio del que todos formamos parte, nosotros desde este lado del ordenador y vosotros, desde donde estéis viendo estas páginas. Sólo queremos hacer coincidir en este sitio ideas y puntos de vista, perspectivas, emociones y sentimientos, sin mayor pretensión que la aportación individual de la que cada uno seamos capaces.
Si alguien busca en Obtentalia un trabajo profesional no lo encontrará. No somos escritores, ni periodistas, ni filósofos, ni científicos ... Obtentalia no es eso. Es algo menos pretencioso pero igualmente válido. Lo que nos avala es el deseo de demostrar que la inquietud y el desarrollo personal genera ideas propias dignas de ser mostradas, ideas que aunque en su origen provengan de otros, tienen cierta elaboración propia.
La imposibilidad de realizar y desarrollar nuestras inquietudes en el mundo laboral fue la semilla de Obtentalia, que quedó abonada con el deseo de mostrar las propias y reconocer las ajenas. No buscamos reconocimiento alguno. Nos damos por contentos con la libertad de tener un espacio propio, sin ingerencias, nuestro y para nosotros, que somos todos lo que hacemos (gestores y colaboradores) o leemos Obtentalia.
Tus sugerencias serán bien acogidas por nuestra parte y las tendremos en cuenta. Envíanosla al correo que aparece bajo la foto de portada (grupo_obtentalia@obtentalia.com).
Buen fin de semana y gracias por tu visita. Esperamos volver a encontrarnos mañana otra vez aquí. Y también te esperamos a ti.
Por Cástor y Pólux.
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