Parece que nunca acabamos de estar contentos con la edad que tenemos. De niños nos quejamos de que todos mandan en nosotros. En la adolescencia nos quejamos de que nadie nos comprende. En la juventud la queja es por no poder tener el dinero y el trabajo para ir a donde queremos. Ya siendo adultos nos molesta no disponer del tiempo del que disponen los niños, los adolescentes y los jóvenes. Cuando somos mayores comenzamos a echar de menos las edades anteriores, y cuando somos viejos comenzamos a echarlo de menos todo.
Esa es nuestra naturaleza humana, la de desear sobre todo aquello que no tenemos, tanto para lo bueno como para lo malo.
Buena semana a todos.
Buena semana a todos.
Por Cástor y Pólux.
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