Por fin un día que amanece nublado por estas latitudes. Nos va apeteciendo un poco de fresco y no tanto calor. Por apetecer nos puede apetecer lo que queramos, que ya luego la naturaleza será. Después de años y años seguimos queriendo que los hechos naturales se adapten a nuestros deseos, a pesar de que la experiencia acumulada en ese tiempo nos aclara una y otra vez que no es así.
Queremos saludar desde entra introducción a Ximena, fiel seguidora de las historias de El Argonauta. Ha dejado un comentario en la página de "El Argonauta" -hay que llegar hasta el final de la página-. Ayer domingo se quedó esperando la historia de dicho colaborador que habitualmente publicamos ese día de la semana. Lo sentimos mucho Ximena, que más nos hubiera gustado que tener una historia suya, y seguro que a él también -nosotros nos reconocemos asiduos lectores de sus historias-. Pero nuestros colaboradores escriben según pueden y sus otros quehaceres se lo permiten. Sabemos que tenía una historia, pero no llegó a tiempo para publicarse. Ten en cuenta que quienes hacemos Obtentalia no estamos dedicados de lleno a esto, y, a veces, por falta de tiempo, tenemos que planificar con demasiada antelación los artículos a publicar. De todas formas, estimada Ximena, procuraremos en lo posible no volverte a dejar un domingo como el de ayer, "compuesta y sin novio".
Por otro lado, Ximena, ya vemos por tu nombre que eres mujer. El uso del masculino que hicimos para referirnos a ti no implicaba la suposición de que eras hombre (pues no sabíamos si eras hombre o mujer), tan sólo era el uso que permite la gramática del género masculino como no marcado o inclusivo (incluye genéricamente al femenino) frente al género femenino como marcado o exclusivo (excluye al masculino). Sé que la tendencia actual es la de marcar los dos géneros, pero esa es otra historia que no viene ahora al caso.
Un saludo Ximena. También comentaremos algo en la página de El Argonauta, tras tu comentario.
Por Cástor y Pólux.
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