"LA RUTINA", por Pólux.
A veces la
rutina nos parece gratuita e inútil. Repetimos actos de forma continuada
instados por cierta inercia irrefrenable. Parecen comportamientos sin un
esencial sentido o al menos no sujetos a una previa reflexión.
Sin embargo
cumplen una función muy importante en el desenvolvimiento de los seres animales
en su entorno, y de nosotros mismos como pertenecientes a esa misma categoría.
Hace tiempo
todas las mañanas tomaba el mismo tren de cercanías para ir a trabajar. Tomaré
este hecho como ejemplo. Los trenes de cercanías son frecuentados por las
mismas personas y en los mismos horarios. Sus deberes les suelen obligar a
ello. Ahora bien los asientos que escogen para sentarse (cuando pueden hacerlo),
no les son impuestos, y sin embargo la gran mayoría de los pasajeros toman los
mismos asientos una y otra vez, de forma rutinaria.
Cuando se
advierte esa rutina parece sin sentido y caprichosa, descubriendo
posteriormente con sorpresa que uno mismo la sigue cada día.
Para
cualquier animal la rutina implica seguridad.
Si un animal
en la selva recorre un mismo camino sin incidencias para ir a una charca a
beber, tenderá a hacerlo siempre por ese mismo lugar porque le dará la
seguridad de saber que es un camino seguro, y podrá establecer la rutina de ir
por ese lugar cada día. La rutina de los usuarios del tren de nuestro ejemplo
funciona de igual forma, si nos sentamos en el mismo sitio sabemos si bajaremos
antes o después, si nos molesta o no la gente que nos rodea, etc., es decir, la
rutina nos hará afrontar sin estrés, por el conocimiento que hemos adquirido,
la situación de coger el tren e ir a nuestro destino. La función que cumple es
clara (obtener seguridad y rendimiento repitiendo determinados actos). Ahora
bien, cuando la situación no requiere de los beneficio de la rutina, entonces
ésta se convierte en algo inútil y sin sentido, adquiriendo el aspecto negativo
bajo el que solemos usar la palabra rutina. A este tipo de rutina sin razón le
podríamos llamar manía (no en su significado psiquiátrico o clínico, sino en su
significado más simple de uso común). Pienso en las personas mayores, como por
ejemplo cuando alguna quiere comer siempre a la misma hora y no admite un
retraso de cinco minutos. Una de las características más comunes de la vejez es
precisamente la falta de adaptabilidad (aunque en la vejez no todo son características
negativas), lo que lleva a esas rutinas sin sentido que hemos llamado manías.
Todo puede
ser positivo cuando se da en su justa medida, sin excesos ni extremismos, y eso
mismo sucede con esa forma de hacer las cosas que llamamos rutina.
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